La Dra. Ruth Carvajal es una de las jóvenes promesas en el campo de la Odontología para pacientes especiales. Tiene tan sólo 28 años, es Licenciada por la Universidad de Barcelona e imparte clases en el máster de Odontopediatría de esta misma Universidad, incluso desde antes de terminar la licenciatura. Tratar los problemas de salud de forma global, no sólo desde la perspectiva bucal, y el concepto de odontología justa son dos de sus máximas en el ejercicio de la práctica privada.
—¿Qué le impulsó a estudiar Odontología?
—Recuerdo que desde que era una niña cuando me preguntaban qué quería ser de mayor siempre contestaba: «Quiero ser médico y curar a personas». Finalmente mi elección fue la Odontología, indiscutiblemente una rama más de la medicina, tal y como yo la entiendo.
En mi caso, la dedicación a mi profesión es plenamente vocacional, soy la primera en mi familia pero siempre he tenido claro que éste era mi camino.
—¿Cómo ha sido su trayectoria académica?
—Como muchos profesionales he complementado mi formación, y sigo haciéndolo, con cursos que nos ayudan a perfeccionar y ampliar nuestros conocimientos.
Para mí, la mejor formación en pacientes especiales que he podido recibir es el hecho de tener la posibilidad de trabajar, desde hace ya cuatro años y medio, en el Servicio de Pacientes Especiales de la Fundació Privada Josep Finestres (Clínica Odontológica de Bellvitge). Esa dedicación a diario te da una gran experiencia que no puedes obtener en la mayoría de cursos.
—¿Qué le llevó a interesarse como odontóloga por los denominados pacientes especiales?
—Me motivó y me sigue motivando el hecho de pensar que todas las personas merecen una atención odontológica correcta independientemente de cuál sea su patología de base. Me parece justo entender mi profesión como un vehículo para dar a mis pacientes el mejor tratamiento odontológico posible adaptado a sus necesidades, acompañado del trato humano que, sin lugar a dudas, todos merecemos.
—¿De qué tipo de pacientes estamos hablando?
—Hablamos de pacientes médicamente comprometidos, con una enfermedad sistémica diagnosticada o varias, con tratamiento farmacológico crónico o con alguna discapacidad física, psíquica o sensorial.
—¿Cómo debe ser la atención a estos pacientes en el campo odontológico?
—La atención a estos pacientes (como debemos hacer siempre) consiste en valorar un plan de tratamiento teniendo en cuenta todos los factores que les envuelven (factores sistémicos, psicológicos, farmacológicos, tóxicos…) e intentar que sea el más adecuado en cada caso.
—Estamos hablando en muchos casos de colectivos dependientes, en los que la familia es esencial. ¿Son conscientes las familias de que estos pacientes necesitan una atención especial?
—En la mayoría de los casos las familias son conscientes de que estos pacientes necesitan una atención especial ya que previamente otros profesionales de la medicina les han orientado al respecto. En algunos casos también nos encontramos con familiares o, incluso a los propios pacientes, desorientados porque no encuentran un centro odontológico donde dispongan de la formación adecuada para enfocar correctamente su caso.
—Usted trabaja bajo el concepto de odontología justa, ¿en qué consiste exactamente?
—Odontología justa es el principio básico con el que entendemos nuestra profesión, dando honestamente el mejor tratamiento posible a los pacientes acorde con sus necesidades (ni más ni menos) encontrando un equilibrio entre todos los factores que les envuelven.
—¿Cuáles son sus objetivos profesionales a medio y largo plazo? ¿Qué espera conseguir?
—Sinceramente, aspiro a seguir realizando mi profesión de la mejor manera posible, siempre con ganas de seguir formándome para mejorar y, por supuesto, con la ilusión del primer día.
Espero conseguir que mis pacientes noten esta convicción y estén seguros de que nuestra intención es darles lo mejor que está a nuestro alcance de una manera honesta.
—Y además de la práctica privada, es usted profesora colaboradora de un máster universitario. ¿Qué les intenta transmitir a sus alumnos?
—Intento concienciarles, explicado de una manera muy general, que no deben nunca perder de vista al paciente en su conjunto. Aunque nuestro territorio de actuación profesional sea la cavidad oral, debemos siempre tener presente que atendemos a personas, cada una con una serie de factores que la hace única y que precisará un tratamiento personalizado adecuado.
—Sus alumnos se enfrentan a un momento laboral muy difícil. ¿Qué consejos les da para alcanzar un alto reconocimiento profesional?
—Si alguno de ellos me preguntase les diría que se enfrentasen a cada día con muchas ganas de aprender, mucha voluntad para seguir trabajando y ser mejor poco a poco, mucha ilusión para no desfallecer ante todos los obstáculos y humanidad para tratar a sus pacientes de una manera honesta.