Investigación de la Universidad de California
Un estudio elaborado por la Universidad de California sugiere que cuando las mujeres amamantan a sus bebés durante más de dos años existe un mayor riesgo de padecer caries a temprana edad, no por la composición de la leche materna, sino por el aspecto físico de la lactancia.
Un equipo de investigación, liderado por Benjamin Chaffee, de la Universidad de California, en San Francisco, asocia la lactancia materna, llevada a cabo más allá de los 24 meses, con un mayor riesgo de caries infantil.
La investigación evaluó a 458 bebés de familias de bajos ingresos de Porto Alegre, Brasil. Como el estudio duró más de un año, la mayoría de los bebés comía distintos tipos de alimentos sólidos y líquidos, además de la lactancia materna.
El 40% de los niños que seguía consumiendo leche materna entre los 6 y 24 meses tenía algunas caries al final del estudio, versus el 48% de los niños amamantados más allá de los dos años y con frecuencia.
«Nuestro estudio no sugiere que la lactancia materna causa caries», aclaró Chaffee. Se necesitan más investigaciones para poder explicarlos, pero los resultados coinciden con las guías odontológicas que sugieren evitar la lactancia materna a demanda a partir de la salida de los dientes.
Según explicó William Bosen, profesor emérito del Centro de Biología Oral del Centro Médico de University of Rochester, Nueva York, «la leche humana posee alguna, aunque muy baja, capacidad de promover la aparición de caries, el problema surge en el aspecto físico de la lactancia, porque cuando el bebé succiona el pecho materno, la dentadura se aísla de la saliva. Esta barrera física impide que la saliva destruya las bacterias y aumenta la posibilidad de que aparezcan las caries».