Los profesores universitarios nos marcan las pautas a seguir
Su experiencia profesional y docente hacen de los profesores universitarios unos excelentes consejeros a la hora de determinar los criterios a tener en cuenta para elegir un buen curso de postgrado. Los doctores Daniel Torres, Manuel Fernández, David Herrera, María José Muñoz y Juan Manuel Vadillo ofrecen a los graduados en Odontología algunas pautas para no errar en la selección de un programa formativo una vez acabada la carrera.
Muchos son los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir el programa de postgrado odontológico más acertado que evite riesgos que puedan afectar al futuro profesional. Para ello, es necesario sumergirse de forma exhaustiva en las múltiples oportunidades que la oferta de estudio proporciona en la actualidad.
Con el fin de ordenar y clarificar el amplio abanico de criterios de selección a los que atender, a continuación ahondamos en algunos de los principales, gracias a las recomendaciones aportadas por un conjunto de profesores universitarios dedicados a la docencia de la Odontología en nuestro país.
Para todos ellos, y como primera medida, el curso o programa elegido debe cubrir los objetivos y necesidades de cada uno de los profesionales, por lo que el principal consejo que los profesores les darían a los estudiantes antes de elegir un programa es, tal y como asegura el doctor Manuel Fernández Domínguez, director del Departamento de Odontología de la Universidad San Pablo CEU y director del Máster Oficial de Cirugía Bucal Avanzada e Implantología en esta institución, que responda a las expectativas e intereses del candidato en cuanto a sus contenidos y a la posibilidad de adquirir una competencia profesional en la especialidad elegida.
En este sentido, para el doctor Juan Manuel Vadillo, coordinador del Máster de Cirugía Implantológica, Prótesis y Periimplantología de la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX), «mi consejo es que el interesado analice realmente lo que quiere y con ello busque y compare… Debe escrutar la variada oferta, ver quién le da lo que busca y si se adapta a sus objetivos, necesidades y posibilidades. Como no es fácil saberlo a priori, lo ideal es verlo, Informarse en el centro, preguntar a alumnos y profesores, vivirlo con antelación y poder decidir si hacerlo con conocimiento de causa».
Reflexiones previas
Invertir el tiempo suficiente para inclinarse, tanto por el centro u organismo de formación al que acudir, como por un curso concreto es, por tanto, una de las recomendaciones en la que más insiste el cuadro docente consultado. Así lo asegura también el doctor Daniel Torres Lagares, vicedecano de Gestión Clínica y profesor titular de Cirugía Bucal de la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla, al aconsejar a los estudiantes que dediquen un par de horas a pensar realmente qué desean para su formación y futuro. «Muchas veces nos dejamos guiar por la masa buscando formación en áreas que en realidad nos atraen menos que otras solo porque están de moda o generan más ingresos. Hay que valorar otros aspectos, como si esa área de la Odontología es la que nos llena. Es importante que nos preguntemos como odontólogos dónde queremos estar».
Más allá del tiempo destinado a analizar las necesidades previas del profesional a la hora de plantearse un curso de postgrado, otro de los principales requisitos que destacan algunos de los profesores consultados es el aspecto práctico y la experiencia directa con el paciente. Así, según el doctor David Herrera, vicedecano de Clínicas y codirector del Máster de Periodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, «antes de realizar un programa de postgrado es fundamental tener experiencia clínica, preferentemente trabajando como generalista. Esto permite que más tarde, al realizar el postgrado, la parte clínica resulte más sencilla y además, con la experiencia como base, comprobar realmente si uno quiere especializarse con un programa de postgrado».
Por su parte, y en esta misma línea, insiste la doctora María José Muñoz Leal, vicedecana de Odontología de la Universidad Europea, asegurando que «en la educación de postgrado, la formación práctica, a través de la atención de pacientes con tratamientos de mediana y alta complejidad, son fundamentales, por lo que recomendaría que los estudiantes se informaran de dónde se realizan las prácticas clínicas (si son en clínicas externas a la institución) y en qué condiciones, o bien, si cuentan con instalaciones propias donde desarrollar el plan académico».
Capacitación técnica
Al mismo tiempo que el número de odontólogos se ha ido incrementando en los últimos años, se ha producido también un aumento en la oferta formativa de postgrado, lo que provoca que la elección de un programa de este tipo o máster sea cada vez una decisión más complicada. Por ello, es importante atender, de manera pormenorizada, a los criterios o factores más decisivos que garanticen que la formación seleccionada finalmente sea la que mejor cubre las necesidades que el alumno persigue.
Dichos elementos dependerán, precisamente, y según la vicedecana de Odontología de la Universidad Europea, de los objetivos del alumno. «Hoy en día hay una abundante oferta de postgrados, tanto dentro como fuera del sistema universitario, por lo que si nos referimos a un profesional en busca de formación especializada en un área, lo mejor es buscar un programa de tipo máster, mientras que si lo que busca es un complemento o actualización de sus conocimientos, la oferta de formación continua es su mejor opción».
Para el doctor Vadillo, los programas de postgrado, incluidos los odontológicos, tienen como objetivo la capacitación técnica de alto nivel. «Por eso, para elegir un programa de este tipo, el candidato debe saber claramente lo que necesita, esto es lo que debe guiar su elección. Si solo busca conceptos teóricos, debe buscar buenos profesores. Si quiere conceptos teóricos y práctica preclínica, le conviene combinar calidad en el profesorado con adecuadas instalaciones. Sin embargo, lo normal es que en Odontología se pretenda una mezcla ponderada de todo: teoría, preclínica y clínica, por lo que se deben buscar buenos profesores, instalaciones y un mínimo número de pacientes que permitan aplicar los conocimientos aprendidos».
Definir si se desea realizar un programa que conduzca a una especialización concreta en un área, «lo que se denominaría formación de especialista si, como en el resto de Europa, en España existieran las especialidades en Odontología», es para el doctor David Herrera, el primer criterio a tener en cuenta para elegir un postgrado. «Si es así, hay que valorar si el programa de postgrado cumple los requisitos para formar especialistas a nivel europeo: en la mayoría se precisan formaciones a tiempo completo de tres años de duración. El segundo elemento fundamental es el director del programa, que normalmente es la persona que asegura la calidad del programa desde el punto de vista de la formación. Y el tercer elemento crítico es la institución que imparte el programa, siendo ideal que estén avalados por una universidad y fundamental que esta disponga de Facultad de Odontología».
A tener en cuenta
A este respecto y al margen, pues, de los objetivos finales del alumno, existe una gran diversidad de asuntos que también deben ser valorados con atención por parte del estudiante. Desde el punto de vista del doctor Manuel Fernández Domínguez, los más interesantes son el contenido del programa, su parte práctica, el nivel del profesorado, la antigüedad del máster o postgrado y su coste o su exigencia en cuanto a la investigación. Además, para Fernández Domínguez conviene tener en cuenta si dicha formación es compatible con la actividad laboral, si aporta publicaciones, comunicaciones o participación en eventos científicos, si está orientada a la consecución de una especialidad (todavía no establecidas en España) o las salidas profesionales de los alumnos en los ámbitos profesional y académico.
Asimismo, para el doctor Torres, además de valorar si el curso responde realmente a lo que los alumnos quieren aprender, «estos deben valorar cuestiones como si el tiempo dedicado a la formación es adecuado; que el currículo de la enseñanza sea similar al de estudios que conducen a una especialidad en otros países; que la formación pueda ser, en algún momento, homologada cuando se reglamenten las especialidades en nuestro país; el cuerpo de profesores y su actividad investigadora; los medios puestos a nuestra disposición, así como el precio de la matrícula, que debe ser acorde a lo que se oferta».
Garantías de calidad para seleccionar un programa
Una de las razones que puede resultar decisiva para escoger una adecuada formación de postgrado es fijar el punto de mira en el prestigio del profesorado que la imparte. El equipo docente debe contar con profesionales de excelente nivel académico y profesional, que dispongan de publicaciones científicas en las materias odontológicas que imparten y que participen activamente en congresos como ponentes o como dictantes de cursos de colegios, asociaciones profesionales o empresas. Además, el prestigio del organismo o centro que va a impartirlo es uno de los indicios más significativos para acabar de tomar una decisión lo más acertada posible.
Para la vicedecana de Odontología de la Universidad Europea, la doctora Muñoz Leal, «existen tres factores que garantizan una buena formación: la institución que lo oferta, los contenidos del programa y el profesorado. Estos aspectos son los que otorgan el mejor respaldo a la hora de elegir, ya que son evaluados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) periódicamente».
Práctica, motivación y esfuerzo
Una formación práctica adecuada, unida a la cualificación profesional y académica del personal docente, son los elementos que para el doctor Manuel Fernández Domínguez garantizan, hoy por hoy, al estudiante de Odontología una buena formación de postgrado. Por su parte, el doctor Juan Manuel Vadillo asegura que esta se consigue gracias al equilibrio de tres factores: «el principal es la motivación del propio estudiante por querer capacitarse, trabajar y obtener las competencias necesarias para desarrollar una parte de la profesión de manera eficiente y eficaz. El complemento a ese trabajo y esfuerzo, lo debe aportar un centro de postgrado de calidad y un grupo de profesores implicados en conseguir esos objetivos y que desarrollen un buen programa teórico, preclínico y clínico».
A la importancia de un programa adecuado, «que cumpla con los criterios europeos y asegure una formación teórica y práctica adecuada, preferentemente adaptado al sistema de competencias y medido en ECTS» se refiere también el doctor David Herrera, quien insiste, además, «en la necesidad de un profesorado adecuado (comenzando por el director del programa, pero también el equipo que le apoya) y en una institución apropiada que avale el programa y el título que se recibe al completarlo. Como ejemplo, puedo sugerir que se revisen los criterios que propone la Federación Europea de Periodoncia para avalar programas de formación de postgrado en Periodoncia y Terapéutica con implantes dentales».
Por último, el doctor Daniel Torres Lagares pone el acento en el alumno afirmando que «nada por si sólo garantiza el éxito al final del camino formativo, pero sí debemos dejar claro que la variable más crítica para obtenerlo es el esfuerzo, la disciplina y el trabajo duro. Si alguien busca atajos para el éxito evitando el esfuerzo, se equivoca».