El exceso de estudiantes perjudica la calidad asistencial
Durante la jornada, denominada «Númerus clausus. Afrontemos el presente para salvar el futuro», se habló sobre las diferencias del sistema español con respecto al del resto de Europa.
El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (COEM) ha organizado el foro «Numerus clausus. Afrontemos el presente para salvar el futuro» con el objetivo de debatir la situación de plétora profesional que vive la profesión.
«Estudiar Odontología ya no es lo que era, antes era una salida con futuro y ahora conduce al paro o, en el mejor de los casos, a un trabajo precario y sin porvenir», señala el presidente del COEM, Ramón Soto-Yarritu. «Desde el Colegio queremos instar a las autoridades a que regulen el exceso de licenciados en Odontología como se hace en la mayoría de países europeos, porque es una situación que pone en peligro la calidad asistencial de la Odontología en España».
El Dr. Vicente Jiménez López, presidente de los Foros de Actualidad del COEM, ha sido el encargado de moderar el encuentro. Al foro asistieron Rocío Albert López-Ibor, directora general de Universidades de la Comunidad de Madrid; Rafael van Grieken Salvador, director de ANECA; el Dr. Francisco Rodríguez Lozano, ex-vicepresidente del Consejo Europeo de Dentistas; y la Dra. Patricia Bermejo Caballero, creadora del grupo de Facebook «Salvemos la Odontología».
La diferencia con Europa
En la mayoría de los países europeos existen númerus clausus en Odontología, un cupo de estudiantes por universidad que generalmente se establece cada año en función de las plazas y necesidades, y que regula el Estado a través del Ministerio de Sanidad o del de Educación. En Suecia se matricularon unos 85 alumnos de media por universidad en el último curso, en el caso de Francia fueron 75 de media, y en otros países como Irlanda o Finlandia esa cifra no supera los 40 estudiantes por universidad y año.
En el caso de Italia es el Ministerio de Educación, Universidad e Investigación (MIUR) el encargado de regular la situación. En el curso 2013-2014 se han matriculado un total de 984 alumnos en las 34 facultades que imparten Odontología, lo que supone una media de unos 29 alumnos por facultad, mientras que solamente en Madrid –en las 5 universidades que imparten Odontología–, se estima que han ingresado este curso unos 800 alumnos, a los que hay que sumar los de las otras 13 universidades de toda España en las que se ofrece esta formación.
Sólo en Madrid hay un dentista por cada 810 habitantes, lo que es más del triple de la tasa recomendada por la OMS –que es de un dentista por cada 2.500-3.000 habitantes–, y este dato se repite en toda España. Según un informe del Consejo Europeo de Dentistas, España es el país con mayor número de graduados en Odontología de Europa y el tercero en número de facultades de Odontología.
El deterioro de la calidad
La plétora profesional que vive la Odontología tiene importantes consecuencias para los pacientes. Así lo refleja el alarmante incremento de reclamaciones recibidas en el COEM por insatisfacción de los pacientes, un 300% más en 2013, como consecuencia del aumento de la publicidad engañosa que atrae a pacientes que son tratados con un criterio más comercial y empresarial que clínico y sanitario.
En el caso de los profesionales, las condiciones laborales cada vez más precarias y la competencia sin cuartel en precios, en muchas ocasiones deriva en una pérdida en la calidad del producto e incluso en malas prácticas profesionales como el sobretratamiento.
Al perjuicio de pacientes y profesionales hay que sumar el aspecto económico. Como dato, cabe señalar que el coste de formación de un estudiante de Odontología en una universidad pública es de unos 60.000 euros por alumno aproximadamente, un gasto que sale de las arcas públicas del Estado y que aumenta de forma desproporcionada.