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«La educación dental ha seguido el ritmo de los desarrollos surgidos de la investigación»

Damien Walmsley, presidente de la Association for Dental Education in Europe (ADEE)

La Asociación para la Educación Dental en Europa (ADEE, en sus siglas en inglés) cumple en 2015 cuarenta años. Damien Walmsley, presidente de la organización, que representa a más del 80% de las facultades de Odontología del continente, destaca en esta entrevista la extraordinaria evolución de la enseñanza dental en los últimos años, incorporando las últimas tecnologías y los rápidos avances que se producen en el sector. ADEE apuesta ahora por un modelo educativo para los dentistas basado en competencias.

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Damien Walmsley anunciando el programa de becas lanzado con motivo del 40º Aniversario de la ADEE.

—¿Cuál es el nivel de la educación dental hoy en día en Europa?

—El nivel es muy bueno ya que ha habido grandes mejoras en la educación provocadas por proyectos de colaboración a nivel europeo, como la red «DentEd». Este desarrollo se ha producido principalmente durante las últimas dos décadas, como ejemplo tenemos los proyectos financiados por las autoridades europeas y liderados por la Asociación para la Educación Dental en Europa.

Estos proyectos han reforzado la colaboración entre las facultades de Odontología europeas, a través de visitas de arbitraje y gracias a documentos importantes, entre los que se incluye el titulado «Perfil y Competencias del dentista europeo».

Estos documentos sirven como guía de orientación para la armonización y la consecución de una educación de mayor calidad en las facultades de Odontología europeas. La actualizada Directiva sobre Cualificaciones Profesionales, en la que se incluye también la Odontología, permite la libre circulación de los dentistas en toda la Unión Europea. Por lo tanto, para mejorar las normas entre las escuelas, tenemos que aprender unos de otros y compartir las mejores prácticas.

—¿Cómo ha sido la evolución de la educación dental en los últimos cuarenta años?

—La educación dental ha evolucionado mucho, siguiendo el ritmo de los nuevos desarrollos de la investigación. En la actualidad, hay artículos en publicaciones, como la Revista Europea de Educación Dental, que destacan las innovaciones en la enseñanza y el aprendizaje de la Odontología. Aquí se incluyen las colaboraciones entre estudiantes y profesores de todo el continente que facilita el programa Erasmus.

Asimismo, dentro de las innovaciones se incluye el traslado al ámbito educativo de la formación basada en competencias o la importancia de la prevención y la salud pública oral.

Hay nuevos métodos educativos y pedagogías que incluyen el aprendizaje entre compañeros, el aprendizaje colaborativo y una aproximación basada en la resolución de problemas. La tecnología se utiliza en toda la educación dental y el incremento en el uso de dispositivos móviles está provocando cambios, lo que trae consigo el reto de incorporar estos nuevos hábitos al campo formativo. Esto es e-learning y aprendizaje móvil –mobile learning–. También el uso de la tecnología háptica permite a los estudiantes de Odontología tratar pacientes virtuales.

Hemos visto grandes cambios en la educación dental y en la investigación. Hace cuarenta años había pocos ensayos clínicos y el nivel de vida de las personas era generalmente más bajo. Los peligros del azúcar e incluso de fumar no se evaluaban y los hábitos en la dieta de la población eran peores. La idea de la prevención de la enfermedad no se entendía. Los dentistas empleaban métodos más mecánicos para tratar los niveles de caries y la extracción de los dientes y las prótesis eran la solución.

En estos años se han producido grandes avances en el conocimiento sobre la prevención: la importancia del correcto cepillado para evitar enfermedades de las encías o el uso generalizado de la pasta con fluoruro y se ha puesto de relieve el papel de las bebidas azucaradas y gaseosas en la caries dental. Asimismo, en este tiempo, las técnicas dentales han mejorado, y por citar dos de los avances importantes destacaría: la capacidad de integrar materiales creando piezas que recuperan su apariencia natural y la introducción de los implantes de titanio que ha permitido a los dentistas reemplazar los dientes perdidos. La educación dental tiene que estar preparada para hacer frente a este tipo de avances tan rápidos.

—¿Qué cambios serían necesarios para aumentar aún más el nivel de la educación dental?

—El nivel de educación dental es alto y la Odontología está avanzando su base de conocimientos, pero esto requiere tiempo. Hay nuevas y emocionantes tecnologías que ofrecen grandes ventajas para la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes de Odontología. Sin embargo, se necesita tiempo para lograr cambios. Esta demanda vendrá desde la propia Odontología, ya que serán los jóvenes que se están formando como dentistas los que exigirán dichos cambios en su educación.

No obstante, hay posibilidades de intercambio de buenas prácticas entre las escuelas europeas. A medida que aprendamos juntos esto redundará en el beneficio de nuestros pacientes. Las colaboraciones entre las facultades de Odontología europeas abordarán temas de interés mutuo. Por ejemplo, ciertas metodologías o pedagogías que se apliquen en una escuela podrían ser adoptadas en otra con problemas similares. Esto promoverá el entendimiento mutuo y la colaboración paneuropea, así como la resolución de problemas prácticos.

—¿Están los profesionales europeos al mismo nivel que sus colegas estadounidenses, por ejemplo?

—Esta es una pregunta que me formulan a menudo y siembre estoy encantado de decir que estamos en el mismo nivel o incluso más avanzado. Tenemos que darnos cuenta de que no todos nuestros pacientes viven en Hollywood y que Estados Unidos es un país muy grande.

El reto de la Odontología consiste en responder a las desigualdades que están presentes en nuestra sociedad. Debemos tener cuidado de no formar dentistas sólo para atender a aquellos que pueden permitirse tratamientos odontológicos caros. La educación y el tratamiento de las clases bajas de la sociedad requieren nuestra atención. Estas personas existen, tanto en América como en Europa. Si los dentistas no desean atenderlos, estoy seguro de que los gobiernos europeos no tendrán problemas en formar más personal auxiliar, capaz de hacer muchos procedimientos, lo que además les puede resultar más rentable.

Al mismo tiempo, se están registrando numerosos avances en la investigación científica y educativa. La revista de ADEE, el «European Journal of Dental Education», es la publicación líder internacional en este campo. Los trabajos de investigación, que proceden de muchas de nuestras instituciones, son de primer nivel. Nuestros estudiantes europeos son brillantes y entusiastas y aprenden las técnicas más avanzadas con equipamiento de última generación. Por ejemplo, investigadores de los Países Bajos, Reino Unido y empresas francesas han desarrollado unos sofisticados simuladores que permiten a nuestros estudiantes trabajar en los pacientes mediante la realidad virtual para que estén mejor preparados para la situación clínica real.

—¿Cree que podríamos ver cambios en la educación dental europea a corto plazo?

—Sí, de hecho ya se están produciendo muchos cambios. Por ejemplo, los avances tecnológicos a través de los teléfonos móviles ofrecen una gran cantidad de información. Aquí es donde surgirán más cambios. Además, hemos mejorado las redes de comunicación y con el uso de registros electrónicos de los pacientes se tiene ahora más información ahora sobre éstos que nunca. Habrá grandes conjuntos de datos con información del paciente (Big Data), lo que nos permitirá controlar y tratar mejor su salud bucal.

La Odontología basada en la evidencia también es muy importante. Estamos empezando a hacer preguntas acerca de nuestros regímenes de tratamiento y buscando los ensayos clínicos para proporcionar esta evidencia. Queremos ver a nuestros estudiantes de Odontología comenzar su práctica clínica con habilidades de pensamiento crítico que les permitan revisar, aplicar y actualizar los más modernos tratamientos en sus pacientes.

También estamos en la era del poder del paciente. Como dentistas ya no hacemos lo que pensamos que es correcto. Cada decisión que tomemos tiene que implicar al paciente. La seguridad de éste es primordial y los estudiantes están siendo formados para garantizar los más altos niveles de cuidado oral.

—Aunque el nivel de la educación universitaria odontológica es alto, es recomendable que el estudiante complete su preparación con un programa de postgrado, ¿no es cierto?

—El desarrollo profesional continuo es esencial en la Odontología. Cuando salimos de la facultad debemos ser aprendices de por vida y mantenernos al día. Continuamente se están produciendo nuevos avances y por eso hay que asistir a cursos. Aquí también se incluyen los programas de postgrado, donde el dentista puede especializarse en un determinado campo, pero es cada profesional quien debe decidir. En Europa, los requisitos en la CPD (Continual Professional Development) no siempre están claros y en algunos países incluso no es obligatoria. Éste es un tema que necesita un mayor desarrollo urgentemente.

—Asimismo, en Europa, no se han aprobado las especialidades oficiales dentales en todos los países (en España, por ejemplo). ¿Por qué no existe el mismo modelo en todos los países de Europa? ¿Cree que se implantará en el futuro?

—Las especialidades dentales son muy influyentes y si uno ha invertido tiempo y dinero en un título de postgrado querrá ver su trabajo recompensado. Esto proporciona prestigio y motivación al odontólogo. Sin embargo, cada país de la UE difiere en las especialidades que tiene reconocidas. Las dos especialidades que son comunes a la mayoría de los países son Cirugía Oral y Ortodoncia. Hay otras, como Periodoncia, que desean ser reconocidas en toda Europa y se está estudiando. Este es otro tema para mantener en estrecha vigilancia los próximos años.

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Miembros de la ADEE con estudiantes europeos en una reunión celebrada en Riga.

—Centrémonos en el caso español, donde el exceso de graduados plantea problemas de inserción laboral. ¿Cree usted que veremos pronto un númerus clausus en Europa?

— Actualmente, se ha puesto en marcha una acción común para la Planificación de la Fuerza Laboral en Europa, donde están incluidos los profesionales dentales. El objetivo es registrar la situación de ciertas profesiones y hacer recomendaciones para mejorar las desigualdades.

La planificación de los recursos humanos en Odontología es compleja, no hablamos de una ciencia exacta. Es improbable que un recién graduado vaya a áreas donde hay una gran necesidad de profesionales, ya que normalmente no hay ningún área deseable para un dentista joven que implique alejarse de sus familiares y resto de contactos sociales.

La distribución uniforme de los dentistas en un país es un reto que no ha sido resuelto. Además, hay que tener en cuenta que la regulación en el sector dental puede ir en contra de la filosofía de libre mercado de un país. Las escuelas privadas obtienen beneficios formando dentistas y esto puede entrar en conflicto con las regulaciones económicas del Estado.

—En cuanto a ADEE, la Asociación está celebrando su 40 cumpleaños este año. ¿Qué actividades se están desarrollando para conmemorar el aniversario?

—Estamos muy contentos de celebrar nuestro 40 aniversario en 2015 y se ha aprobado el Programa de Becas «ADEE 40 Aniversario». Desde su fundación en 1975, nuestra Asociación ha jugado un papel importante en la mejora de la calidad de la educación, fomentando el desarrollo profesional de los educadores dentales y apoyando a la investigación en la educación del personal relacionado con la salud bucodental. Estas becas son un paso más en el apoyo al avance de las actividades académicas en Odontología.

Estamos apoyando a los miembros que actualmente están llevando a cabo programas de doctorado sobre educación dental. ADEE está poniendo a disposición un fondo total de 20.000 euros durante el período de 2015 a 2016. Estas becas son una vía para apoyar a los educadores del mañana y, por lo tanto, un medio para contribuir al fortalecimiento del papel de la educación dental.

Es emocionante. En nuestra reunión anual, que tendrá lugar en Szeged (Hungría), habrá un montón de celebraciones con motivo de nuestro aniversario. Colgaremos fotos en Twitter y Facebook, que les invito a visitar.

—La ADEE tiene en marcha el programa LEADER. ¿Cuáles son sus directrices y objetivos?

—El programa LEADER, o lo que es lo mismo, «Líder Europeo de Investigación Académica en Educación Dental», nació como respuesta a una creciente demanda de nuestros miembros, quienes vieron la necesidad de desarrollar un programa de mejora de la calidad. Éste reconoce a aquellas escuelas que participan en el ciclo de mejora continua de la calidad y persigue como objetivos: promover el progreso y fomentar la convergencia hacia un alto nivel en la educación dental; promover y ayudar a coordinar la revisión y aseguramiento de la calidad en la educación y la formación dental; promover el desarrollo de métodos de evaluación y examen; promover el intercambio de personal, estudiantes y programas; difundir el conocimiento y la comprensión de la educación, y proporcionar un vínculo europeo con otros organismos que se ocupan de la educación, especialmente la dental.
Es un ciclo de mejora de la calidad que permitirá a las escuelas dentales alcanzar los más altos estándares de enseñanza y aprendizaje para mejorar la atención al paciente.

—Por último, ¿a qué retos debe hacer frente la educación dental europea?

—ADEE tiene una misión: «Aprender juntos para mejorar la salud oral». Creo que esta declaración es un buen objetivo general. Vamos a involucrar a todas las escuelas de Odontología en Europa para que nos ayuden a alcanzar el más alto nivel en la educación dental. Sin embargo, sigue habiendo problemas y entre éstos se incluyen: un aumento de las desigualdades en la calidad de la educación dental entre las facultades de Odontología europeas, las limitaciones financieras, la falta de iniciativas de colaboración o el aumento de las regulaciones. Sin embargo, gracias al trabajo, a la creación de redes de colaboración y al entusiasmo, tendremos éxito en hacer que nuestras escuelas europeas dentales se sitúen entre las mejores en el mundo.

¿Qué es la ADEE?

La Asociación para la Educación Dental en Europa (ADEE) fue fundada en 1975 como una organización europea independiente que representa a la comunidad de educadores dentales. Reúne a escuelas dentales, sociedades especializadas y asociaciones nacionales que se ocupan de la educación dental en Europa. En total, la componen alrededor de 180 miembros, que representan a más del 80% del total de centros formativos de Odontología en el continente. De España, figuran entre sus miembros, las facultades de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Santiago, la Universidad Internacional de Cataluña y la Universidad de Granada, así como el Consejo General de Dentistas.

 

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