Según un estudio realizado a iniciativa de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) y la investigación cuantitativa de Key-Stone, denominada Sell-Out Analysis©, el consumo disminuye, pero todo apunta a que estamos saliendo de la fase de recesión. En el número de junio de GACETA DENTAL se analizará en profundidad el comportamiento del consumo en las clínicas españolas en la sección Mercado Dental.
No es ninguna novedad, el consumo de los dentistas en España atraviesa una ligera disminución, pero no de la magnitud que se podría esperar según la alarma lanzada por los profesionales y las declaraciones de los trabajadores del sector. Este fenómeno puede deberse al posible aumento del número de pacientes que se dirigen al canal de la Odontología corporativa (franquicias, Odontología comercial y aseguradoras) y a la transformación de las actividades de la clínica dental, donde se reducen las prestaciones de mayor valor añadido, como las prótesis, mientras crecen otras disciplinas como la conservadora o la profilaxis.
El gráfico muestra la evolución anual del mercado que, tras la grave crisis de 2009, ha experimentado una fuerte caída de aproximadamente el 10%, con una recuperación parcial en los dos años sucesivos. En el momento actual, encontramos nuevamente una fase recesiva que, sin embargo, parece estar ralentizándose.
El volumen medio de compras en las clínicas es una prueba de la gran heterogeneidad que presentan entre ellas. Al analizar las compras mensuales declaradas (de las que se excluyen la Implantología, Ortodoncia e instrumentales), la media de compra total es de aproximadamente 700 euros mensuales. Observando las compras mensuales, se percibe de forma inmediata un fenómeno cada vez más característico de las entidades odontológicas en España: su extraordinaria heterogeneidad. Un tercio de las clínicas declara realizar compras por debajo de los 400 euros mensuales (con una media de 292 euros), el 32% entre los 400 y 700 (con una media de 576 euros) y otro 35% más de 700 euros, situándose la media, en este último caso, en 1.202 euros, un valor muy elevado que, como podremos observar, explica la heterogeneidad de los consumos en las clínicas dentales tradicionales.
Gran concentración de pacientes: sólo un tercio de las clínicas atiende a casi dos tercios de ellos. El 35% de las clínicas con un consumo superior a 700 €/mes atienden casi al 60% de los pacientes, sin considerar la cuota de pacientes que acceden a las cadenas odontológicas.
La concentración y la heterogeneidad podrían tener consecuencias en el futuro del sector. Esta tendencia a la concentración del consumo y de la demanda en un número menor de clínicas odontológicas –que desde el perfil puramente económico invitan a pensar en la clásica optimización de un sector – en realidad, debe hacernos reflexionar sobre un sistema de oferta odontológica que con el tiempo podría ver alterados algunos de sus equilibrios, tanto desde el punto de vista de la satisfacción de las necesidades de la población, como de la propia tipología de los profesionales odontológicos titulares de una clínica dental.