La media de estas infecciones en la región es inferior a la estatal
Las estancias hospitalarias adicionales por este tipo de infecciones suponen en nuestro país un sobrecoste de 700 millones de euros, según se puso de manifiesto en una jornada organizada por la Fundación Tecnología y Salud.
La IV Jornada sobre Prevención de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS), organizada por la Fundación Tecnología, con el apoyo de la Fundación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) y el SERGAS (Servicio Gallego de Sanidad) abordó en Santiago de Compostela la problemática social y sanitaria asociada a este tipo de infecciones.
Las IRAS son un problema de enorme magnitud que supone, entre otros, el incremento de la tasa de mortalidad, determinadas complicaciones clínicas y falta de calidad en la atención prestada. Las estancias hospitalarias adicionales por esta causa suponen en España un sobrecoste de 700 millones de euros. Por esta razón, y con el objetivo de reducir y combatir las infecciones en el entorno hospitalario, la Fundación Tecnología y Salud puso en marcha, hace poco más de un año, el Plan de Lucha contra las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria.
Según explica José Luis Gómez, presidente de la Fundación Tecnología y Salud, «su finalidad es poner sobre la mesa el impacto de las IRAS y aportar recomendaciones sobre un uso racional de los recursos que permitan minimizar las consecuencias negativas que tienen en nuestro sistema sanitario». En este sentido, asegura que «la prevención de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria, ha sido y es un área fundamental de trabajo para nuestra Fundación. La implicación y colaboración del sector de tecnología sanitaria es esencial en la elaboración de políticas encaminadas a reforzar la seguridad asistencial y en la puesta en marcha de acciones concretas para disminuir hasta en un 30% este tipo de infecciones».
El presidente de la Fundación Tecnología y Salud también ha manifestado que el liderazgo de las consejerías de salud, servicios de salud y gerencia hospitalaria es crítica en la prevención de este tipo de infecciones. Así, ha trasladado a los asistentes que «es fundamental que las consejerías y servicios de salud establezcan objetivos anuales y cuantificables para los centros sanitarios, de forma que dichos objetivos constituyan un objetivo fundamental para las gerencias de los centros».
Las IRAS en Galicia
El Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España (EPINE) mostraba en 2008 una prevalencia de infección nosocomial adquirida en Galicia de un 8,68%, cifra que bajó hasta un 7,63% en el año 2014, situándose por debajo de la media de España (8,55%). En este sentido, el subdirector general de Información sobre Salud y Epidemiología de la Conselleria de Sanidade de la Xunta de Galicia, Xurxo Hervada, ha explicado que «el Servicio Gallego de Salud incluyó el pasado año en sus objetivos de Calidad y Seguridad Clínica la vigilancia, prevención y control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria».
Asimismo, «desde hace años, el Servicio Gallego de Salud trabaja en el Plan de Minimización de Riesgos Microbiológicos en los hospitales gallegos y ha puesto en marcha programas de buenas prácticas en materia de higiene de manos, los proyectos de infección nosocomial en Unidades de Críticos: Neumonía Zero y Bacteriemia Zero, ambos sólidamente implantados y en el programa Resistencia Zero», explica.
Para Beatriz Pais, subdirectora general de Atención al Ciudadano y Calidad del Servicio Gallego de Salud, es básico que todos los profesionales, desde médicos o enfermeros hasta personal auxiliar o administrativo, accedan a la misma información, a través de programas de formación continuos, así como establezcan procedimientos rutinarios de seguridad, como son las listas de comprobación o check lists. «La implicación de la gerencia del hospital es imprescindible para el desarrollo de una cultura de prevención, el desarrollo de protocolos y guías de prevención y la inversión en tecnología innovadora que elimine y prevenga estas infecciones», apunta.
Cómo combatir las infecciones hospitalarias
El manejo y, sobre todo, la prevención de las IRAS, que están consideradas como los eventos adversos más frecuentes en los hospitales, constituyen un reto para cualquier profesional y gestor del sistema sanitario. Según han puesto de manifiesto los expertos reunidos en la jornada, entre un 5% y un 15% de los pacientes ingresados en un hospital acaba padeciendo una infección nosocomial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que en Europa se producen 4,5 millones de IRAS al año, cifra que se traduce en 37.000 muertes y 16 millones de estancias hospitalarias adicionales.
Los quirófanos, los sistemas y los conductos de aire acondicionado, el uso de instrumental médico mal esterilizado o la reutilización de productos de un solo uso, la falta de elementos de protección personal o un lavado de manos inadecuado son los principales focos de transmisión de estas infecciones. La resistencia a los antibióticos utilizados para combatir a los gérmenes patógenos dificulta enormemente su erradicación. «Una tercera parte de las infecciones se podría prevenir extremando las medidas de higiene, las precauciones estándar y de contacto, y los aislamientos respiratorios, entre otras medidas. Pero la erradicación completa del problema es a día de hoy una utopía», explica Pais.
La tecnología, un potente aliado
En este escenario, Margarita Alfonsel, secretaria del Patronato de la Fundación Tecnología y Salud, señala que «los datos sobre incidencia, efectos y costes de las IRAS son tremendamente impactantes y eliminan de raíz el debate acerca de la necesidad de implantar medidas efectivas al respecto. De hecho, el 95% de los profesionales y gestores sanitarios consideran que el control de las infecciones adquiridas en el entorno sanitario debe ser una de las cinco prioridades de los sistemas sanitarios».
«La complejidad de los procedimientos y los entornos altamente especializados y dotados técnicamente donde se producen las IRAS sugieren que el abordaje del problema debe hacerse desde una perspectiva en la que los avances técnicos y la tecnología sean un elemento clave. En este sentido, el reto fundamental para las organizaciones sanitarias es optimizar las políticas de inversión en función del valor añadido que la tecnología aporta al control de las IRAS», explica Alfonsel.