Ángela Paredes propone llevar a cabo «un trabajo en equipo real. Debemos estar atentos a lo que el profesional necesita, que el distribuidor asuma su papel de presencia continua para ofrecer el servicio que necesita el odontólogo y que el fabricante ponga herramientas útiles a su disposición, no se trata de crear necesidades o aparatitos que se van a guardar en un cajón, sino de crear productos al servicio del profesional, y debe producirse un feedback continuo, hagamos el trabajo en equipo, lo necesitamos para mantener la calidad de la profesión, una inversión eficiente y la continuidad».
Pero para el presidente de Vatech, José Cercós, las cosas no son tan sencillas. «Aquí estamos hablando de ser partners, pero muchas veces somos considerados enemigos y los dentistas nos ven como los que vienen a sacarles los cuartos». Por eso, para Manuel García, es muy importante hacer ver a los doctores la necesidad de «caminar todos por el mismo sendero. Los que estamos aquí, los doctores, los pacientes…, todos estamos de acuerdo en que la tecnología es el camino a seguir, son todo beneficios, pero hay que ayudar a los doctores a dar ese pasito para que inviertan en tecnología. No hay que demostrarles que la tecnología es buena, tanto económicamente para el doctor como para el paciente a nivel diagnóstico, ya lo saben, lo que hay que hacer es darles ese empujoncito para que inviertan en nuevas tecnologías».
Nuevas y no tan nuevas
Cuando hablamos de nuevas tecnologías nos referimos al escáner intraoral, a innovadores materiales de laboratorio, a la tecnología CAD-CAM…, pero para el doctor Bowen, de lo que estamos hablando «ya no son solo nuevas tecnologías, porque cuando nos referimos a la cirugía guiada cabe señalar que es una técnica que lleva haciéndose desde el año dos mil, por lo que, en muchos casos, hablamos de tecnologías renovadas pero no nuevas».
Al respecto, Federico Schmidt señala que «eran innovaciones hace unos años, pero hoy siguen siendo nuevas porque no se han popularizado, no se usan, como ocurre con el microscopio, por ejemplo, que a mi parecer es fundamental para hacer algunos tratamientos, o como también sucede con los láseres, que en otros países están mucho más avanzados que aquí».
«Es cierto que el software no es una cosa nueva –ratifica Albert Mangas– porque ya llevamos muchos años con la cirugía guiada, pero es verdad que cada vez intentamos que sean más intuitivos, que añadan cámaras intraorales con solapamiento de imágenes para poder planificar en tiempos muy cortos y que los sistemas sean abiertos», por lo que, aunque las tecnologías surjan en un determinado momento, es su desarrollo la verdadera innovación.
Nosotros intentamos que las cosas evolucionen –prosigue–, que vayan aportando cositas y que, al final, estos pequeños aportes faciliten los procesos de trabajo para poder desarrollar tratamientos personalizados mucho mejores y más productivos».
Para José Cercós una de las parcelas que más ha evolucionado ha sido el mundo de la radiología que «va demasiado rápido, desde mi punto de vista. A mí lo que más me preocupa es cómo transmitir toda esta evolución, porque en este momento, visto Expodental, yo creo que el profesional todavía no está bien informado, tenemos cirugía guiada por un lugar, radiología en tres dimensiones por otro, y todo esto hay que ligarlo de alguna manera. Muchas veces recibes preguntas en las que notas que las cosas no están claras, no nos ha dado tiempo a asimilar la realidad.
Bienvenida sea la tecnología, las novedades, pero, como decimos los catalanes, hay que comer poco y digerir bien. Pasa lo mismo con la informática, hoy estamos por la enésima generación de ordenadores y todavía hoy, en cuanto a la gestión empresarial, todos hacemos exactamente lo mismo que hace años, con nuestro Excel y nuestro Word, así que ¿para qué tanta evolución? Creo que deberíamos ir un poquito más despacio, porque estamos fabricando más de lo que puede pasar por el embudo y se acumula».
Sin embargo, «en cuanto a los materiales de la clínica no ha habido grandes cambios», apunta el director general de Casa Schmidt. «Este sector está más estancado».
«Es cierto que la radiología ha tenido un desarrollo increíble en los últimos años», señala Bowen.
José Cercós explica que «los fabricantes de radiología nos hemos preocupado en obtener una mejor imagen, mejores definiciones a través del soporte, primero a través de película, luego con sistemas de fósforo, después con sistemas digitales… También nos hemos dirigido hacia la reducción del tamaño de los aparatos, que sean más ligeros, que la eficacia de generación de rayos sea mucho mayor y, por lo tanto, que obtengamos mejores resultados».
«Por otro lado, la tecnología CAD-CAM ha supuesto una revolución en todo», afirma Antonio Bowen. «Al principio te puede complicar la vida un poco, pero una vez que coges un flujo de trabajo ya no tienes ningún problema, y sin embargo, tan solo el veinte o treinta por ciento de los laboratorios están trabajando con ella. Hay generaciones que sí se interesan por las nuevas tecnologías, pero todavía hay un porcentaje muy alto de profesionales que no sabe lo que está mirando. Y acerca de los escáneres intraorales, que también han tenido un desarrollo espectacular, yo podría hablaros de muchas deficiencias y también de muchas ventajas, de usos muy restringidos, cuando el uso que podemos darle a un escáner intraoral es espectacular».
«Es que el campo intraoral todavía no ha dicho todo lo que tenía que decir», afirma el director de Fresdental. «Es más complejo y aún le quedan algunos años para desarrollarse, porque está limitado al ser una herramienta pequeña que tiene que ir dentro de la boca, por lo que los ingenieros lo tienen complicado». Por otro lado, señala que «el motor de la facturación de Fresdental es el mecanizado a cinco ejes. El clínico está apostando por el producto CAD-CAM, es una realidad que lo demuestra el crecimiento que están teniendo las empresas que se dedican a esta tecnología. Pero todavía no estamos disfrutando de la tecnología porque hay muchos frentes abiertos que van a revolucionar la Odontología. En un futuro podremos hacer implantes a medida y los cirujanos maxilofaciales tendrán herramientas en sus manos increíbles. Por eso, sea caro o barato, hay que ponerse con ello».
Respecto al futuro de la Odontología, todos los presentes están de acuerdo en que irá enfocada a los tratamientos y materiales personalizados. Según Albert Mangas, «igual ocurre en otros campos de la medicina, porque ya hay prótesis personalizadas para todas las partes del cuerpo». Para Bowen es un futuro muy ilusionante: «Tengo unas ganas tremendas de que llegue la Odontología personalizada, estoy deseando ver el día en que para hacer un injerto pueda utilizar un biomaterial que esté hecho a medida a partir de datos de mi TAC y pueda diseñarlo directamente yo con mi software. Sé que ya es posible hacerlo».
Cuestión de precio
«Y luego está la cuestión del coste de la investigación –prosigue Ángela Paredes–, queremos investigar, queremos innovar, pero al final necesitamos tener un retorno para poder hacerlo».
«Por supuesto que el retorno es muy importante cuando se hace investigación y desarrollo», prosigue Federico Schmidt. Hoy en día las tecnologías van muy rápido, pero todavía podrían ir más deprisa, el problema es que el escaso retorno en el sector dental, no solamente en España sino en todo el mundo, hace que no fluya la investigación y desarrollo. La tecnología ha de ser popular, tenemos que hacer que todos los profesionales puedan adquirirla. Por otro lado, para nosotros a veces es difícil saber cuál es el momento idóneo para iniciar la inversión, cuándo el profesional está preparado para dar ese salto tecnológico. Ahora en Expodental nos hemos dado cuenta de que es el momento de las cámaras intraorales para toma de impresión, y, sí, es verdad que desde que se presentó esa tecnología, hace ya años, ha estado muy parada y no se ha desarrollado tan rápidamente como la radiología, porque el profesional se acababa de comprar un dos de y al poco tiempo salió el tres de, pero ahora sí hay mucha tendencia a esta tecnología tridimensional, que supone un cambio total en la gestión de un centro. Y, en cuanto al CAD-CAM, queda muchísimo por hacer, para el distribuidor es muy difícil unir a la clínica con el laboratorio por la tesitura que hay en España y cuando vamos a un dentista y le hablamos de esta tecnología, nos dice que su laboratorio no tiene CAD-CAM, por lo que nos encontramos con una dificultad».
Manuel García afirma que alrededor del 30% de las visitas a Expodental preguntaban por la tecnología 3D. «Estoy de acuerdo en que todavía hay un gran desconocimiento, pero en anteriores ediciones te venían preguntando por las características, y ahora solo preguntan por el precio».
Y es que, desde el punto de vista del dentista, parece que ya todos los profesionales están de acuerdo que la tecnificación es necesaria y asegura la supervivencia de los negocios, pero el precio de las innovaciones impide que muchos de ellos puedan realizar una inversión efectiva. «Un escáner intraoral hoy en día sale muy caro –señala Isabel García–, además se tiene que invertir mucho tiempo en el paciente y los odontólogos no pueden dedicar media hora en un diente, por lo que piensan: ¿Qué rentabilidad tengo yo con esto? Y si encima es una tecnología que no está al cien por cien terminada, porque sigue evolucionando, nos encontramos con que mucha gente sigue esperando a que se desarrolle, solo hay tres o cuatro que se arriesgan y lo compran, pero el resto espera. Y con el CAD-CAM pasa exactamente lo mismo, no quieren invertir más porque esperan a que salga la versión más completa. Estamos en un momento de transición y aunque está claro que el futuro es el CAD-CAM, aún no se han definido los caminos con claridad».