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«La tecnología crea ilusión en el profesional y beneficia al paciente»

Repercusión tecnológica

Según Antonio Bowen «la incorporación de las nuevas tecnologías supone una ventaja competitiva sostenible que mejora los resultados de la empresa. La tecnología debe estar presente en prácticamente todas las actividades que lleva a cabo una clínica». Pero, para Cuadrado, el problema radica en que existe un gran desconocimiento de la aplicación de las nuevas tecnologías y de los beneficios que éstas conllevan «y esto tiene mucho que ver con el tema económico, no hay tiempo para preocuparse ni para investigar. Las casas comerciales ofrecen una plétora de aparatos tecnológicos, y es muy difícil saber cuál es el que realmente funciona. El dentista está un poco cansado de comprar pisapapeles de 15.000 euros, porque a veces compras un aparato y luego no tiene el rendimiento esperado. Pero claro, hoy en día a este tren te tienes que subir y la formación es vital para tomar una decisión acertada».
«Por supuesto –continúa Larrosa–, para el dentista es muy difícil por la falta de tiempo, pero también para las empresas porque tenemos que seguir innovando y se ha producido un decrecimiento grande en la facturación. Eso significa que no podemos hacer nuevas inversiones, y lo que hacemos es diversificar creando nuevos productos que nos permitan continuar con nuestra actividad, porque no podemos bajarnos del carro. Vienen fabricantes de otros continentes donde no hay crisis y nos comen el terreno».

Ante estas declaraciones, José Luis del Moral lanza una pregunta que seguro que muchos odontólogos se han planteado alguna vez: ¿Es la industria la que crea la necesidad de adquirir nuevas tecnologías, o es el profesional el que demanda esas innovaciones? A lo que la doctora Cabrera responde que «a veces la industria crea esa necesidad y lanza al mercado productos que no responden a una clara demanda del clínico, pero otras veces no. Nuestra empresa que tiene mucha relación con el cliente, escucha sus necesidades y trata de sacar al mercado productos que cubran necesidades y solucionen problemas clínicos que surgen en el día a día. Cuando nosotros vamos a hablar con un cliente de un producto nuevo, por ejemplo, el escáner intraoral, nos dicen que no tienen problemas con sus impresiones porque realmente ellos creen que les va bien con su material convencional, y no tienen la necesidad de otra cosa, por eso a veces tenemos que convencerles de que esa necesidad está ahí, porque se trata de mejorar los procesos».

Ávila Crespo pone un ejemplo bien conocido por el sector: «lo mismo pasó con los implantes en el año 85-87 aproximadamente, y es ahora, en esta década, cuando estamos en la fase de la popularización de este producto. Igualmente, en este momento estamos sembrando tecnología, está apareciendo, y más adelante, cuando los costes se reduzcan, estas tecnologías terminarán implantándose».

«Sin duda –continúa Bowen–, los dentistas queremos ofrecer una serie de prestaciones a nuestros clientes, queremos mejorar los tratamientos que ofrecemos, y, por supuesto, que hay aparatología e instrumentos con utilidad muy reducida. Yo tengo, como decía Cuadrado, pisapapeles, no de 15.000 euros, pero sí de 8.000. Además, hay que tener en cuenta que nos encontramos en un mercado globalizado, pero las diferencias entre países son importantes y las necesidades de un país no son las mismas que en otro. El desarrollo de la instrumentación nueva no se realiza en España en su mayor parte y con el modelo de negocio que se está desarrollando aquí la implantación de las tecnologías va a ser diferente de la que se está produciendo en otros países».

«La tecnología crea ilusión en el profesional y beneficia al paciente»
De izda. a dcha.: Guillermo Larrosa, responsable de marketing de Carestream Dental; José Ávila Crespo, del laboratorio Ávila Mañas; y José Luis del Moral, director de GACETA DENTAL.

Bajo su experiencia profesional, Guillermo Larrosa afirma que «hay equipos que en Estados Unidos se venden muy bien y que en España no, y viceversa. El 3shape, por ejemplo, se vende mucho mejor en Estados Unidos que en Europa, mientras que los cefalostatos son más populares aquí que en Francia o Estados Unidos. Los mercados son diferentes. Hay una famosa cita que dice: Lo único estable es el cambio. No tenemos que tener miedo al cambio, porque en todos los aspectos de nuestra vida vamos a tener cambios, tenemos que plantearnos qué podemos hacer para adaptarnos a esos cambios y analizar el mercado para saber si lo que me están vendiendo es un pisapapeles o es algo que realmente va a hacer más sencillo mi trabajo».

Según Luis Cuadrado, las tecnologías cambian el protocolo de trabajo, por ejemplo, «el escáner intraoral y todo lo que genera, supone una revolución del modelo odontológico. Ahora yo no cito a los pacientes igual que los citaba antes para tomar una impresión, el protocolo de trabajo, en prótesis sobre implantes, cambia las citas, el tiempo que dedicas a los pacientes, la relación con el laboratorio, la exactitud del producto, la ilusión… Nos tenemos que dar cuenta de que la incorporación de esa aparatología te cambia la manera de trabajar. Y el reto está en darse cuenta de que esto es así y en saber cómo nos debemos preparar para subirnos a esa ola, a ese tsunami tecnológico que nos va a pegar en la cara, tanto al laboratorio como a la clínica dental y al sector empresarial. Es una ola tecnológica que nos está invadiendo y que requiere que nos formemos, y es labor de las casas comerciales, de las sociedades científicas y de las universidades, el popularizar las tecnologías y demostrar que funcionan».

«Es el momento en el que el laboratorio, que ve la tecnología como una amenaza, se de cuanta de que no lo es», continúa Ávila Crespo. «Cuando tú tienes una amenaza tienes que visualizar las salidas, te tienes que preparar para el cambio. Y la única salida es aliarte con las tecnologías para buscar nuevas oportunidades de negocio, igual que Kodak en su día dejó de hacer carretes buscando otras líneas de negocio. Además, el concepto digital puede dar soluciones de abaratar costes. Maxwell, que es el laboratorio dental más importante a nivel internacional, ha lanzado una publicidad por la cual todos los escáneres intraorales que reciban por vía digital obtienen un 20% de descuento, porque se están quitando costes administrativos que les permite abaratar el servicio».

Pero según Elena Cabrera, la realidad es que, «en un primer momento, no abarata los costes, sino que los encarece, aunque está claro que en un futuro los reducirá, y es por eso por lo que muchos clínicos se resisten a adquirir tecnología digital». Guillermo Larrosa apunta que hay que verlo como una inversión inicial. «No podemos pensar que hoy vamos a invertir en una tecnología y que mañana le vamos a sacar rentabilidad. El problema es que los bancos no están financiando».

«Si el odontólogo se siente a gusto con su impresión tradicional, perfecto –continúa Larrosa–, porque yo, desde mi escáner, puedo digitalizarla y enviársela al laboratorio, creando un servicio adicional para el laboratorio. Lo que no podemos es pretender amortizar un sistema 3shape haciendo diez coronas y dos puentes, porque sus aplicaciones son limitadas y básicamente vamos a utilizarlo para las urgencias de los domingos, por lo que tengo que pensar que es una inversión para dar una excelencia».

Interrelación profesional

Según los expertos reunidos, la implantación de las tecnologías digitales en las clínicas va a impulsar un cambio de modelo del sector dental que fomentará la interrelación entre los diferentes actores, «porque un dentista solo en una clínica no puede competir –manifiesta Cuadrado–, es imposible, porque no puede ni generar los recursos ni dedicarles el tiempo necesario. El modelo de clínica tiene que ir dirigido a la asociación de profesionales, a compartir inversiones y gastos, con el soporte de la casa comercial. En laboratorios es muy probable que también ocurra eso, porque va a ser la única manera de integrar esa tecnología».

Jorge Cabanas cree que pronto veremos un modelo de negocio parecido al que se tiene en Italia o Reino Unido, en el que la colaboración entre profesionales es la base del sector. «El odontólogo, que puede ser especialista en una determinada disciplina, en su consulta diaria necesita incorporar otras disciplinas para poder ofrecer a sus pacientes más servicios, porque es muy difícil que un dentista sea un experto en todas las materias. Por eso, en estos países, el profesional se apoya en laboratorios y empresas para poder ofrecer tratamientos adicionales. Hay que dejar claro que el odontólogo no está solo, tiene el apoyo de sus colaboradores para poder conseguir la excelencia que hoy en día reclama el mercado».

«En el modelo actual más que ser partes, somos partners», afirma el doctor Bowen. «Yo siempre he defendido la colaboración entre clínica y laboratorio, el laboratorio sin clínica está perdido y viceversa, y, a su vez, sin industria, sin empresas del sector, nos morimos. Lo que necesitamos es una alianza entre sectores, dejar de ser islas en un océano».

Y hacia eso mismo se dirigen las nuevas tecnologías que están fabricando las casas comerciales, hacia esa integración entre profesionales mediante revolucionarios softwares.

Avances revolucionarios

«La tecnología aplicada a la Odontología intenta dotar al profesional de herramientas que le permitan realizar un mejor diagnóstico», así lo afirma Jorge Cabanas. «Desde Nemotec –continúa–, vemos la necesidad de realizar un análisis total, en todas las disciplinas, para conseguir un mejor diagnóstico del paciente. Es necesario poder disponer de la máxima información, para, posteriormente, implementar un plan de tratamiento y comunicárselo al paciente, y cada uno de los profesionales que intervienen en ese proceso debe tener todas las herramientas necesarias para poder realizar su trabajo eficazmente. Por eso, las nuevas tecnologías que estamos creando intentan integrar todos estos aspectos mediante un software que trata de dar al cirujano, ortodoncista, periodoncista o prostodoncista, en colaboración con centros de radiodiagnóstico o CBCT que tengan en su propia consulta o en el laboratorio, las soluciones que permitan optimizar el proceso trabajando conjuntamente».

Por su parte, el representante de Carestream Dental nos cuenta que su empresa investiga «en el tema de tomosíntesis con sensores más rápidos que son capaces de realizar 3.000 fotogramas por segundo, por lo que nos permiten obtener muchísimas imágenes para después decidir cuál es la más enfocada, consiguiendo una mejora en la calidad de diagnóstico. También estamos trabajando para intentar bajar la dosis de radiación. Y, por otro lado, una de las cosas que hemos visto es que cada vez hay más doctores interesados en la resonancia magnética, porque una de las lagunas que tenemos en diagnóstico es que, aunque tenemos máquinas muy eficaces para ver los tejidos duros, aún no disponemos de aparatología lo suficientemente aceptable para visualizar los tejidos blandos, por lo que estamos trabajando en esa línea. Y luego estamos diversificando, estamos sacando un sistema CAD-CAM abierto y vamos a tener un software que, como dice Jorge, va a permitir integrarlo todo, el sistema de imagen, la comunicación con el paciente, con el laboratorio, el tema de la estética…».

«En 3M, –expone ahora la Dra. Cabrera– también estamos desarrollando un software en este sentido. Por otro lado, estamos en la segunda generación del escáner intraoral que se lanzó en 2010, tratando de hacer el captador cada vez más pequeño para que se pueda trabajar mejor en la boca y que esa curva de aprendizaje de la que hablábamos no sea tan complicada para el clínico. Y también estamos trabajando mucho en materiales digitales, en materiales CAD-CAM, queremos dar soluciones de producto».

Tras esta exposición de la investigación que están desarrollando las tres empresas presentes en la reunión mantenida en el Hotel Palace de Madrid, y para introducirnos en el tema de las nuevas tecnologías aplicadas a la Odontología, Antonio Bowen clasifica las innovaciones en cuatro grupos: técnicas de diagnóstico por imagen, técnicas quirúrgicas, tecnología láser y técnicas prostodónticas. A partir de aquí, los profesionales reunidos, nos hablaron de las tecnologías que más están contribuyendo a mejorar los procedimientos, empezando por el CBCT (tomografía computerizada de haz cónico), que produce imágenes a partir de cortes transversales, horizontales y verticales, consiguiendo una reconstrucción real en 3D de la anatomía del paciente.

Según el Dr. Cuadrado, «la incorporación del CBCT ha supuesto una revolución en Odontología. Hoy en día es como el pendrive. Si no tienes uno estás perdido. Es una tecnología que funciona realmente bien y además es asequible y diferenciadora, permitiendo al profesional tener un retorno en comodidad».

«La tecnología crea ilusión en el profesional y beneficia al paciente»
Los participantes en el desayuno de trabajo se reunieron en el Hotel Palace de Madrid.

Otra de las grandes innovaciones de las que se habló durante el encuentro fue el escáner intraoral, un sistema que permite realizar impresiones digitales con tecnología 3D en movimiento. Al respecto, Cuadrado afirma que es «una tecnología que realmente funciona, que va a mejorar y abaratar los procesos, que va a producir un cambio de modelos de trabajo y quien que no se suba al carro se va a quedar obsoleto. La tecnología nos aporta ilusión y ante un paciente que confía en ti como profesional, no hay mayor ilusión que poder ofrecerle algo novedoso. Es motivador, te hace formarte, te enriquece y eso redunda en un beneficio para los pacientes».

Y como no podía ser de otra manera, cuando se habla de tecnología y Odontología, no podíamos dejar de hablar del láser y «aunque se usa en Medicina desde 1965, se sigue considerando una nueva tecnología
–afirma el Dr. Bowen–, porque se desconoce absolutamente y se cree que no funciona, esa es la gran lucha que tenemos en la SELO, demostrar que funciona correctamente cuando se sabe utilizar. Cuando jóvenes odontólogos vienen a nuestra consulta y ven cómo corta el láser se quedan asombrados. Es una tecnología que está en constante desarrollo, si bien en estos dos últimos años, el sector se ha retraído algo debido a la situación económica general, pero estamos ante una tecnología con muchísimas posibilidades e indicaciones. Desde la SELO creemos que con la reducción de los costes, en un plazo de entre cinco y diez años, el uso de algún tipo de láser, principalmente el de diodo, va a ser común en las clínicas dentales».

Según el Dr. Bowen, aplicar estas nuevas tecnologías en la clínica dental «nos proporciona cinco ventajas: buena aceptación por parte de los pacientes, imagen de modernidad en la clínica, perfil de doctor actualizado y puesto al día, se demuestra una preocupación por los pacientes, y nos dota de la posibilidad de realizar nuevos tratamientos. Por lo que «si no hacemos una inversión en nuevas tecnologías, la clínica corre el riesgo de quedarse desfasada por completo».

Por su parte, Cabanas señala la ventaja que a su parecer es la más importante. «La tecnología dota al odontólogo que trabaja solo y no tiene colaboradores en su clínica, de vehículos para compartir, preguntar y pedir asesoramiento, porque de repente se encuentra con un medio de comunicación con su laboratorio o con especialistas que le pueden dar una segunda opinión».

Pero Larrosa nos recuerda que lo lamentable es que todavía hay muchos profesionales que ni siquiera tienen Internet en sus clínicas, por lo que «las empresas del sector tenemos que saber motivar al profesional. Yo siempre digo: No vendas características, vende beneficios, y a partir de ahí el profesional puede valorar si ese beneficio le interesa o no».

«En el último congreso de la SOCE –señala Cuadrado– se ha demostrado un gran interés con una muy buena asistencia. SOCE es como un nexo más entre todas las otras Sociedades, y vamos a hacer una serie de reuniones muy enriquecedoras, con SEPES, SEPA o SELO. Tenemos programadas multitud de actividades y vemos un futuro muy ilusionante. Creemos que somos una Sociedad que puede aportar mucho al conjunto de la Odontología, tanto a nivel de laboratorio como a nivel de clínica dental».

Según José Ávila Crespo, «la evolución de la tecnología nos permitirá hacer cosas increíbles y llegará un momento en el que se podrá hacer la cerámica estratificada en base a unos códigos binarios. Hoy en día la empresa Zirkonzahn, con un aerógrafo robotizado, va haciendo la estratificación intrínseca, porque lo que intentamos es imitar a la madre naturaleza y, gracias a las firmas comerciales, se está produciendo una gran evolución en los materiales para conseguir ese biomimetismo».

Para finalizar, la asesora científica de 3M Health Care, Elena Cabrera, vuelve a ponernos los pies en la tierra y nos recuerda que «la Odontología digital va muy despacio. Nosotros acabamos de lanzar una silicona nueva que hace el fraguado intraoral mucho más rápido, eso quiere decir que desgraciadamente la digitalización no se está produciendo tan rápido como nos gustaría, porque si estuviésemos vendiendo muchos más escáneres intraorales que materiales tradicionales, no seguiríamos invirtiendo en la investigación y desarrollo de los productos convencionales. A las clínicas todavía les queda un recorrido muy largo, ya sea por el perfil del clínico o por la falta de recursos económicos. Es un proceso que va a costar y, por eso, estamos desarrollando caminos paralelos, aunque ojalá, algún día, podamos centrarnos en la tecnología digital».

Los invitados, uno a uno

Dr. Antonio Bowen. Médico Odontólogo. Miembro del Comité Científico de GACETA DENTAL y vocal de la Sociedad Española de Láser Odontoestomatológico (SELO).

Dr. Luis Cuadrado. Estomatólogo. Especialista en Cirugía Plástica. Vocal de la Sociedad Española de Odontología Computarizada (SOCE). Colaborador de GACETA DENTAL.

Dra. Elena Cabrera. Odontóloga. Responsable científico de productos dentales de 3M Health Care.
Guillermo Larrosa. Licenciado en Ingeniería. Especialista en tecnología 3D. Responsable de marketing de la empresa
Carestream Dental.

Jorge Cabanas. Licenciado en Ingeniería. Vicepresidente de Desarrollo Tecnológico de Nemotec.

José Ávila Crespo. Especialista en tecnología CAD-CAM del laboratorio protésico Ávila Mañas. Miembro del Comité Científico de GACETA DENTAL.

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