Elecciones SEI. Así, como de tapadillo, se ha podido saber que la Sociedad Española de Implantes (SEI) ha convocado elecciones para renovar su junta directiva. Está previsto que la cita ante la urna se produzca el 14 de noviembre, en el ecuador de la celebración del vigésimo séptimo Congreso Nacional de la sociedad, que está anunciado del 13 al 15 de ese mismo mes en Madrid. Los casi 450 socios tendrán que decidir entre los dos candidatos que se presentan: uno continuista y otro renovador. Aunque no se han dado nombres todo apunta a que ambos candidatos pertenecen a la actual junta directiva y que el renovador es uno de sus vocales.
El otro aniversario ‘redondo’. El mes de septiembre vino cargadito de aniversarios redondos, pues al que recordaba el cuarto de siglo cumplido por Gaceta Dental le siguió, solo dos días después, otro más que relevante. El presidente honorífico de la revista, José María Herranz, celebraba las bodas de oro de su matrimonio con Pilar, su mujer de toda la vida; una pareja unida desde la infancia, como bien saben quienes los conocen y se aprecia en la foto pequeña del programa que entregaron a los asistentes [el niño de la derecha es José María –cantando, claro–, y la que está su lado es Pilar]. El ‘presi’, como se le llama cariñosamente en la que sigue siendo su casa, llevó el acontecimiento con cierto sigilo, lo que no impidió que más de uno –y de dos– se enterase de la efeméride y le felicitase por esos cincuenta años de convivencia trufada de canciones y chistes, que el bueno de José María explota la vena de showman que le caracteriza tanto en público como en la intimidad del hogar. Fue un acto entrañable, cordial, cálido y próximo. Pero no íntimo, pues en el ágape que siguió a la misa de acción de gracias se dieron cita no menos de 150 personas, entre amigos y familiares. Y ante todos ellos el ‘presi’ entonó el Te quiero, te quiero que popularizara Nino Bravo a comienzos de los años setenta. Del buen corazón de la pareja quedó constancia por la petición que hizo a sus allegados y, acordándose de los más necesitados, que en estos tiempos no son pocos, rehusaron cualquier tipo de regalo para solicitar un donativo destinado a Cáritas. Hay cosas que se caen por su propio peso y de ahí que nadie conozca a nadie que hable mal del ‘presi’.
Ojo con el botox. A raíz de la publicación, el mes pasado, en esta misma sección de la queja/denuncia que hacen cada vez más estomatólogos sobre la disyuntiva doctor médico o doctor dentista como directores de clínicas dentales, llega a la redacción una especie de apéndice, también relativo a las competencias de ejercicio que permite cada titulación. El comunicante recuerda que «los odontólogos no pueden inyectar botox, salvo que sean licenciados en Medicina y Cirugía y tengan además la habilitación certificada y reconocida en manejo de toxina botulínica». Y hace extensiva su advertencia a los odontólogos sobre las inyecciones de ácido hialurónico: «Es delito de intrusismo –dice el informante– por tratarse de una práctica médica, a la que se añadiría un delito contra la salud pública y la pérdida de la licencia para el ejercicio de la Odontología». Transmitido queda.