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Mayestático y egoísta

La Navidad se nos ha colado en el calendario sin darnos cuenta, al menos a mí me ha ocurrido, aunque habrá quien diga que el empleo del plural mayestático en este caso es gratuito y que es mejor reservarlo para lo que nació: expresar la autoridad y dignidad de reyes y papas. Aunque, claro, también está el plural de modestia, que se utiliza en sustitución de pronombre personal de primera persona singular para todo lo contrario, cuando uno no quiere darse importancia y ser humilde. Tengo que meditar con cuál de las dos posibilidades –contradictorias– del plural en primera persona singular me quedo.

Pero hay que reconocer que la vida está llena de contradicciones o paradojas. Por ejemplo, ya que he empezado hablando de ellas, las Navidades no significan lo mismo para todos los mortales. Tan alegres para unos –por suerte nos quedan los niños y algún que otro espíritu infantil– como tristes para otros, que es cuando más se echa en falta, precisamente, a quienes nos faltan. Como contradictorias son las opiniones que despierta la visión que Dickens refleja de las fechas navideñas en su obra. Para unos triste y negativa, para mí, positiva. No me digan que en su Cuento de Navidad no echa un cable a los menos dados a su celebración, a los menos propensos a fiestas y cotillones convirtiendo al avaro, tacaño y egoísta Ebenezer Scrooge en una persona amable, capaz de llevar la alegría a los más necesitados de cuantos le rodean, y, de paso, hacerse feliz a sí mismo. Ahí está el secreto: el hacer felices a los demás es motivo de felicidad. Una forma positiva de egoísmo.

No es el único egoísmo no censurable que hay. Creo. Veamos si justifico este aserto.

Mientras avanzaba en la redacción de esta carta he llegado a la conclusión de que de las dos opciones que permite el uso del plural en primera persona –mayestático o de modestia– me quedo con la humilde, siempre más recatada y sencilla que su contraria; esta más cercana a los gestos de soberbia y prepotencia. Y con toda la modestia y sencillez que pueda proporcionar el uso del dichoso plural, he de decir que en GACETA DENTAL estamos muy, pero que muy orgullosos de formar parte del gran equipo de Peldaño, la editorial que cada mes permite poner en marcha la maquinaria de producción de nuestra revista… y de otra veintena de cabeceras. Que la publicación de revistas sí que es un acto mayestático, majestuoso e imponente y titánico, especialmente en estos tiempos que corren. Y ese empeño, esa apuesta siempre arriesgada de los editores de prensa ha sido reconocida por la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP) que ha concedido a Peldaño –NOS ha concedido– el premio al Editor del Año. Ahí están, el plural mayestático y el egoísmo sano en una sola tacada. Porque parte de ese premio me lo llevo yo. Y otra parte cada uno de nuestros lectores. Y otra, los anunciantes. Y otra, los colaboradores. Y otra… ¿O es que los jugadores de un equipo –de fútbol, baloncesto o mus– cuando gana no tienen todos ellos parte del trofeo? Pues eso.

Ah, que se me olvidaba: ¡Feliz Navidad!

Autores

Director Emérito de Gaceta Dental

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