Hoy en día el odontólogo se encuentra con pacientes informados y con peticiones precisas. Sabemos muy bien que la imagen de la prótesis removible tradicional lleva a los pacientes a pedir siempre una prótesis fija. Sin embargo, ésta no es siempre la mejor solución. La posición de los implantes, la dimensión vertical, la tipología de hueso sobre el cual trabajar, las prótesis anteriores ya presentes en la boca y otros factores pueden influir en las decisiones del equipo dental. Siempre es importante la participación del paciente y la explicación de los pros y los contras del proyecto protésico. Estética y funcionalidad son los objetivos a alcanzar y solamente se obtendrán los mejores resultados, a través de la colaboración entre odontólogo, protésico y paciente.
En este caso se explica el procedimiento seguido en un paciente al cual se le han insertado seis implantes en el maxilar inferior, y demostrará que la proximidad entre los implantes descarta una prótesis fija con extensión y obliga a elegir una barra con sobrestructura y prótesis removible anclada con el uso de aditamentos calcinables de dimensiones reducidas. Se explicará el porqué se ha preferido realizar la barra con fusión y no con método CAD-CAM.