Carlos Machuca, presidente del Colegio de Protésicos Dentales de Madrid
Carlos Machuca asume la presidencia del Colegio de Protésicos Dentales de Madrid tras más de una década intentando aportar su granito de arena en distintos puestos de la organización. De declarado carácter inconformista, la lucha contra el intrusismo y la mejora de la cualificación profesional del colectivo que representa centrarán parte de sus esfuerzos de cara a los próximos cuatro años de mandato.
—¿Cómo transcurrieron las elecciones a la presidencia del Colegio de Protésicos de la Comunidad de Madrid, celebradas el pasado 26 de abril?
—Mi candidatura resultó ganadora frente a la de D. José Cruz Martín. Desde mi punto de vista, los protésicos dentales de Madrid han percibido que era la opción que defendía realmente sus intereses profesionales y no los de las grandes empresas. Pero, más allá del resultado, quiero resaltar que ha sido un éxito de participación respecto a lo que estábamos acostumbrados. El hecho de haber concurrido a los comicios dos candidaturas ha propiciado la movilización de muchos compañeros que parecían estar en un letargo que no beneficiaba en ningún sentido a nuestra profesión. Lo más importante ha sido que nos hemos dado cuenta de que todavía tenemos muchas cosas por hacer en defensa de nuestra profesión y para mejorar los servicios que se proporcionan a los colegiados.
—¿Cómo encara su nueva etapa al frente del Colegio de Protésicos Dentales de la Comunidad de Madrid?
—Siempre que se afrontan proyectos nuevos, la ilusión y el empeño son la materia prima con la que se pueden conseguir grandes resultados. La consolidación y mejora de los logros ya alcanzados y el desarrollo de proyectos nuevos suponen un reto que afronto con la seguridad del respaldo de un equipo de profesionales totalmente comprometidos con el Colegio y sus colegiados. Una de las primeras acciones que llevaremos a cabo es una encuesta dirigida a todos nuestros colegiados para determinar exactamente el grado de calidad de los servicios que les presta el Colegio, así como identificar las carencias que achacan a los servicios colegiales para intentar acercarnos lo más posible a sus necesidades.
—¿Cuáles serán sus principales líneas de trabajo durante los cuatro años de mandato?
—Reforzar la lucha y las acciones legales, tratando de evitar las situaciones de intrusismo profesional, que tanto daño hacen a nuestra profesión, ejerciendo acciones legales contra aquellas personas que desarrollen actos propios de la profesión de protésico dental sin tener titulación o habilitación. Reforzar las denuncias y demandas ante la Administración y ante la Justicia, en los casos de competencia desleal, sobre todo en lo referente a la venta en España de prótesis dentales procedentes de países asiáticos y del tercer mundo sin cumplir los requisitos legales y sanitarios que a nosotros nos exigen. Insistir en el camino de la formación continuada, que es la clave para la autovaloración y posicionamiento en el mercado laboral, cada día más exigente, fomentando cursos, conferencias y congresos, lo mas económicos posibles, para llegar al mayor número de profesionales posibles. Continuar con el trabajo realizado en relación al reconocimiento por parte de las Administraciones de las enfermedades profesionales que afectan a los protésicos dentales. Pero, sobre todo, mejorar, en la medida de lo posible, todos los servicios que proporcionamos a nuestros colegiados para que se puedan desenvolver lo mejor posible en su ejercicio profesional.
—¿Quiénes le acompañan en la junta directiva?
—Algunos son profesionales que llevan defendiendo nuestra profesión y competencias desde hace muchos años y que siguen manteniendo la ilusión de defender al pequeño profesional, que es la gran base y sustento de nuestro colegio. Otros son nuevas incorporaciones que suponen un revulsivo y un aporte de ideas nuevas para tiempos nuevos.
—¿Cuáles son los principales problemas que afectan a los profesionales de la prótesis dental?
—Creo que el principal problema que tenemos es el intrusismo profesional y la proliferación de importación de prótesis extracomunitarias.
Ambos hechos pueden poner en peligro la salud de los pacientes, y lo triste es que, en ninguna de ellas, el paciente es conocedor de la situación. La no petición por parte del paciente, debido a su desconocimiento, de la declaración de conformidad, y la no entrega por parte de los clínicos de ella, hace que los pacientes que portan prótesis no conozcan su procedencia ni si cumple todos los requisitos sanitarios quien lo ha fabricado. En muchas ocasiones, ni los propios clínicos conocen si quien les fabrica las prótesis tiene licencia sanitaria, o si tiene titulación de protésico dental.
En cuanto a las prótesis importadas de países asiáticos desconocemos la composición de los materiales que, aunque nos dicen que la producción se adapta a la legislación española, nadie ha hecho ningún estudio sobre si eso es real o no. Lo que sí sabemos es que en estos países se siguen utilizando en sus materiales compuestos que en España tenemos prohibidos, debido a sus efectos cancerígenos como es el Berilio. No sería la primera vez que productos importados de estos países y que se suponían fabricados según las normativas de la CEE, producen problemas de salud pública, intoxicaciones y envenenamientos: pinturas de juguetes con plomo, pasta de dientes, etc.
—¿Existe unidad entre el colectivo profesional de protésicos para luchar contra estos males?
—La unidad en los colectivos profesionales es una utopía, pero siempre existe algún grupo de profesionales inquietos y comprometidos con todo lo que afecta a su profesión. Es tarea de los Colegios Profesionales intentar atajar estos problemas y, aunque no sea con una unidad total, sé que hay muchos compañeros dispuestos a ofrecer su ayuda, ideas y planteamientos para buscar soluciones a todos estos problemas.
—Y ¿cómo es la relación profesional con los odontólogos?
—La relación profesional con los odontólogos es cordial, como no podría ser de otra forma. Somos colectivos que estamos unidos por un interés común que es la salud bucodental y el nexo de unión es «el paciente». Siempre han existido y existirán quienes antepongan intereses económicos a beneficios en la salud de los pacientes que, al fin y al cabo, son los grandes perjudicados ante estos personajes, pero las nuevas generaciones tanto de protésicos como de odontólogos saben cuáles son sus atribuciones profesionales y que la colaboración en los tratamientos revierte en la calidad de los resultados, consiguiendo con ello el reconocimiento social y económico que conlleva el trabajo bien hecho. No obstante, es notorio que muchos clínicos no prescriben de conformidad a la legalidad, no facilitan a los pacientes las declaraciones de conformidad y no se ampara la libertad de elección del paciente. Estas son cuestiones que hay que afrontar y espero que dentro de un marco de buenas relaciones institucionales.
—No corren buenos tiempos para el empleo en general, pero ¿cómo está la situación laboral en el caso concreto de los protésicos?
—La situación laboral en la prótesis dental no difiere demasiado de las demás profesiones, a mayor crisis mayor precariedad en el trabajo y, si tenemos en cuenta que las tablas salariales de los convenios de protésicos dentales siempre han sido las más bajas de todas las profesiones sanitarias, es de imaginar que los protésicos dentales asalariados no están pasando por su mejor momento.
—¿La formación que se ofrece en las escuelas es suficiente o serían deseables mejoras en este ámbito? ¿Cuál sería un modelo formativo ideal?
—La formación que se ofrece en las escuelas en lo que a prácticas de laboratorio se refiere resulta insuficiente, escasa, pobre y obsoleta, no adaptada a la situación actual. Y si nos centramos en los centros de formación públicos llega a ser vergonzosa. Cuando recibimos a un estudiante para hacer las prácticas que se les exigen en el laboratorio podríamos escribir libros de estupideces que les han hecho aprender y creer por parte de unos profesores que no saben lo que enseñan. El profesorado en el campo de la prótesis dental es realmente malo pues quienes imparten la mayor parte de las clases no son protésicos dentales sino titulados de otras ramas. Por ello, hoy por desgracia, los estudiantes inician su aprendizaje cuando empiezan a trabajar en un laboratorio.
La principal mejora que necesitan las escuelas públicas pasa por que los profesores que impartan Prótesis Dental sean protésicos dentales y no biólogos, farmacéuticos o veterinarios. De nada sirve un titulado superior si desconoce toda una profesión. No sé en qué estaría pensando la Administración cuando reguló este sistema, pero la única manera de que los estudiantes salgan bien formados de las escuelas pasa por la impartición de las clases por protésicos, con una experiencia mínima que considero que debería de ser de entre siete y diez años.
La elevación a título universitario sería la solución a todos los males en lo que a formación se refiere. Aquí deberíamos centrar los esfuerzos para que nuestra profesión tenga el lugar que le corresponde dentro de las profesiones sanitarias.
—Con todo este panorama que hemos ido desgranando… ¿qué será lo primero que pondrá en su lista de tareas por hacer?
—Son muchas las tareas, no sabría decir por cuál empezar porque seguro que serán varias a la vez. Junto a mí hay un equipo con ganas de trabajar y cada uno aportará ideas de cómo ir atajando cada uno de los problemas.
—¿De qué logro alcanzado se sentiría más orgulloso tras finalizar su mandato?
—Solamente conseguir que se respete y proteja por las Administraciones Públicas el artículo 3.1 de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, que no se comercialice el producto sanitario a medida por otras profesiones incompatibles y que los pacientes puedan elegir quién les ha de fabricar lo que ellos pagan.
Carrera profesional
Carlos Machuca cursó sus estudios de técnico especialista en Prótesis Dental en la Escuela Técnica de Enseñanzas Especializadas de Madrid en 1991. Tras lograr el título, se incorpora al mercado laboral en varios laboratorios de la capital hasta que en 1994 crea su propio laboratorio, especializándose en prótesis fija, estética y prótesis sobre implantes.
Continúa su formación con la asistencia a cursos y seminarios con los más notables protésicos internacionales, Oliver Brix, August Bruguera, Naoki Hayashi, Aki Yoshida, Hiro Tokutomi, Manuel Oliver, etc., siendo también dictante de cursos de estética en el grupo anterior a nivel nacional, en colaboración con la empresa Red Dental.
En el Colegio de Protésicos de Madrid Carlos Machuca ha sido presidente de la comisión de Defensa Profesional y miembro de la comisión Científica y de Formación y del Comité científico de las revistas Capital Dental y Dental Prótesis. Es además Perito Judicial en Prótesis Dental de la Comunidad de Madrid.
Más personal
Nacido en… Madrid.
Estado civil… Casado.
Aficiones… Pesca y enduro.
Deportes… Motociclismo y fútbol.
Un libro… Los Pilares de la Tierra.
Música… Toda la música tiene su momento adecuado.
Viajes en cartera… Egipto.
Junta directiva del COLPRODECAM
• Carlos Enrique Machuca Pulido, presidente.
• Juan Carlos Megía Real, vicepresidente.
• Ángel Luis Romero de Miguel, secretario.
• Enrique Díaz Mayoral, interventor.
• Antonio Roldán Gómez, tesorero.
• Joaquín Madrueño Arranz, vocal.
• Guillermo Jiménez García, vocal.
• Esteban Mayoral Ordóñez, vocal.
• Pablo Gálvez Zayas, vocal.