Las llamadas de los pacientes de ortodoncia que solicitan una “visita urgente”, en la mayoría de los casos se debe a que el arco se ha salido del tubo molar o bien porque el arco se ha deslizado hacia uno de los lados, sobresaliendo en exceso por distal del tubo, dañando la mucosa yugal, provocando úlceras traumáticas muy dolorosas que requieren la atención del profesional a la menor brevedad. El paciente se ve impedido para la masticación, fonación y cualquier movimiento mandibular o lingual. Esto aumenta el estrés y el disgusto del paciente frente al tratamiento y hacia nosotros.
Los problemas que derivan de esta situación son:
• DISCONFORT DEL PACIENTE (dolor y disgusto): El paciente está dolorido y nervioso, situación que se “agrava” si eso se produce fuera del horario de consulta.
• TIEMPO: Se produce una desorganización de la agenda del día; el paciente, generalmente, no llama a la consulta previamente, si no que se presenta en mitad de nuestra jornada, produciendo retraso en la atención a los pacientes que aguardan su turno en la sala de espera.
• DINERO: Hay veces que el arco, al salirse de su posición correcta, se deforma, otras veces, ante la “desesperación” en esta circunstancia, el paciente corta el arco para poder quitárselo o se lo quita y lo pierde. Cualquiera de estos supuestos nos obliga a poner un arco nuevo, lo cual aumenta los gastos de material del caso.
• PRESTIGIO: La percepción del paciente es que “la ortodoncia duele”. No hay nada peor que un paciente descontento, bien por el dolor que ha padecido o porque esta circunstancia le ha sucedido en un momento en que no ha podido localizarnos.
Ironizando diré que todos sabemos que para los pacientes, su médico o dentista “no tiene derecho al descanso ni a las vacaciones”. Como la madre de un paciente, que incapaz de activar un disyuntor maxilar, me dijo muy ofendida: “No veo nada bien que, con lo que cuesta una ortodoncia, tenga que darle yo las vueltas al aparato; debería hacerlo usted”. Ante lo cual, no me quedó más remedio que explicarle con una sonrisa que todos los dormitorios de mi casa ya estaban ocupados con otros pacientes a los que, “cumpliendo con mi deber” les activaba todas las noches el disyuntor, por lo que tendría que espera a que terminase con alguno y así poder venir su hijo a vivir conmigo mientras durase el proceso de la disyunción.
En fin, para algunos pacientes, “todo lo que ocurra durante un tratamiento dental, incluso resbalarse en el supermercado, es culpa de ese tratamiento”.
En resumen, paciente descontento, pérdida de tiempo, de dinero y de prestigio; un cóctel explosivo para nuestra práctica diaria.
Las soluciones hasta ahora, son la cera de ortodoncia, en el extremo sobresaliente del arco, y los alicates de corte distal para cortar el arco a ras de distal del tubo y que no sobresalga el alambre.
Ambas opciones no son efectivas: la cera es atravesada por el arco con suma facilidad, y el cortar el sobrante del arco, con el alicate de corte distal, por distal de tubo no soluciona el problema, ya que a medida que se van produciendo movimientos dentarios, según el caso, aumenta o disminuye la longitud de la arcada dentaria, quedando el arco más largo de lo que al principio necesitábamos, en caso de que esa longitud de arcada disminuya y sobresaliendo por distal de los tubos, o en caso contrario; al aumentar la longitud de la arcada el arco se sale por mesial de los tubos, quedando más corto de lo necesario. En otros casos, los arcos redondos que colocamos al principio del tratamiento, al cabo de unos días se desliza a derecha o izquierda sobresaliendo y pinchado la mucosa del paciente de un lado o saliéndose del tubo del lado contrario con el mismo resultado para el paciente: “dolor”.
Hay un producto que sí soluciona estos problemas, es el TOP-STOP®. Consiste en un capuchón que cubre el extremo del arco y se sujeta al tubo molar, es de un material elástico que no impide el movimiento natural del arco, pero sí evita el roce del extremo del arco en la mucosa oral del paciente y lo sujeta suavemente de manera que impide que el arco se deslice o salga del tubo. El uso de este dispositivo hará que las llamadas de los pacientes pidiendo una cita urgente por las situaciones antes descritas sean cosas del pasado en la consulta del ortodoncista.
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