Dr. Lucas Bermudo, reelegido presidente del Colegio Oficial de Dentistas de Málaga
El aumento desmesurado del número de dentistas en los últimos años ha provocado una banalización de la profesión. Este problema es aún mas acuciante en Málaga, una de las provincias que cuentan con más profesionales. De esto y mucho más, charlamos con el Dr. Lucas Bermudo, presidente del Colegio de Dentistas malagueño, quien acaba de arrancar su cuarto periodo de mandato.
—¿Cómo afronta su cuarto mandato al frente de los dentistas malagueños?
—Lo afronto con la experiencia que dan los doce años que ya llevo al frente de la institución, pero con la ilusión que produce el ser reelegido, una ilusión que es la que me ha animado a presentarme. Sin ella, no hubiera repetido candidatura.
—¿Cuáles serán las líneas de trabajo de cara a estos cuatro años?
—En primer lugar, consolidar un modelo de Colegio basado en la prestación de servicios al colegiado; promoveremos la apertura del Colegio a la sociedad, con la que debe interaccionar cada vez más; y fomentaremos la formación continuada, ofreciendo cursos, congresos, demostraciones y titulaciones de postgrado en colaboración con universidades.
—¿Quiénes le acompañan en la junta directiva?
—Un grupo de compañeros que conjugan juventud y veteranía y de los que no puedo prescindir: los doctores Eduardo Crooke, como vicepresidente; Antonio Mauri, como tesorero; Rafael Bermudo, como secretario; y los vocales Eduardo Albe y Daniel Navas, que continúan como miembros de la Junta. Además, para esta legislatura sumamos el punto de vista de la juventud con las doctoras Claudia Vargas, María de los Ángeles Requena y Carmen Rivera, que se estrenan en este «camino». Éste siempre será un Colegio donde las decisiones las tomaremos en la Junta de Gobierno, huyendo de hacerlo de forma presidencialista.
—¿Cuántos colegiados suma el colegio que usted preside?
—En estos momentos, rozamos los 1.100 colegiados, lo que nos convierte en uno de los mayores del país.
—¿Qué servicios ofrece el colegio al profesional malagueño?
—Ofrecemos asesoramiento en cuanto al ejercicio de la profesión; intermediamos en conflictos y reclamaciones y, además, nos encargamos de las relaciones con las distintas administraciones. Igualmente, ofrecemos servicios de terceros por medio de convenios que tenemos con diferentes empresas e instituciones; pero, sobre todo, el servicio más importante que ofrecemos y el más valorado por el colegiado es la formación continua. Disponemos de un amplio calendario de formación donde incluimos actividades de distintas materias y áreas, porque queremos dar una oferta integral a nuestro colectivo.
Además, ofrecemos la posibilidad de hacer todos los trámites a través de Internet, con la reciente puesta en marcha de nuestro Colegio Virtual. Con esta plataforma, hemos querido mejorar las relaciones con nuestros colegiados, evitando que tengan que desplazarse para realizar sus gestiones colegiales.
—¿Cómo ha visto evolucionar la profesión a lo largo de sus distintos mandatos?
—Para mí, la evolución fundamental es el aumento del número de dentistas. Así, hemos pasado de una oferta de profesionales que no podía atender a la demanda social que existía, a un momento como el actual, en el que sucede lo contrario.
Gracias a ello, la profesión ha dado un salto cualitativo, aprovechando además las innovaciones tecnológicas que han ido apareciendo. Pero, también, se ha producido una banalización de la profesión.
—¿Cuál es la situación actual de los profesionales de la Odontología en su provincia?
—Es muy competitiva puesto que Málaga es una de las provincias con más dentistas. También sufrimos la banalización de la profesión y está en nuestra mano luchar por mantener el prestigio de nuestro colectivo en la sociedad malagueña.
—¿Qué le transmiten los jóvenes colegiados?
—Muchos de ellos me transmiten la ilusión por una profesión a la que llegan deseando comerse el mundo. Otros, en cambio, nos hacen responsables de cómo están las cosas. Yo creo que quien está en el cargo de presidente debe aceptar tanto las críticas como la desazón y, sin embargo, hacer lo posible para cambiar aquello que no gusta. El futuro es de los jóvenes. Tanto es así que he creado una vocalía para dentistas jóvenes que llevarán los doctores Daniel Navas y Carmen Rivera.
—¿Alguna “receta” para superar los problemas que actualmente padece la profesión?
—Se habla de numerus clausus para limitar el número de dentistas, de la aparición de las especialidades odontológicas —con las que no estoy de acuerdo en la parte de limitación del ejercicio—, etc. Pero, creo que lo fundamental, y lo que no hacemos desde el órgano de representación de la profesión, es sentarnos con la Administración para consensuar un modelo moderno de Odontología.
—¿Qué le está aportando su experiencia como presidente de un colegio de dentistas?
—Me aporta una visión distinta de la profesión a la que tendría si sólo trabajara en la consulta. La profesión de dentista es algo solitaria, porque se comparte poco con los compañeros. Gracias al cargo no tengo una sola visión, la mía, sino muchas, las de los muchos compañeros con los que trato. Todo ello me enriquece y me ayuda a tener una visión a largo plazo.
—¿De qué logro alcanzado hasta el momento se siente más orgulloso?
—No sé si logro, puesto que no hay foto fija, sino en movimiento, pero sería la mejora en el conocimiento de la profesión tal y como es.
—¿Y cuál le generaría más satisfacción alcanzar?
—Como me gustan los retos, me gustaría que mis compañeros comprendieran las razones para conseguir un Colegio profesional fuerte y unido.
—¿Cómo ve el futuro a medio o largo plazo de la profesión?
—En constante cambio. Habrá un mayor número de dentistas y cambios en las normativas, a las cuales tendremos que responder con fórmulas imaginativas y una sólida formación. Que esto último se pueda adquirir libremente es fundamental para que podamos elegir nuestro camino.
Más personal
Nacido en… Sevilla.
Estado civil… Casado.
Aficiones… Leer y navegar.
Deportes… Tenis.
Películas… Casablanca, Fresas Salvajes… ¡Me encanta el cine!
Un lugar… Málaga.
Música preferida… La de los años 60.
Viajes en cartera… Visitar a mi hija pequeña en Toulouse e ir a Sicilia con mi esposa.