El Juzgado de Lo Penal nº 1 de Murcia ha condenado al pago de una multa de 1.800 euros a dos personas como cooperadores de un delito de intrusismo cometido por un falso odontólogo, actualmente en paradero desconocido.
Los hechos se produjeron en 2006, cuando un empleado de una agencia de detectives se presentó en un locutorio de telefonía de Murcia, regentados por los condenados y preguntó por el dentista que se anunciaba en el local. Le indicaron que pasara a la trastienda donde en un habitáculo y en una hamaca de placa fue atendido por un tal “Hugo” que realizó actos propios de la profesión de odontólogo, sin que haya acreditado titulación académica alguna.
Aunque los acusados alegaron en su defensa que desconocían la actividad que se desarrollaba en la trastienda del locutorio de su propiedad, el magistrado no les ha creído , Además, aunque el fiscal sostuvo durante el juicio que ambos debían ser condenados como cómplices y no como colaboradores necesarios, la sentencia discrepa, “puesto que facilitan un local, lo que debe considerarse como una actuación previa a la comisión del delito, pero también coadyuvante a su comisión en el mismo momento en el que se estaba cometiendo".
La sentencia que no es firme, da la razón al Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Murcia, que ha actuado en el proceso como acusación particular.
