En el estudio han participado 32 científicos de siete países
La Universidad de Valencia ha participado en el desarrollo de una nueva metodología que ha permitido describir con detalle, por primera vez, la flora microbiana de la cavidad oral en una población arqueológica. De este modo, se abre la puerta a aplicar esta técnica con el fin de facilitar la comprensión de la historia evolutiva humana
El investigador Domingo Carlos Salazar García, doctor por la Universidad de Valencia, ha formado parte del equipo internacional que ha descubierto el microbioma oral milenario atrapado en la dentadura de esqueletos de un millar de años, procedentes del yacimiento medieval alemán de Dalheim. La clave del hallazgo es la placa mineralizada en los cálculos dentales, que conserva las bacterias y las partículas microscópicas de comida y crea una especie de receptáculo para los microbiomas.
Ventana al pasado
Los resultados de este trabajo se han publicado en Nature Genetics y ha contado con contribuciones de 32 científicos de veinte instituciones de siete países. Domingo Carlos Salazar, en la actualidad investigador en el instituto alemán Max Planck for Evolutionary Anthropology, explica que, hasta ahora, se sabía que en los cálculos dentales se preservaban micropartículas de restos de comida pero, aún así, «desconocíamos que su grado de preservación fuera tan bueno».
El doctor ha argumentado que se está demostrando que los cálculos dentales «son una ventana muy importante al pasado, porque tienen la capacidad de aportar información muy valiosa sobre la salud y la alimentación de nuestros ancestros, a la vez que su estilo de vida. Nunca hasta ahora habíamos sido capaces de obtener tantos datos de una muestra tan pequeña».
La investigación ha descubierto que la cavidad oral de los antiguos humanos mantiene numerosos patógenos oportunistas y también que la enfermedad periodontal es causada por las mismas bacterias que en el pasado, a pesar de los grandes cambios en la higiene y la dieta humana. El equipo internacional de científicos también ha descubierto que el microbioma oral antiguo humano ya disponía de los mecanismos genéticos básicos para la resistencia a antibióticos. El trabajo, dirigido por Christina Warinner de la Universidad de Zurich y la Universidad de Oklahoma, revela que, a diferencia de los huesos, que pierden rápidamente gran parte de su información molecular cuando son sepultados, el cálculo dental entra en el suelo en un estado mucho más estable lo que ayuda a preservar las biomoléculas. Por esta razón, el análisis de DNA antiguo no se vio comprometido por el enterramiento de los restos.
Técnicas pioneras
Los científicos han aplicado, por primera vez, técnicas de secuenciación masiva de DNA a cálculos, junto con otras proteómicas capaces de identificar proteínas preservadas en ellos. En consecuencia, se ha podido reconstruir el genoma de los patógenos periodontales, a la vez que conseguir la primera evidencia de la dieta de los antiguos humanos a través de biomoléculas.
Este estudio no solo ayuda a mejorar la comprensión de la evolución del microbioma oral humano, sino también los orígenes de la enfermedad periodontal, la cual provoca cambios en la dentición y se caracteriza por la inflamación crónica con resultado de pérdida de diente y hueso.