InicioNoticiasProtagonistas“El Libro Blanco recomienda el retorno al dentista de cabecera”

“El Libro Blanco recomienda el retorno al dentista de cabecera”

A finales del pasado mes de enero se ha presentado en Barcelona el Libro Blanco de la Odontología en Cataluña 2002, encargado por el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña y en el que han participado la Universidad de Barcelona, la Universidad Pompeu Fabra y ESABE. El estudio lo ha dirigido el doctor Emili Cuenca, labor que ha desempeñado, según señala el presidente de la institución colegial, el doctor José Luis Navarro Majó, “con un carácter absolutamente riguroso; el colegio no ha intervenido para nada”. Y añade: “es tan serio y riguroso que la prensa, cuando se lo hemos presentado, nos ha dedicado una atención que no nos había dedicado jamás”.

Pregunta. Según el Libro Blanco, en los últimos diez años la cifra de dentistas en Cataluña se ha duplicado, con lo que son más de 3.250 los profesionales que ejercen en esta comunidad autónoma. ¿A qué se debe este notable aumento?
Respuesta. Se debe a tres factores muy concretos. Primero, el aumento del número de facultades, no sólo en Barcelona, sino por toda España; a la gran avalancha de titulaciones sudamericanas y, en tercer lugar, a que empiezan a entrar profesionales de la Unión Europea. Pero, además, este crecimiento no se va a estancar ahí, sino que, según el Libro Blanco, para el año 2010 habrá en Cataluña unos 4.000 dentistas, lo cual es una cifra muy por encima de lo recomendado por la OMS.
También hay otro hecho a tener en cuenta y es que las patologías han descendido en los adolescentes, con lo cual las previsiones apuntan a que sobrarán dentistas.
P. Uno de los factores que ha mencionado y que apunta también el Libro Blanco, es el referente al número de titulados en el extranjero que, parece ser, suponen ya el 30 por ciento de los colegiados en el Colegio de Cataluña.
R. Debemos tener en cuenta que en este porcentaje están incluidos muchos españoles que han obtenido su titulación en un país extranjero.
Lo que dice el Libro Blanco es que estos titulados, una vez llegan a España, deberían obtener la homologación mediante unos exámenes que nos asegurasen que sus competencias son las correctas, porque actualmente los exámenes que se hacen son sólo de conocimientos, no de competencias.
Este problema, como el resto de los que menciona el Libro Blanco, se da también en el resto de comunidades españolas. Las conclusines del Libro Blanco son extrapolables a cualquier otro lugar de España. Por ejemplo, como mencionaba antes, se están abriendo un montón de nuevas facultades por toda España, se ha pasado de tres a quince. De hecho, desde que se publicó el Libro Blanco, se han abierto ya dos nuevas.
P.¿Cómo se entiende que, pese a la saturación de profesionales que padece el sector, sigan abriéndose nuevos centros de formación?
R.Es por la elevada demanda de plazas. Por ejemplo, en la universidad privada de Barcelona todavía hay el doble de solicitudes que de plazas disponibles. Todavía no existe en la población la conciencia de que esta profesión no tiene porvenir, al revés, tiene fama de ser una profesión con la que se gana dinero, de garantizar un puesto de trabajo. Esta creencia cada vez responde menos a la realidad y es contra lo que trata de alertar el Libro Blanco.
P. ¿No hay ninguna solución, ninguna salida que permita emplear a todos los nuevos titulados que van surgiendo cada año?
R. Al aumentar el número de dentistas han aparecido intermediarios que han montado sus negocios y que están contratando a estos dentistas y obligándoles a trabajar bajo unas condiciones inaceptables, ya que, como denuncia el Libro Blanco, su finalidad es meramente económica. Están provocando lo que se conoce como demanda inducida, obligándoles a sacar rendimiento y esto conduce a que se produzcan sobretratamientos, algo que en ningún caso se debe permitir. Por eso, el Libro Blanco recomienda la actualización de los códigos deontológicos, para que se persiga a este tipo de actuaciones que conllevan una praxis cuanto menos incorrecta.
P. Otra de las recomendaciones que hace el Libro Blanco es la de “promover cambios curriculares en las facultades de Odontología, fundamentados en la enseñanza basada en las competencias y de acuerdo con las necesidades actuales de la población catalana”.
R. Las facultades de Odontología se han creado en una dinámica muy anticuada, están impartiendo conocimientos, pura teoría; pero, a la hora de la verdad, cuando el titulado se encuentra con un paciente, no sabe tratarlo porque lo está viendo parcialmente; o a lo mejor está haciendo unos currículos de cirugía tremendos y lo que se va a encontrar en la calle no es eso. No responde a la realidad de los requerimientos de la profesión. Las facultades y sus currículos no responden a lo que la sociedad necesita: lo que hay que hacer es enseñar competencias y examinar de competencias. E igual se dice en la formación continuada. Está muy bien que se hagan cursos de implantes, porque es rentable, pero si la sociedad necesita prevención debería ser casi obligatorio que se hiciesen cursos de prevención y de medicina bucal.
P. El Libro Blanco se hace eco también del significativo incremento en el número de mujeres que eligen la Odontología como profesión, hasta el punto de que, muy pronto, la mitad de los dentistas serán mujeres.
R. Va a haber una feminización de la profesión, ya estamos asistiendo a ella, y es debido a que la nota media que se necesita para acceder a estos estudios es altísima y parece ser que las mujeres obtienen mejores calificaciones. En las universidades públicas hay un número de mujeres que rondan el 70 por ciento. En las privadas, como las normas de acceso no son tan estrictas, la proporción es menor.
Esto conlleva a un cambio sustancial en la profesión: el hombre tiene una visión más económica de los temas, la mujer tiene más visión social. Está más predispuesta a la prevención y, por su condición femenina, a tratar mejor al paciente que un hombre, lo cual pienso que será bueno para la profesión.
P. ¿Cómo evoluciona la demanda de atención odontológica, concretamente en la comunidad autónoma de Cataluña? ¿Está la población catalana lo suficientemente concienciada de la necesidad de acudir regularmente al dentista como medida de prevención?
R. En el Libro Blanco se menciona que un 70 por ciento de la población no ha acudido en el último año al dentista. Esto evidencia que la mayoría de la población catalana, lo cual es perfectamente extrapolable al resto de la población española, no tiene ni idea de lo que es prevención, sólo va al dentista cuando tiene algún problema. Solamente una pequeñísima parte va regularmente, y esto está relacionado con el nivel de renta y de cultura. Por eso, la campaña del consejo general.
El Colegio de Cataluña ha sido uno de los que han apoyado la puesta en marcha de esta campaña en televisión.
P. Antes nos ha hablado de un segmento de la población —niños, adolescentes— cuya salud bucodental está mejorando de forma muy notoria, especialmente en lo que se refiere a la incidencia de caries. ¿Es este un logro de los dentistas españoles?
R. Es un logro de la campaña de enjuagues y de culturización que empezó la Generalitat de Cataluña en el año 82. El grupo asesor de la Generalitat, que en ese momento fuedirigido por el doctor Emili Cuenca, aconsejó no entrar en curar patologías, sino en prevenirlas. La consecuencia es que hoy los niños catalanes prácticamente no tienen caries. Y esto que ha ocurrido en Cataluña, se ha producido también en otras zonas de España, con menor incidencia. Los españoles hemos incrementado nuestro nivel cultural, han aparecido pastas fluoradas por todas partes, y todo ello ha repercutido favorablemente sobre la salud oral.
P. La Comunidad de Madrid ha comenzado la implantación de un ambicioso Plan de Atención Dental Infantil, conocido como PADI. ¿Qué opinión le merece tanto éste como otros programas similares que puedan aplicarse en las distintas comunidades autónomas?
R. El Colegio catalán está totalmente de acuerdo en la universalización de la salud oral. Es un objetivo de los colegios, es un objetivo de la odontología, es un objetivo de los profesionales. La manera en que se consiga esta universalización corresponde a los gobiernos, tanto a los autónomos como al gobierno general.
La Comunidad de Madrid ha escogido un sistema que es el Plan de Atención Dental Infantil en las consultas privadas de los dentistas mediante unos sistemas de pago capitativo. Para nosotros, lo importante es cómo se va a financiar esto. Esa financiación tiene que llegar a pagar al profesional de una manera correcta para que esté motivado y dispuesto a hacerlo bien. Si no es así, será un desastre. Entonces, hasta donde se pueda pagar, que se atienda al niño, a partir de donde no se pueda pagar, que no nos obliguen a atenderlo.
En Cataluña tenemos una red de atención primaria que no tiene parangón en todo el estado. Creo que tenemos alrededor de 350 dentistas trabajando en atención primaria. Y es posible que esas prestaciones, que se pueden dar en la Comunidad de Madrid, que se han dado en el País Vasco a través de las consultas privadas de los dentistas, en Cataluña se hagan a través de la red pública. Pero independientemente de lo que se haga en Cataluña, creo que los profesionales tenemos el deber de denunciar si la financiación no es la adecuada para realizar un tratamiento correcto, no quiero que mis niños sean mal tratados o insuficientemente tratados, o que mi dentista no esté motivado. Y, además, ya tenemos experiencias fuera: hagámoslo bien, que lo hagan bien.
Denunciaremos si no está bien hecho.
P. ¿Desea añadir alguna cosa más?
R. Sí, una cosa muy importante, y es que el Libro Blanco recomienda algo que es un movimiento a nivel mundial, y es la vuelta al médico de cabecera, al dentista de cabecera. Es decir, las macroclínicas que se están abriendo, las franquicias que se están abriendo, tienen una visión absolutamente económica del tema, no una visión de salud. Pueden engañar al paciente porque tienen que obtener unos beneficios. El dentista de cabecera, el dentista que le está atendiendo regularmente, que conoce a toda la familia, es incapaz de engañarle. Hay esa relación paciente-dentista que a nivel mundial parece ser la mejor de las relaciones posibles. Y esa es la que el Libro Blanco recomienda.
En otra encuesta antigua que teníamos, los pacientes catalanes se mostraban absolutamente encantados con esta relación médico-paciente. v

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