Un grupo de clínicos y técnicos ha creado un certificado de calidad odontoprotésico, denominado Dnova, cuyo objetivo es valorar la ética profesional y el servicio al paciente, por encima de otros meramente económicos.
Con idea de fomentar la excelencia en los servicios odontoprotésicos, este sello de calidad quiere servir de homologación y garantía de los productos confeccionados con los máximos estándares de calidad, como respuesta a «la proliferación de gestores o empresarios que se han introducido en el mercado bucodental con el fin de aprovecharse de la expansión de un sector en alza y obtener, así, una rentabilidad económica a costa, tanto de los pacientes como de los profesionales del sector». Este sistema de homologación y certificación se sustenta en unos protocolos que garantizan la excelencia de las prestaciones y en un riguroso análisis de las instalaciones, los sistemas de trabajo y los materiales utilizados para comprobar que se ajustan a los niveles de calidad exigidos.