Carnavales de Ourense
Carnavales de Ourense
A fiesta popular más divertida del calendario tiene nombre propio en la provincia de Ourense, «entroido». Máscaras artesanales, ropajes históricos, antiguas tradiciones y coloridos desfiles dibujan el enfrentamiento entre Don Carnal y Doña Cuaresma, configurando este carnaval gallego considerado de Interés Turístico Regional en varias localidades. Laza, Verín y Xinzo de Limia son claros ejemplos de esto.
La fiesta del «peluqueiro»
Laza alberga el ritual carnavalesco más largo y más antiguo de España. Los festejos más llamativos tienen lugar entre el viernes y el martes anteriores al miércoles de ceniza, pero las celebraciones comienzan la noche del 1 de enero. El protagonista del entroido de Laza es el «peluqueiro», personaje que recorre las calles ataviado con una gran máscara, seis «chocos» o cencerros y un látigo. Cada año unos 150 peluqueiros pueblan las calles de Laza. El viernes de carnaval tiene lugar el «folion». Vecinos de Laza y de localidades próximas desfilan por las principales vías sonando sus tambores con gran algarabía. Pero antes, habitantes y turistas prenden los «fachos de palla», montones de paja que arden y crepitan marcando el inicio del pasacalles. El sábado es el día de culto al buen comer. Se colocan largas mesas en plazas y calles y todo el pueblo disfruta de un festín a base de cabrito y vino. El lunes de «entroido» es la jornada más característica, por la rareza y antigüedad de actividades como la «farrapada», una especie de batalla campal en clave de humor donde todo el mundo lucha arrojándose trapos empapados en barro. El lunes también es el día del lanzamiento de hormigas. El pueblo se reúne en la plaza principal con bolsas de hormigas rojas a las que previamente se ha rociado con vinagre para que su ataque sea más bravo. A la señal, todos comienzan a lanzarselas. En Verín, el colorido de los disfraces luce entremezclado con el blanco de la harina y el negro de los fuegos pirotécnicos. El protagonista del entroido de esta pequeña villa es el «cigarrons», que desfila portando una gran máscara, sonoras «chocas» o cencerros y un látigo. Se cree que este peculiar atavío representa a un cobrador de impuestos medieval o a un personaje encargado de levantar la caza. El preludio a unos días de fiesta ininterrumpida lo marca el «xoves de comadres» en el que centenares de mujeres se reúnen en cenas colectivas y, a medianoche, portando velas y sábanas blancas, se dirigen a San Lázaro para recibir a Don Carnal. El viernes, denominado de «compadreo», se suceden los desfiles y orquestas durante todo el día. El sábado podemos asistir al bautizo «do cigarrón», acto en el que tres jóvenes son investidos «cigarrons» y tras el cual todo el pueblo degusta productos típicos como licor café. Y el domingo «corredoiro» los verinenses celebran la primera «farriñada». Nadie sale de casa sin un saquito de harina que lanzará a cualquier viandante con el que se cruce con el objetivo de purificar el alma.
«Pantallas» en Xinzo de Limia
En Xinzo de Limia, el personaje central es la «Pantalla». La gente corre por la ciudad vestidos con calzonas blancas, camisa, capa roja o negra, campanillas colgadas por todo el cuerpo y las «vejigas», dos grandes globos de plástico que llevan en las manos. El cometido de las «pantallas» es vigilar que nadie pasea sin disfraz, a quien viste de calle lo llevan en volandas hasta el bar más próximo donde tendrá que invitar a una ronda de vino. En ese momento, empieza para él la fiesta…