Desde el «sacamuelas» hasta el estomatólogo y el odontólogo, la profesión ha evolucionado mucho, tanto en cuanto a los conocimientos científicos como en cuanto a los materiales empleados (1). Lo que no ha cambiado es el carácter relacional de esta profesión, es decir, conlleva la necesidad de establecer una comunicación con los pacientes y de manejar el contagio emocional que ocurre en dichas relaciones. Lo que yo te digo produce una emoción en ti y lo que tú me dices produce una emoción en mí.
La profesión de Odontología se da en un contexto de constante interacción con personas. Saber qué decir en cada momento facilita las relaciones, evita los malos entendidos y, en consecuencia, mejora la calidad laboral diaria y con ello el bienestar profesional y personal (2).
Odontología emocional es… |
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Todos los profesionales de la Odontología «sufren» las consecuencias de la interacción con pacientes difíciles. Los odontólogos y auxiliares me plantean sus dudas sobre cómo convencer a un paciente para que se realice un tratamiento necesario para su salud dental; cómo relajar a una persona que se muestra muy nerviosa; qué decir a un paciente agresivo que se enfada y no atiende a razones; qué hacer cuando un paciente no deja de mover la cabeza durante el tratamiento; cómo reaccionar cuando te piden algo que no quieres hacer, como, por ejemplo, dar cita un día que habías reservado para descansar; cómo comportarse con un paciente que no se realiza el tratamiento por fobia dental, etc (3). Y así muchas dudas más que se le plantean al equipo odontológico durante su día a día en el trabajo. La Odontología necesita añadir a su programa de formación el aprendizaje de recursos que permitan a los profesionales manejar estas situaciones que interfieren en el adecuado desempeño de su labor y, en consecuencia, en su salud mental.
Saber qué decir en cada momento facilita las relaciones, evita los malos entendidos y, en consecuencia, mejora la calidad laboral diaria y con ello el bienestar profesional y personal.
Cuando preguntas a las personas que trabajan en las consultas dentales sobre qué criterios siguen para solucionar adecuadamente estas dificultades, te dicen que lo hacen «como buenamente pueden» y, en la mayoría de los casos, no se solucionan como desearían.
Los pacientes no siempre van a la consulta dental dispuestos a hacer lo que el doctor les diga . Cada persona llega a la consulta con sus propios temores, su forma de comunicarse, de actuar, de pensar, de sentir. Por tanto, lo primero que tenemos que hacer es conocer al paciente: ¿Cómo podemos saber lo que quiere? ¿Cómo podemos saber lo que teme?
Consultoría y sugerencias |
Si desea enviar alguna consulta para que le asesoremos, información sobre cursos o desea sugerir algún tema para ser tratado en esta sección de Odontología Emocional, puede enviarnos un email a: helgamediavilla@psicodent.org—Consulta: ¿Qué puedo hacer para que el trabajo en la clínica dental no me estrese?—Respuesta: Debes identificar qué puntos dentro de tu trabajo en la clínica dental son los que te causan estrés. Todo lo que te causa estrés tiene solución pero no se detendrá si no identificas ese punto y lo eliminas o cambias.Aprende también a relajarte, a coger tus momentos de descanso entre paciente y paciente, al final de la jornada, durante el fin de semana. Emplea técnicas de relajación en la propia consulta.Haz deporte de forma constante, pero con moderación, y sigue una dieta equilibrada. |
Otras quejas de los profesionales se refieren a la calidad de su vida laboral. Alegan que se cansan mucho, que están desilusionados, apáticos, tristes, que duermen mal, que no les apetece ir a trabajar, que se sienten nerviosos e irritables (6).