En febrero comenzará a aplicarse el Plan de Atención Dental Infantil en Madrid, más conocido como PADI. Este ambicioso programa, fruto de un convenio entre la Comunidad de Madrid, a través del IMSALUD, y el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región —que se encargará de la gestión—, preve que en el plazo de nueve años todos los niños entre los 6 y 14 años de edad residentes en la Comunidad de Madrid reciban asistencia odontológica gratuita con carácter preventivo.
El vicepresidente del Colegio Oficial de Odontólogos y estomatólogos de Madrid, doctor Luis Beltrán, desvela a los lectores de Gaceta Dental, todos los pormenores de este proyecto.
Pregunta. ¿Qué servicios incluye el PADI?
Respuesta. El PADI es un programa de atención dental para los niños con un enfoque fundamentalmente preventivo. Se van a incorporar una serie de actuaciones protocolizadas, que harán todos los odontólogos de la misma forma y que van a consistir en una o dos visitas anuales, con su diagnóstico, con su exploración física… Va a ser un programa de fluoraciones preventivas de los dientes, de selladores de puntos y fisuras de los dientes para que no haya caries y, por último, si se genera alguna caries, las obturaciones de esos dientes.
También están contempladas en principio las endodoncias y las urgencias dentales, así como los traumatismos del grupo anterior de dientes, con todas las intervenciones que pueden implicar esos traumatismos.
Todo ese bloque de actuaciones protocolizadas, que cada clínica va a hacer prácticamente de la misma manera, se incorporan con un coste determinado, que está perfectamente calculado y que se paga por niño y año.
P. ¿Sobre quiénes recaerá este coste?
R. La Comunidad de Madrid asume todos los gastos. El niño no tiene que aportar nada y la clínica dental tiene su coste sanitario perfectamente cubierto, porque le van a pagar por cada niño y año una cantidad que va a cubrir todas esas intervenciones.
En el caso de las intervenciones más complejas, más largas y más delicadas, que ya no son puramente preventivas, se va a pagar a la clínica por cada acto y, entonces, se va a generar una factura por cada uno de esos actos. Todo ese montante es difícil de calcular inicialmente, porque no se conoce con exactitud la prevalencia de las enfermedades dentales y el nivel de frecuencia que tienen las mismas.
Al ser un programa universal, que va a atender a todos los niños residentes en Madrid, incluidos los inmigrantes —todos los que tengan la tarjeta sanitaria van a tener acceso— se da una situación nueva de la que no conocemos exactamente su dimensión.
P. ¿Hay alguna intervención bucodental que el PADI no cubra?
R. No entran en el PADI la ortodoncia ni el diagnóstico ortodóncico, es la única exclusión importante, y sobre la dentición primaria sólo se actúa a nivel preventivo. Si surge una caries, eso no entra en el PADI porque aumentaría mucho el coste, pero al ejercerse medidas de prevención sobre toda la boca, se supone que la dentición de leche estará mucho mejor tratada.
En todos los lugares del mundo donde se han realizado programas de este estilo bien hechos, la salud bucodental de los niños ha mejorado de forma muy sensible, hasta el punto de estar prácticamente las bocas sanas a los quince años. Esto es lo que perseguimos.
P. ¿Cuál es el mecanismo por el que van a poder acceder los niños al PADI?
R. La Comunidad de Madrid va a desarrollar un subprograma de comunicación para el PADI, enviará una carta a la casa de cada niño que cumpla seis años y, además, se pondrá en marcha un programa de comunicación en los centros de atención primaria, en las propias clínicas dentales, en Telemadrid y otros medios de comunicación,… de tal manera que todo el mundo va a estar enterado de la existencia del PADI.
Junto con la carta, cada niño recibirá también el listado con todos los odontólogos disponibles en su área de salud y también en toda la Comunidad de Madrid, ya que el punto central del programa es que cada niño tenga libre elección de profesional entre todos los dentistas que estén adscritos al plan.
Queremos conseguir que cada niño tenga su propio dentista de cabecera, sin excluir la posibilidad de que una vez al año pueda cambiar de profesional si tiene algún problema.
P. ¿Dentistas fundamentalmente privados…?
R. Para poder universalizar el plan hace falta una red muy amplia de clínicas, porque la parte de inversión pública que existe en estos momentos no daría abasto. La mayor parte de las clínicas van a ser privadas concertadas. Habrá una red mínima de 500 o 600 puntos de asistencia, si no, no se llega a cubrir bien la asistencia de todos los niños.
La Administración pública cuenta con, aproximadamente, 104 profesionales y su distribución geográfica tampoco coincide con la de todos los niños.
La gran ventaja de hacer esto a través del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos es que el colegio aglutina a todos los profesionales, con lo cual va a hacer posible que se ejerza de verdad la libre elección de profesional.
Además, el Colegio es una institución de derecho público que no tiene ánimo de lucro y, por lo tanto, no se mezcla una iniciativa privada directamente en una gestión sanitaria pública.
P. ¿Cuál es exactamente el papel que va a jugar el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos en el PADI?
R. El Colegio será el gestor del dinero público, va a generar los pagos a las clínicas y será el ejecutor del plan. Toda la gestión, incluida la clínica y epidemiológica y la económica, la va a realizar el propio Colegio. Como consecuencia, tendrá que modificarse de forma sustancial, generar una unidad técnico-administrativa exclusivamente para el PADI, que va a contar con un soporte tecnológico muy fuerte, porque va a estar todo completamente informatizado, y un sistema de gestión sanitaria muy moderno, proceso por proceso, y con una información día a día de lo que pasa.
Con todo ello, el papel del Colegio pasa a ser absolutamente protagonista. Es la primera vez que ocurre en España que un dinero público se gestiona directamente a través de los profesionales.
Estamos valorando la posibilidad de hacer un pilotaje los primeros meses, con un número reducido de clínicas, a lo mejor en un área determinada, para probar todo el sistema antes de lanzarse a toda la Comunidad de Madrid. Esto puede evitar errores de puesta en marcha.
P. ¿Qué requisitos necesitan cumplir las clínicas que deseen formar parte del programa?
R. Actualmente estamos desarrollando una web que ya está funcionando en pruebas. Ahí tendrán las clínicas toda la información sobre el PADI y, al mismo tiempo, se podrán dar de alta en el sistema de forma interactiva.
El Colegio, a través de su unidad técnico-administrativa tendrá que validar, acreditar a las clínicas, y generar una red de clínicas consolidadas.
Esto se podrá hacer on-line o vía telefónica, pero siempre a través del Colegio, que comprobará que la clínica figura en el registro de establecimientos sanitarios de la Comunidad de Madrid y que dispone del equipamiento tecnológico suficiente para poder estar conectada on-line y poder transmitir la información clínica a la unidad central de información. En caso contrario se le proveerá de ese equipamiento desde el propio Colegio. Tenemos un acuerdo con la empresa Infomed, que ha desarrollado la página web del PADI, y ellos van a instalar en la clínica que lo necesite el equipo informático y el software necesario a un precio mínimo, además de proporcionarles la formación para que eso pueda funcionar de forma inmediata.
Hay un 31 por ciento de clínicas bien informatizadas, pensamos que es un porcentaje muy bajo.
P. El pago que van a recibir las clínicas adscritas, ¿será competitivo?
R. El pago va a ser competitivo. Esta calculado teniendo en cuenta el coste de las intervenciones dentales en la Comunidad de Madrid. Para ello se ha hecho un estudio del coste por proceso de cada uno de los que lleva el PADI. Se ha calculado de manera que, si una clínica tipo, se dedicara exclusivamente a ver niños del PADI, sus beneficios a final de mes fueran muy similares a los que consigue con su actividad normal una clínica privada en Madrid.
Hay que respetar cómo son las clínicas privadas y su funcionamiento económico en la actualidad para que sean realmente eficaces en un programa de este tipo. Y yo creo que se va a respetar.
P. ¿Qué nivel de aceptación están logrando entre los colegiados?
R. En general, la parte más mayor de la profesión recela más ante lo que supone un cambio del modelo asistencial con carácter permanente. En cambio, los profesionales más jóvenes lo están aceptando muy bien. Estamos conectando telefónicamente con muchas clínicas para formar la red y la adhesión en general de las clínicas que ejercen odontología de barrio está siendo unánime.
P. Para los odontólogos que están comenzando puede ser una salida profesional, teniendo en cuenta la proliferación de licenciados que buscan posicionarse en el mercado laboral.
R. Yo pienso que lo tienen que ver, y de hecho lo están viendo como una oportunidad más que como una amenaza. Para empezar, el PADI supone más de 2.500 millones de pesetas que van directamente al sistema, y les permite contar con un dinero fijo para afrontar sus gastos iniciales o mínimos, que puede permitir a dos o más profesionales jóvenes asociarse y coger PADI suficiente para tener sus recibos más elementales pagados sin ningún riesgo.
P. ¿Creen que este programa de atención infantil va a repercutir en que exista una mayor concienciación, incluso entre la población adulta, de la importancia de acudir regularmente al dentista como medida de prevención?
R. Sí, sin duda. Está comprobado que en las zonas geográficas donde se han puesto en marcha planes parecidos el nivel de demanda asistencial y de asistencia al dentista ha aumentado de forma espectacular y ha alcanzado los niveles de Centroeuropa, cuando España se encuentra muy por debajo. A nadie se le escapa que los 442.000 niños que hay en Madrid de seis a catorce años tienen padres y abuelos, por lo que aumentará la concienciación y la salud bucodental global, no sólo la de los niños.
El PADI contribuirá a recuperar la figura del dentista de cabecera, el dentista de siempre, que va a salir potenciada.
P. Se ha referido a otras zonas en las que se han implantado programas similares. El PADI madrileño, ¿sigue algún modelo?
R. Se han desarrollado programas de este tipo fundamentalmente en Navarra y el País Vasco, que es donde llevan más tiempo, del orden de diez años. El plan de Navarra, cuando empezamos a estudiar el PADI de Madrid, aparecía como el más solvente y el que estaba mejor diseñado, y nos hemos basado bastante en él, aunque nos hemos ido siempre a máximos y hemos pretendido que el plan de Madrid fuera el que tuviera más prestaciones y el que estuviera mejor resuelto, sobre todo en la parte de gestión económica que es la que es diferente de todos los anteriores. Va a tener un control de calidad, también, que no lo había en ningún otro plan. Al tener una unidad técnica-administrativa que controle día a día las intervenciones, con la función de una auditoría diaria, permitirá conocer lo que ocurre puntualmente con los niños. En resumen, que la marcha del programa es bastante novedosa y va a resultar mucho mejor.
P. De sus palabras deducimos que Madrid se va a posicionar como una comunidad autónoma puntera en lo que a asistencia bucodental se refiere.
R. Sin duda alguna. Hemos tenido también en cuenta la cartilla de salud dental de Holanda y de Alemania, aunque allí la legislación varía y hay algunos puntos que en España no podrían ser de la misma manera, pero nos han aportado datos muy interesantes.
Es decir, que hemos hecho una revisión a fondo de todo lo que había hasta ahora antes de generar un plan en Madrid que yo creo que va a funcionar bastante bien.
P. Es evidente que este programa va a resultar útil para mejorar, de cara al futuro, la salud dental media de los madrileños, teniendo en cuenta que los niños de hoy son los adultos de mañana. Pero, ¿qué ocurre con las personas mayores que en este momento adolecen de un peor estado de su dentadura y que son quienes más necesitan asistencia?
R. Pienso que es otra asignatura pendiente y se está considerando como una buena segunda parte. Nosotros, al realizar la gestión de PADI desde el Colegio, generaremos una red de clínicas y un sistema de gestión que puede ser común para otros planes de asistencia futuros. Toda esa red la utilizaremos en el futuro para desarrollar planes de atención dirigidos a otros colectivos, entre los cuales la tercera edad estará entre los primeros. v