El COEM celebró un curso sobre cómo tratar al paciente oncológico
El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (COEM), en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer (aecc), ha puesto en marcha una campaña de formación e información para profesionales sanitarios, voluntarios y pacientes.
Un gran porcentaje de los pacientes oncológicos puede presentar problemas bucales provocados por el tratamiento, que pueden desembocar en infecciones o aumentar el riesgo de desnutrición. Por eso, el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (COEM) ha puesto en marcha, junto con la Asociación Española Contra el Cáncer (aecc), una campaña informativa para que profesionales sanitarios, dentistas, voluntarios y pacientes, presten especial atención al cuidado de la boca en estos casos.
Para la Dra. Rocío Cerero, asesora de la Fundación COEM (FCOEM) en cáncer oral, «la salud bucodental del paciente oncológico es un aspecto muy importante al que en ocasiones no se le presta suficiente atención. Perseguimos un doble objetivo: por un lado, la formación de odontólogos y personal auxiliar en las necesidades de tratamiento de los pacientes con cáncer y, por otro, la divulgación de los cuidados orales que deben llevar a cabo estos pacientes, tanto previamente como durante y después de dicho tratamiento. Todo ello dirigido a tratar de minimizar los posibles efectos en la salud bucodental de estos pacientes».
El impacto de la quimioterapia y radioterapia
El riesgo más frecuente del paciente en tratamiento oncológico es desarrollar una mucositis, es decir, una inflamación de la mucosa oral, en ocasiones con úlceras que pueden llegar a ser muy importantes. Esta circunstancia, incluso, puede impedir la correcta alimentación del paciente y, por supuesto, dificulta la higiene adecuada. Uno de los motivos de que esto ocurra es el rápido recambio celular que se produce en esta mucosa, en la que las células se dividen rápidamente y es, en ese sentido, similar a las células tumorales que son contra las que actúan los agentes quimioterápicos.
A este hecho hay que añadir que la boca es una cavidad llena de gérmenes y, que además, está sometida a múltiples roces por la masticación, irritaciones por los alimentos, temperatura, etc. Todo ello hace que sea especialmente susceptible a los tratamientos oncológicos, ya sea la quimioterapia o la radioterapia.
La mucositis se puede producir en el 40-45% de los pacientes sometidos a quimioterapia y en el 80% de los tratados con radioterapia de cabeza y cuello. Depende del tipo de tratamiento que se aplique, pero también depende de la salud previa del paciente. Por suerte, se resuelve sin secuelas al finalizar el tratamiento.
Otro riesgo importante es la osteonecrosis, una destrucción de hueso que afecta tanto a pacientes que han recibido tratamiento con radioterapia como a los que han sido tratados con bifosfonatos, en caso de tumores óseos. Para evitarla, lo ideal es hacer todas las extracciones necesarias previamente a estos tratamientos y evitar que se tengan que efectuar después.
Quizá la complicación más invalidante para el paciente sea la falta de saliva que se produce a consecuencia de la radioterapia aplicada en la región de cabeza y cuello cuando el tumor está en esta zona. Aparece en las primeras sesiones y persiste, en ocasiones, de por vida.
La alteración del gusto durante el tratamiento con quimioterapia es un efecto secundario bastante frecuente. Los pacientes perciben una disminución en el sabor de determinadas comidas o un gusto metálico o amargo de las mismas, sobre todo con los alimentos ricos en proteínas como la carne y el pescado. Esto puede favorecer que el paciente deje de disfrutar de la comida o que ésta, incluso, pueda resultarle desagradable, lo que contribuye a la falta de apetito y pérdida de peso.
Todas estas alteraciones pueden ocasionar molestias o dificultad a la hora de alimentarse o hidratarse. Es importante acudir al dentista para una valoración general antes de empezar el tratamiento para tratar de evitar estos riesgos y comentar cuanto antes al oncólogo cualquier alteración en este sentido para iniciar su tratamiento lo antes posible y así reducir el riesgo de desnutrición.
Consejos de cara al paciente oncológico
Antes de iniciar el tratamiento es importante realizar una adecuada higiene bucal y consultar con el dentista, para que valore el estado de la boca y pueda realizar los tratamientos oportunos (limpieza, empaste de piezas cariadas, tratamiento de abscesos, etc.).
Durante el tratamiento, el COEM recomienda mantener una buena higiene oral para reducir el riesgo de complicaciones y cepillarse los dientes después de cada comida (incluido almuerzo y merienda); utilizar productos no irritantes y especialmente adecuados en cada caso, como un cepillo suave, pasta sin detergente o colutorios sin alcohol; no fumar ni consumir bebidas irritantes como alcohol o café; prevenir la infección, con colutorios antisépticos o con tratamientos específicos; llevar una dieta no cariogénica para contribuir a prevenir la patología con frutas y verduras abundantes y con texturas que no produzcan traumatismos (poco irritantes, especiadas o calientes); y evitar el uso continuado de dentadura postiza, ya que podría dañar más la mucosa, y emplearla sólo en los casos necesarios (para comer o salir a la calle).
Acciones de la campaña del COEM y la aecc
El Colegio de Dentistas de Madrid celebró en su sede un curso multidisciplinar dirigido a dentistas sobre cómo tratar al paciente oncológico, siendo el dinero de las inscripciones donado a la aecc.
El COEM y la aecc también han realizado una guía para pacientes y hospitales sobre cuidados bucodentales para el paciente oncológico, que será distribuida por todos los hospitales de Madrid que cuenten con un área oncológica.
Por último, y también dentro del marco de esta campaña, el COEM impartirá formación a los voluntarios de la aecc en salud bucodental.
El COEM advierte del riesgo del tratamiento con implantes de baja calidad
En el marco de la campaña «Tu boca no está de oferta», el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región, advierte del riesgo del tratamiento con implantes que se ofertan a bajo coste porque pueden no cumplir un mínimo de calidad o incluso suponer un riesgo para la salud bucodental del paciente.
«El implante es generalmente la mejor opción para sustituir dientes que se han perdido, pero, para garantizar el éxito del tratamiento, es fundamental que se realice por profesionales especializados, formados y con experiencia, que realicen un estudio previo y un mantenimiento posterior adecuado, además de utilizar materiales de máxima calidad», señala el Dr. Ramón Soto-Yarritu, presidente del COEM. «Un implante de mala calidad tiene un riesgo mucho mayor de no osteointegrarse y de provocar complicaciones por desajustes o fracturas de la prótesis o de los elementos de unión de las prótesis con los implantes. Esto se puede traducir en perder el implante o en infecciones y/o consecuencias más graves para la salud del paciente»