La SECOM promueve la visita al especialista ante las primeras molestias
Las muelas del juicio causan molestias a más de dos tercios de la población, sin embargo, el temor impide a estas personas acudir al dentista para someterse a una extracción.
El miedo al dolor retrasa y complica la cirugía de extracción de las muelas del juicio o cordales, según la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), que recuerda la importancia de acudir al especialista cuando empiezan a dar problemas para facilitar el tratamiento. Las muelas del juicio ocasionan molestias en al menos dos tercios de la población. De hecho, «hay pocas personas que a lo largo de su vida no las hayan sufrido. Sin embargo, muchos buscan ayuda cuando ya el dolor es intenso y frecuente y llegan a la consulta con apiñamiento, reiterados flemones o caries», señala la doctora Carmen Baquero, jefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Fe de Valencia.
Según esta especialista, «todavía, a pesar de los avances en los tratamientos, existe un miedo ancestral a todo lo relacionado con la salud oral y esto es, muchas veces, lo que impide al paciente tomar la decisión de acudir a la consulta». Además, la extracción de los terceros molares (las muelas del juicio), se vuelve más difícil en aquellos pacientes que tienen ansiedad o miedo, según se refleja en un estudio español publicado en el número de septiembre de la Revista Internacional de Cirugía Oral y Maxilofacial. Sin embargo, es «una cirugía segura en la que apenas surgen complicaciones», añade la doctora. Otra investigación revela la baja frecuencia de eventos adversos durante la extracción.
Un 72% de la población tiene al menos un cordal inferior de difícil erupción y un 45% tiene problemas con el cordal superior, según datos de la SECOM. Por ello, la cirugía de extracción es una de las más frecuentes en los servicios de Cirugía Oral y Maxilofacial, indicada en casos de infecciones, molestias de repetición durante la erupción, motivos ortodóncicos, caries, malposición o patología asociada. En el caso de los adolescentes «suele ser por un motivo ortodóncico y casi siempre optamos por extraerlas para evitar complicaciones en el futuro. La extracción por prevención a esas edades resulta bastante rentable», indica la doctora Baquero.
No obstante, en adultos no está tan definido si es necesario extraerlas si no han dado problemas. «Lo normal es quitarlas cuando los dan», explica esta especialista. En los jóvenes la principal causa es el apiñamiento dentario y en adultos suele ser por infecciones de repetición y por problemas de flemones, según Carmen Baquero. Por su parte, en la edad madura el motivo viene por la formación de lesiones de los maxilares en relación con los tejidos que forman la muela, «como quistes u otro tipo de lesiones tumorales de la mandíbula», comenta.
Las extracciones de las muelas del juicio «deben realizarlas un cirujano oral y maxilofacial, que está formado para realizar una cirugía de este tipo y asumir cualquier tipo de complicación», destaca el doctor Javier González Lagunas, presidente de SECOM.
La intervención puede realizarse con anestesia local, sedación endovenosa o anestesia general, en función de las características del paciente. En cuanto al postoperatorio, «tendrá inflamada la zona durante un máximo de 48 horas, dificultad para abrir la boca y dolor variable en función de su tolerancia», asegura el doctor González Lagunas. Los cirujanos orales y maxilofaciales recomiendan dieta blanda y fría durante los primeros dos días, extremar la higiene bucal, no fumar y tomar el tratamiento indicado que suele ser a base de analgésicos y antibióticos.
Nuevas técnicas
Tanto la extracción de las muelas del juicio como el postoperatorio han evolucionado en los últimos años gracias a los «avances tecnológicos incorporados», señala el doctor Luis Barbier, del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital de Cruces de Bilbao. La prueba de diagnóstico más utilizada es la ortopantomografía o radiografía panorámica. Sin embargo, «el escáner dental se utiliza cada vez más ya que permite conocer la posición exacta de los dientes o localizar un nervio, lo que aumentará la precisión del cirujano en quirófano», afirma. Un estudio japonés publicado en la Revista Mundial de Radiología confirma su utilidad para identificar posibles factores de riesgo que puedan influir durante la cirugía de terceros molares gracias a la prestación de imágenes claras.
En cuanto a la cirugía, otro de los avances que se está utilizando en la actualidad es el bisturí piezoeléctrico «para mover el hueso que está encima de las muelas del juicio, lo que mejora el postoperatorio y da menos problemas», expone el doctor Barbier. Una investigación italiana, publicada recientemente en la Revista Internacional de Cirugía Oral y Maxilofacial, ha comprobado como su uso se asocia con «menos molestias postoperatorias y con mejores resultados en cuanto a la hinchazón».