Carta de despedida del dr. Ramón Soto-Yarritu
El Dr. Ramón Soto-Yarritu, antes de abandonar la presidencia del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región, escribe en nuestras páginas unas líneas de agradecimiento y despedida a la profesión dental. En ellas destaca el trabajo desarrollado por su equipo durante los últimos cuatro años, «con la esperanza de haber contribuido a situar al COEM en el lugar que merece, el de referente de la Odontología de nuestro país».
Quisiera, en primer lugar, agradecer la oportunidad que GACETA DENTAL me brinda de escribir estas breves líneas de despedida y agradecimiento a la profesión dental. Han sido cuatro largos años vividos con enorme intensidad y pasión desde el seno del COEM. Atrás queda aquel momento en el que fui elegido presidente de una gran institución, con tan solo 37 años, y respaldado por una Junta de Gobierno llamativamente joven, pero preparada y comprometida. Fue una apuesta valiente y clara la que hicieron los colegiados madrileños en aquellas elecciones. Éramos el rostro de la ilusión, el impulso y la regeneración institucional en la Odontología y, humildemente, me atrevo a afirmar que no hemos defraudado a nadie, sino más bien todo lo contrario. Hemos sido capaces de seducir, estimular y motivar a muchos dentistas de Madrid, y de fuera de Madrid, quienes se han sentido orgullosos de ser dentistas, quienes han defendido en voz alta y sin complejos la dignidad de nuestra vilipendiada profesión y quienes han reivindicado el derecho de los españoles a una atención bucodental de calidad.
No quiero aburrir a quien lee estas palabras exponiendo los innumerables servicios y productos COEM ofrecidos a nuestros colegiados, las múltiples campañas publicitarias en defensa de una Odontología digna, los diversos acuerdos y convenios firmados, las actividades realizadas para la promoción de la salud bucodental y la importancia de la visita semestral al dentista. Sin embargo, no quiero dejar de destacar la admirable labor social realizada por la Comisión de Compromiso Social en Madrid, en España y fuera de España, y el cambio de nuestra sede colegial. Mucho queda en el tintero, pero me consta que los lectores de GACETA DENTAL han sido testigos de todas estas acciones y proyectos, agradeciendo a esta revista el haber dado eco puntual y brillantemente a todos ellos.
Si el incondicional trabajo y esfuerzo demostrados por la Junta de Gobierno del COEM han servido para que nuestros colegiados se sientan, cuatro años después, más identificados y mejor representados, nos vemos recompensados y satisfechos por la ilusión y tiempo empeñados.
Y cuando uno entrega lo mejor de sí, cuando uno se vacía, y lo que queda para ofrecer no lo consideras suficientemente relevante ni interesante para nuestra profesión, parece que lo más sensato es irse.
Siempre he criticado a quienes se acomodan y apoltronan en el poder, siendo un lastre y una rémora para quienes los padecen. Así pues, ante el riesgo de que esto ocurriera, me marcho satisfecho y agradecido. Agradecido por todos los amigos que he hecho en este tiempo y eternamente agradecido por el honor que para mí ha sido ser presidente del COEM y escribir junto con los miembros de mi Junta de Gobierno una bella página en la historia de la Odontología.
Con la humilde esperanza de haber contribuido a situar al COEM en el lugar que merece, el de referente de la Odontología de nuestro país, y también con la ilusión de haber dado un ejemplo de honradez y transparencia en nuestra gestión, quiero transmitir a todo aquel que lea estas líneas que una Odontología digna y de calidad es posible.
Que recuperar la admiración y el respeto a nuestra profesión es posible, que con ilusión, esfuerzo y buen corazón, UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE. •