Colmillos extra. Este mes la cosa va de animales. Comienza con el sorprendente descubrimiento, hace ya unos cuantos meses, de un puma que había desarrollado colmillos en el cráneo y que fue abatido por un cazador en la localidad de Weston (Idaho, Estado Unidos). Los zoólogos todavía andan buscando una explicación a tan extraño hallazgo, el de una protuberancia dental que en función de la perspectiva parece alojada en la zona frontal o en la temporal del animal. De momento, los estudiosos del caso apuntan a que la deformación haya sido causada por un teratoma, un tumor creado por tejidos encapsulados que pueden dar origen a huesos, pelos o dientes.
Ortodoncia para canes. Cuando la dueña de Wesley comprobó que su mascota tenía dificultades para alimentarse debido a una maloclusión no dudó en ponerle los brackets que le recomendaron en el Hospital Veterinario Harborfront de Spring Lake, de Michigan (Estados Unidos, claro. ¿Dónde iba a ser si no?), para corregir la posición de sus incisivos superiores. Molly Moore, propietaria del afortunado ejemplar de golden retriever, lo tuvo más fácil de lo normal porque el veterinario que colocó los frenillos dentales al can era su padre. James Moore es el responsable de la sección Veterinary Dental Solutions del centro Harborfront (http://www.harborfronthospitalforanimals.com/services), donde se tratan los problemas bucales de perros y gatos, y lo mismo colocan los aparatos de ortodoncia que hacen una endodoncia o un blanqueamiento dental al animal de turno.
Que la historia de Wesley se haya mostrado en Facebook parece tener una vertiente más publicitaria que otra cosa, por muy simpática que resulte la fotografía de este ejemplar de la bonachona raza canina de origen escocés.
Para todos los gustos. Se han recibido comentarios acerca de la nota publicada el mes pasado en esta sección sobre un tratamiento de 28 implantes. Dicen que los términos utilizados no son los más apropiados por insultantes y que era una práctica usual; pero también han llegado otros en los que, como mínimo, se habla de sobretratamiento, cuando no de «muralla china», «canana militar», «sonrisa espesa, ¿sonrisa profesional?». Ya se sabe que para los gustos están los colores, pero parece que en este caso son más los que acuden a las pinturas negras de Goya que al colorismo de Monet para dar una explicación simplista a esos 28 implantes, porque «no siempre más fue mejor».