Especialista vs. generalista
Algunos de los asistentes a este desayuno de trabajo creen que existe cierto miedo por parte de los profesionales a la llegada de esta especialidad: «Creen que el dentista general no va a poder hacer endodoncias y eso no es cierto –comenta el profesor Montero–, solo los casos de cierta dificultad deberán ser derivados al especialista, tal y como debiera ser ahora».
En este sentido, el doctor Miguel Miñana apunta que «es preciso hacer entender a los profesionales que el hecho de que se establezca la especialidad en España no limitará el trabajo de los dentistas generalistas. Se trata de informar a la población de que existen especialistas que dedican su ejercicio profesional a una determina área de conocimiento de forma exclusiva y que serán los profesionales más indicados para abordar los casos más complejos».
Antonio Montero corrobora esta afirmación y apunta que «la especialidad ya existe, no de forma oficial, pero ha estado ahí siempre, desde los tiempos de Rafael Miñana. La importancia de reconocerla oficialmente –continúa el doctor– reside en informar a la población de que existen especialistas». El doctor José Aranguren, aunque reconoce los esfuerzos que está llevando a cabo el Consejo General de Dentistas para conseguir la instauración de las especialidades en nuestro país, afirma que «no se está teniendo en cuenta la Endodoncia y es vital para mantener a la población informada sobre uno de los tratamientos más habituales en las consultas y para garantizar que los profesionales hagan la técnica correctamente. Cuando los pacientes llegan a mi consulta –continúa– suelen decirme que no sabían que existían especialistas en Endodoncia. Esto demuestra que no estamos reconocidos y esa falta de reconocimiento también se ve en el precio, que comparándolo con los países de nuestro entorno, no llega ni a la tercera parte. A mí, personalmente, me sorprende que un paciente acepte la cantidad económica que supone un implante y ponga objeciones a pagar 300 euros por un tratamiento que le va a permitir conservar su diente».
Roberto Carlos Aza afirma que «si los pacientes supieran que existen profesionales que se dedican exclusivamente a la Endodoncia, muchos querrían ser tratados por estos especialistas porque la gente está cada vez más sensibilizada con la importancia de acudir a expertos que centren su formación y actividad en un determinado campo. Por otro lado –explica el secretario-tesorero de AEDE–, en la actualidad los pacientes tienden a pedir una segunda opinión, y en este sentido vamos por el buen camino, porque se están sensibilizando con la importancia de escoger a profesionales capacitados».
Aranguren equipara la Odontología con otras ramas médicas: «al igual que un paciente con una lesión de rodilla escoge a un traumatólogo especializado en esta articulación, el que necesite una endodoncia acudirá a un endodoncista, pero para eso debe saber que existe».
Evolución tecnológica
Para el doctor Rafael Miñana las bases de la Endodoncia no han evolucionado. Desde que terminó su formación académica, allá por 1962, «las llaves del éxito del tratamiento endodóntico siguen siendo las mismas: una cavidad de acceso correcta, la conformación de los conductos respetando su anatomía original, una buena y eficiente irrigación, un adecuado aislamiento evitando la filtración y contaminación y la correcta obturación. Sin embargo, en cuanto a materiales y tecnologías se ha producido un desarrollo enorme».
Según el doctor Antonio Montero, «tecnológicamente, la Endodoncia es una de las disciplinas odontológicas que más ha evolucionado, gracias a la introducción del CBTC (Cone Beam Computed Tomography), el microscopio, los localizadores de ápice, los motores de Endodoncia, las limas de un solo uso…, y todo eso ha permitido que ahora trabajemos de una manera más sencilla. En la época de Rafael Miñana –prosigue– eran auténticos artesanos, ahora, aunque la actividad sigue requiriendo cierta habilidad manual, las tecnologías nos lo ponen más fácil».
«Sin embargo, a pesar de la evolución tecnológica, los resultados siguen siendo los mismos», comenta el doctor José Aranguren. «Según la literatura –explica–, en las endodoncias simples el resultado es el mismo; es en los casos complejos donde se ha producido una importante mejora».
Para el doctor Miguel Miñana «el desarrollo tecnológico en Endodoncia no ha mejorado los resultados, pero sí ha permitido que el profesional pueda abordar casos que antes dábamos por perdidos».
«Por desgracia, estos casos difíciles son los únicos que nos llegan a los especialistas», afirma el doctor Aranguren. «Y lo grave es que nos llegan demasiado tarde, cuando el dentista generalista ya ha intentado hacer una o dos endodoncias y ha fracasado».
Los asistentes a este desayuno coinciden en achacar esta situación a la crisis del sector. «Nadie quiere perder a un paciente –comenta el doctor Aranguren– y eso provoca que no sean derivados a los especialistas».
Por eso, para Antonio Montero, «es fundamental formar a los dentistas generalistas, para que sepan hacer un correcto diagnóstico y deriven los casos que sobrepasan sus conocimientos a los expertos en Endodoncia».
Para el doctor Roberto Carlos Aza, no solo se trata de falta de conocimiento, «hoy en día cuesta mucho referir un paciente y aquí entra en juego la crisis; porque muchos necesitan hacer el tratamiento para poder cobrarlo, aunque les sobrepase, así que abordan casos complejos sin estar cualificados y sin disponer de los medios tecnológicos apropiados».
«Como resultado –toma la palabra Aranguren–, se produce el fracaso de los tratamientos y esta es la causa de la mala fama de la disciplina. Así es lógico que los profesionales y pacientes no crean en la Endodoncia», se lamenta el profesor de la URJC.
Según el doctor Antonio Montero, «es la disciplina odontológica más artesana, donde más influye la habilidad manual; esto no quiere decir que no la pueda practicar cualquier dentista, pero lo que es indudable es que para hacerla bien necesita una formación especializada y años de práctica».
La Endodoncia en cifras
La Asociación Americana de Endodoncia (AAE) ofrece unos datos que nos permiten analizar las dimensiones de esta disciplina. Así, según la AAE, cada año se realizan más de 25 millones de endodoncias en Estados Unidos –más de 41.000 al día–. En este país, los especialistas en Endodoncia realizan más de 25 endodoncias semanales, mientras que los odontólogos generales realizan menos de dos a la semana.
Por otro lado, según la Asociación Europea de Endodoncia, en la actualidad hay cerca de 4.000 endodoncistas activos en Europa. Esta disciplina está reconocida como especialidad en ocho de países del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) –Croacia, Noruega, Lituania, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Suecia y Gran Bretaña–. En España aún está por llegar.
Laura D. Montalvillo
Los invitados, uno a uno
- Dr. Rafael Miñana Laliga. Profesor de Endodoncia en la Universidad de Valencia (1978-2005), profesor invitado de Endodoncia en la Universidad CEU Cardenal Herrera Oria y en la Universidad Católica de Valencia (jubilado) y miembro del Comité Científico de GACETA DENTAL.
- Dr. Miguel Miñana Gómez. Presidente electo de la Asociación Española de Endodoncia (AEDE).
- Dr. Roberto Carlos Aza García. Secretario-tesorero de la Asociación Española de Endodoncia (AEDE).
- Dr. Antonio Montero Martínez. Profesor asociado del Departamento de Patología y Terapéutica Dental de la Universidad Complutense de Madrid, vicepresidente de la Comisión Científica del Colegio de Dentistas de Madrid (COEM) y exsecretario de la Asociación Española de Endodoncia (AEDE).
- Dr. José Aranguren Cangas. Profesor asociado de Endodoncia en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), secretario general del Colegio de Dentistas de Madrid (COEM) y exvocal de la Asociación Española de Endodoncia (AEDE).