Ante la llegada del verano y el incremento del consumo de refrescos, helados y otros dulces, los expertos del Hospital Ruber Dental de Madrid elaboraron un informe con recomendaciones, una de las cuales hacía referencia a que el uso de “cañitas” para ingerir las bebidas podría preservar la salud de los dientes, al evitar el contacto directo con líquidos cuya composición ácida y/o azucarada resulta erosiva para el esmalte dental.
Se trata de bebidas típicas de la temporada estival, como refrescos, zumos ácidos, vino blanco, cava o champán, así como de las bebidas energéticas.
La utilización de estos tubos de plástico para sorber líquidos "ayuda a contrarrestar los citados efectos nocivos, ya que permiten que pasen directamente a la garganta, sin tocar apenas las piezas".
El uso de las pajitas se ha asociado tradicionalmente a los más pequeños de la casa o a aquellas personas con dificultades para masticar, pero Ruber Dental concluye que su utilización "es recomendable en todas las edades".
Además, un elevado consumo de chicles, caramelos e, incluso ciertas frutas como el plátano o la pera, propician la aparición de patologías dentales.
La doctora Cristina Laciana advierte que estos productos, por su composición, su adhesividad, su consistencia y el tamaño de las partículas, tienden a aumentar la probabilidad de que se formen caries.
Para evitarlo, no deben tomarse entre comidas ni dejar que transcurra más de una hora sin lavar los dientes tras su ingesta.