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Sofrología aplicada en Odontoestomatología

Aspectos históricos
La sofrología es una propuesta científica que nace en España en los años 60 en el seno de la medicina. Fue el neuropsiquiatra Alfonso Caycedo, residente en la cátedra del doctor López Ibor, quien crea una nueva propuesta que estudia cómo potenciar la dimensión positiva de las capacidades conscientes del ser humano.

A través de sus métodos y técnicas, la sofrología actúa preventiva, terapéutica y pedagógicamente, dotando al ser humano de recursos con los que poder afrontar, de forma adecuada, las innumerables dificultades, que se puedan presentar en la vida cotidiana. Con el ejercicio y aplicación de las metodologías aprendidas, el individuo toma consciencia de que es, él mismo, el artífice en la consecución y alcance de los resultados, viéndose con ello reforzada su consciencia y su propia personalidad.

Desde el principio, la sofrología ha estado muy ligada a la odontoestomatología. En los inicios, el doctor Caycedo fue apoyado en el impulso inicial de su propuesta por profesionales ligados a la profesión dental, como el doctor De la Macorra, doctor García Vicente y otros. En aquel entonces, fundamentalmente, interesaba su aplicación en la analgesia y anestesia dental. Ahora, ha quedado relegada dicha utilización por cuestiones obvias, ya que la anestesia local cumple perfectamente estos objetivos de una forma cómoda y rápida. Sus metodologías se enfocan en este momento, más que nunca, a tratar al paciente en sus posibles patologías y al propio profesional de salud en la prevención y abordaje de los trastornos del estrés y ansiedad.

Campos de actuación de la sofrología

Los campos de actuación son muy amplios. De manera genérica, la sofrología puede ser aplicada a distintos niveles:
— Nivel preventivo: Actuando sobre las reacciones de estrés y ansiedad. Anticipando actuaciones adecuadas ante las situaciones que generan estas reacciones emocionales. Facilitando una recuperación diaria del cansancio generado. Se aplica también en la preparación a la maternidad y en el niño desde los seis años de edad. El doctor Espinosa, médico pediatra español, diseñó en los años 70, un método específico para ser aplicado al área existencial del niño, obteniendo con ello una medalla de oro en el XIV Congreso Mundial de Pediatría. Ha sido aplicado en los niños desde entonces, mejorando su adaptación a la escuela, al ambiente familiar, social y de forma más particular facilitando el desarrollo de un esquema corporal armónico.
— Nivel terapéutico: Recuperando de los trastornos derivados del estrés , ansiedad (miedos irracionales, ansiedad de evaluación, fobia social, ansiedad generalizada, trastorno de pánico, agorafobia…) emocionalidad negativa (ira , hostilidad, tristeza…), depresión, trastornos psicosomáticos (gastrointestinales, dermatológicos, de sistema nervioso, cardiovascular, endocrino…), trastornos del esquema corporal, fibromialgia , fatiga crónica, etc. Interviene como terapia de apoyo en enfermedades de carácter psiquiátrico, como la esquizofrenia, trastornos de personalidad límite, trastornos obsesivos. También en el cáncer, facilitando la adaptación a la nueva situación y la aceptación adecuada del tratamiento. Es igualmente aplicado en el niño, facilitando la recuperación de las diversas patologías que les afectan.
— Nivel pedagógico: Facilitando aprendizajes. Es aplicado en el estudio, desde el niño al adulto, con métodos especializados en formar a opositores y estudiantes universitarios en el entrenamiento de la memoria y potenciación de la atención concentración.

La aplicación en el deporte de alta competición ha sido desarrollada también por el doctor Espinosa en nuestro país. Es aplicada para fortalecer el área psicofísica del deportista de competición. Deportistas instruidos en metodologías sofrológicas, han alcanzando numerosos éxitos en campeonatos mundiales e internacionales (hípica, golf, esgrima, ciclismo, natación, tiro con arco, tenis, tiro olímpico…) así como en competiciones olímpicas, logrando excelentes resultados en los juegos Olímpicos de Barcelona 92. Deportistas como Perico Delgado, Chema Olazábal, Santiago Luna, Severiano Ballesteros, Cayetano Martínez, Martín López Zubero, Mari Joé Fernández, Antonio Rebollo, Antonio Vázquez, Amaya Andrés, y un largo etcétera, han sido atletas preparados con el Método de Relajación Dinámica (MARD).

Sofrología y Odontoestomatología

1. Sofrología aplicada al paciente

En general la sofrología puede ser aplicada en todos aquellos trastornos derivados del estrés, la ansiedad y patología psicosomática. Muchos de estos son habituales en la consulta, siendo frecuente diagnosticar procesos tales como: síndrome de disfunción cráneo- mandibular, patología de la ATM, glosodinias, herpes simple recidivante, liquen, candidiasis refractarias al tratamiento, bruxismo, patología periodontal, tabaquismo, cancerofobia, boca seca y un largo etcétera. En estos casos late un cierto grado de desestabilización mental que ayuda a generar o potenciar dichas patologías y, por tanto, un abordaje adecuado de este aspecto, resulta imprescindible para la estabilidad del tratamiento y, en determinados casos, como única solución a estos trastornos.

Dentro de esta misma área es importante considerar la existencia de una técnica concreta destinada a posibilitar la anestesia no química, denominada sofroanestesia, que puede lograrse en un 80 por ciento de los casos con un obligado aprendizaje y un entrenamiento adecuado. Esta técnica posibilita al paciente para que, DESDE ÉL MISMO Y SOBRE SÍ MISMO, genere una situación de autocontrol suficiente de la sensación dolorosa que permita al especialista realizar intervenciones menores, tales como exodoncias no complicadas, obturaciones, tallados, cirugía menor, etc. Su utilización está justificada en ciertos casos de alergia o patologías que contraindiquen la utilización de anestésicos locales.

2. Sofrología aplicada al profesional

Es bien conocido que la fatiga estresora —disestrés— y los trastornos generalizados de ansiedad son muy elevados en los dentistas y personal auxiliar. Las exigencias de la profesión, la alta competitividad y la necesidad de ejercer con gran precisión y perfección el trabajo, facilitan la aparición de estados emocionales negativos, depresiones reactivas y diversos trastornos psicosomáticos, como cefaleas de tensión, dolores de espalda, insomnio, etc. Cuando la situación persiste pueden llegar a producirse descompensaciones de la personalidad de los profesionales y derivar, incluso, hacia percepciones negativas del paciente, así como a una afectación seria del resto de los componentes del equipo dental y repercusión negativa en la relación con los mismos. Este fenómeno es más florido cuando la relación profesional se dirige a los niños, ya que éstos, en todo momento, están evaluando el medio que les rodea, percibiendo fácilmente la inestabilidad en el entorno y dando lugar al rechazo del tratamiento.

Todo lo anotado puede resolverse de forma preventiva o terapéutica con los métodos y técnicas que la sofrología ofrece actualmente y bajo la estricta dirección del dentista formado en sofrología, tanto si actúa sobre sí mismo, sobre sus pacientes o su equipo auxiliar.

Formación en sofrología

En la actualidad los dentistas pueden formarse en las disciplinas sofrológicas a dos niveles:
Formación profesional para el empleo en clínica de métodos y técnicas sofrológicas con los pacientes. Necesita obtener una formación impartida en la SEEIS (Sección Española de la Escuela Internacional de Sofrología).

Formación como alumno para recibir una atención sofrológica por parte de un profesional cualificado, aplicada a sus propias necesidades como profesional y como persona.

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