El doctor Julio González Iglesias se presenta como candidato a la presidencia del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región al frente de una Junta de Gobierno caracterizada, según sus palabras, por “un entusiamo fuera de lo común” y “un espíritu de equipo optimista y amigable”.
“Nos hemos convencido de que somos colegiados corrientes y molientes con vocación de servicio”. Gran conocedor de la problemática del colectivo odontoestomatológico y plenamente identificado con sus inquietudes, la prioridad de este equipo de gobierno puede resumirse en: “devolver al colegio su protagonismo en los diferentes niveles con una política de diálogo respetuoso con nuestros interlocutores. Queremos dialogar y llegar a acuerdos razonables con todas aquellas organizaciones con las que debamos relacionarnos”.
Pregunta. Dentro del programa que presenta y defiende la candidatura encabezada por usted como presidente. ¿Cuáles cree que son los puntos esenciales, aquellos a los que el colectivo de dentistas va a conceder una mayor importancia?
Respuesta. Lo que preocupa actualmente, de forma esencial, al colectivo odontoestomatológico (me niego a emplear el término “dentistas”) es la supervivencia.
La pregunta que se hacen y nos hacemos todos es: ¿qué va a ser de mí en el futuro? Eso se lo cuestionan dramáticamente los jóvenes, tanto los que se deciden a abrir una consulta, como los que trabajan de forma asalariada; eso les preocupa a quienes, con años de ejercicio ven cómo va disminuyendo su flujo de pacientes, y eso angustia a los que, próximos a jubilarse, se dan cuenta de que los recursos para la jubilación no son gran cosa y, además, deben abandonar sus clínicas sin provecho alguno.
Las causas de este problema son fundamentalmente dos: por una parte, la plétora de profesionales, y, por otra, la irrupción en el mercado de gran número de compañías de servicio, franquicias y otras modalidades, que hacen cada vez más difícil el tradicional modo liberal de ejercer la profesión.
Puntualmente, sin duda, los odontoestomatólogos tenemos, además de la referida cuestión de fondo, infinidad de asuntos que resolver, primero, en nuestras propias consultas, cada vez más difíciles de gobernar dados los requisitos que nos exigen la Administración y la Sanidad: ficheros protegidos, controles de residuos y rayos X, planes de seguridad laboral, contratos con el personal auxiliar, seguros de responsabilidad civil, Hacienda, renovación cada cinco años de la licencia sanitaria, etcétera.
Somos una pequeña empresa, aunque a veces tenemos la sensación de ser una multinacional o una central atómica a la que debe vigilarse con lupa.
Al fondo aparecen otras cuestiones que, aunque menos perentorias, tienen una gran importancia de cara al futuro, como son los planes de estudio (Bolonia), las relaciones con los protésicos e higienistas, el intrusismo, la formación continuada y un largo etcétera.
Pero, resumiendo, repito lo que dije al principio. El problema fundamental es la supervivencia: “¿qué va a ser de mí en el futuro?” Esa es la cuestión, tan simple en el enunciado y tan compleja en la resolución.
P.¿Quiénes son los profesionales que integran, junto con usted, la propuesta de Comité Ejecutivo? ¿Qué formación o experiencia poseen y qué cualidades personales destacaría de cada uno de ellos?
R. Para contestar a esta pregunta pedí a los miembros de mi Junta de Gobierno una breve reseña de sus méritos personales, académicos y profesionales. Se lo tomaron a broma y me dijeron: “hombre, esto no es una oposición o un concurso de méritos”.
Y tenían razón, lo que les he preguntado a todos es si estaban dispuestos a trabajar y a emplear su tiempo en defender la profesión y hacer que el Colegio funcione.
En este sentido, mi satisfacción ha sido enorme, todos, los más jóvenes y los maduros me ofrecieron la máxima disponibilidad y un entusiasmo fuera de lo común.
Afortunadamente, y esto es fundamental, en poco tiempo se ha creado en el conjunto un espíritu de equipo optimista y amigable. Nos hemos convencido de que somos colegiados corrientes y molientes con vocación de servicio. Aquí no viene nadie a lucirse ni a ponerse plumas. Se acabó el relumbrón y el lucimiento social.
No obstante, le diré que el vicepresidente, doctor Carlos García Álvarez, odontólogo y médico, es el creador de una asociación de tipo sindical dedicada a negociar con las diferentes administraciones los problemas de la profesión, por lo que es un gran conocedor de los mismos y de las posibles medidas a tomar.
Mi secretaria general, Rosa Acevedo Ocaña, licenciada en Odontología por la UCM, ha sido presidenta de ANEO (Federación Nacional de Estudiantes de Odontología). ¡Dígame usted quién mejor que ella para comprender las inquietudes de los jóvenes, cuyos derechos ha defendido desde la mencionada asociación!
El tesorero, doctor Juan Ignacio Trobo Muñiz es odontólogo y doctor en Veterinaria de la UCM. Tiene gran experiencia colegial, pues ha ocupado diferentes puestos en el Colegio de Veterinarios, de cuyo funcionamiento podemos aprender muchas cosas.
El vocal contador es otro joven odontólogo, el doctor Óscar Alonso Ezpeleta, que actualmente ocupa el cargo de subdirector en la clínica universitaria de la Facultad de Odontología de la Universidad Alfonso X El Sabio.
Carmen Anchústegui Mínguez, Joaquín González López, María García Santos, Iván García Arianes y Ana Bagües Arias son todos odontólogos, máster en diferentes materias y procedentes de varias universidades y países. Significan la juventud y la pluralidad.
Nuestro candidato a presidente de la Comisión Científica es el doctor Fernando Luengo Cantó, profesional brillantísimo de quien no sabría qué destacar, si todo lo que sabe o su capacidad de transmitirlo. Seguro que organizará en su ámbito un equipo de primeras figuras científicas que continuarán y aun superarán el prestigio que esta comisión ha proporcionado a la odontología madrileña y nacional.
P. ¿Qué cree que puede ofrecer usted, a nivel personal, como representante de los dentistas de la Comunidad de Madrid, desde el punto de vista de su experiencia, conocimientos y aptitudes?
R. A esta pregunta tengo que responderle con el mismo preámbulo de la anterior. No desearía relatar mi “curriculum vitae”, aunque tal vez sí sea interesante destacar algunos puntos de mi experiencia en este sentido, agrupándolos en varios apartados:
A) Experiencia colegial: Durante casi quince años, siendo presidente el doctor Ignacio Gallástegui, llevé las relaciones del Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos con los medios de comunicación, a cuyo efecto preparé un “prontuario” para facilitar las entrevistas de los presidentes de los colegios con los periodistas, por el que obtuve una mención especial por parte del Consejo.
Fui secretario general de dicho Consejo con el doctor Monlleó, al que sigo considerando un gran amigo y una gran persona.
Durante también muchísimos años ocupé el cargo de subdirector de la revista del Consejo (entonces la de mayor tirada y prestigio de España, gracias al tesón de su director, el doctor José Antonio del Pozo), escribí la historia del Consejo General y del Colegio de Madrid, que se publicó en el “Boletín” del Consejo, y coordiné la historia de todos los colegios regionales de España, lo que me permitió conocer profundamente los avatares de nuestra profesión.
Formé parte de la directiva de los actos conmemorativos del cincuentenario de la Estomatología, el año 1998, y del centenario de la Odontología, en 2001, escribiendo al efecto sendos libros dedicados a tales efemérides.
Debido a esos trabajos, el Colegio de la I Región me concedió la medalla de oro al mérito científico.
Durante tanto tiempo he intervenido en innumerables actividades colegiales que sería prolijo enumerar.
También dirigí la revista de nuestro colegio: “Profesión Dental”, durante la presidencia del doctor Bascones. Creo que esto demuestra algún conocimiento de nuestra problemática comparativa.
B) Experiencia profesional: Desde 1974 he trabajado ininterrumpidamente en mi clínica, donde he obtenido los recursos para vivir y atender a mi familia. Esta ha sido mi ocupación fundamental, de lo que, todo hay que decirlo, me siento muy orgulloso.
C) Experiencia docente: Una vez obtenido el doctorado con el profesor Laín Entralgo, ocupé, durante más de veinte años, los puestos de ayudante de clases prácticas y adjunto, con los profesores don Fernando del Río y Moreno González, en la Escuela de Estomatología de la UCM.
Actualmente imparto clases de Historia de la Odontología en la Universidad Alfonso X El Sabio, donde soy coordinador de dicha asignatura.
D) Publicaciones: Además de haber dirigido numerosas tesis doctorales y tesinas, he publicado 30 libros y más de 400 artículos, muchos de ellos, como se sabe, en Gaceta Dental, habiendo recibido, por ese motivo, diversos galardones.
E) Sociedades y relaciones internacionales: Soy miembro de honor de la Sociedad Española de Implantes, de la Sociedad Española de Estética Dental y de la Asociación Española de Mujeres Dentistas, así como Premio Anual de la Sociedad Española de Médicos Escritores.
Durante el 66 Congreso Mundial de la FDI, celebrado en Madrid, fui miembro del Comité Ejecutivo y escribí la historia de la FDI en España.
He sido representante de la estomatología española ante la Unión Europea (sección Universidades).
Mantengo relaciones cordiales con la actual presidenta de la Federación Dental Internacional, doctora Michele Aerden, que prologó mi libro “Las primeras mujeres dentistas en España”.
¿Qué quiere decir esto? Por un lado, que he vivido intensamente los problemas de nuestra profesión y que tengo un inmenso amor hacia ella, a la que he dedicado, no sólo mi actividad laboral, sino casi todo mi tiempo de “ocio”.
P. En el caso de resultar elegida la candidatura que usted encabeza, ¿se han planteado ya cuáles serán los temas prioritarios en los que comenzarán a trabajar?
R. Me pregunta: “en el caso de resultar elegida su candidatura…”. Humorísticamente le diré que no hay condicionamiento alguno, estamos seguros de ganar. ¡Faltaría más!
Bromas aparte, claro que nos hemos planteado una serie de acciones prioritarias y fundamentales.
La primera de ellas será abrir las puertas del Colegio a TODOS los colegiados para que puedan manifestar cuáles son sus verdaderos problemas, no los nuestros, sino los suyos: los de los jóvenes, los de los colegiados nacidos fuera de España, los de las mujeres, los de los asalariados, etcétera.
Dialogaremos con los protésicos dentales, con los higienistas, con las compañías de servicios dentales, con el Colegio de Médicos (problemas de estomatólogos y cirujanos maxilofaciales) con la industria de suministros dentales y sus asociaciones, con la administración nacional y comunitaria, ya sea en los ámbitos laborales y sanitarios, con las compañías de servicios de rayos X y recogida de residuos, con las aseguradoras de pólizas de protección, con las universidades, con los hospitales…
La prioridad, en resumen, será devolver al colegio su protagonismo en los diferentes niveles con una política de diálogo respetuoso con nuestros interlocutores. Queremos dialogar y llegar a acuerdos razonables con todas aquellas organizaciones con las que debamos relacionarnos.
Para que los colegiados estén al tanto de nuestras iniciativas, pretendemos recuperar el verdadero sentido de “Profesión Dental”, transformándola en órgano informativo del Colegio. El próximo director será el doctor Pedro Casillas, que ofrecerá sus páginas a las inquietudes de todos los colegiados.
¡Ah, muy importante! Pretendemos también que el Colegio de la I Región vuelva a recuperar en el Consejo General el papel que le corresponde por su importancia numérica y presupuestaria.Ni que decir tiene que procuraremos mantener alta la imagen del odontólogo ante nuestros conciudadanos, con campañas de prensa, radio, televisión y lo que haga falta.
¿Que no he hablado de las cuentas y de las cuotas? Todo se andará. En principio, le diré que implantaremos un control riguroso y austero en la tesorería, lo que redundará en beneficio de los colegiados. Eso sin duda.
P. ¿Existe algún aspecto en el funcionamiento de la entidad colegial que considere imprescindible reformar o modificar?
R. La organización colegial funciona y ha hecho muchas cosas. Simplemente, nosotros queremos mejorar ese impulso y para ello, indudablemente, cambiaremos lo que sea necesario con arreglo a las necesidades del momento. La novedad de hoy es lo antiguo de mañana. El Colegio debe ser dinámico, flexible y adaptable para enfrentarse a los desafíos que vayan surgiendo.
P. ¿Qué opinión le merece la actuación del Comité Ejecutivo saliente? ¿Qué considera que han hecho bien y en qué cree que han actuado equivocadamente? ¿Hay algún tema importante que se haya quedado pendiente, en su opinión, o que merecería que se le hubiera dedicado más tiempo o un mayor esfuerzo?
R. No es éste el momento para juzgar a nadie. desde que hemos comenzado a trabajar, estamos preocupados por lo que vamos a hacer y no queremos perder el tiempo con valoraciones de lo que han hecho éstos o aquéllos.
Al fin y al cabo, son compañeros nuestros y estamos seguros de que han deseado hacer las cosas lo mejor posible. Otra cosa es que hayan acertado.
Quiero manifestarles mi respeto y, si en el “fragor” de la campaña se escapa alguna “perla”(eso ocurre en todas las elecciones), después volveremos a ser compañeros que viajan en el mismo barco. Si resultara elegido presidente, el Colegio, como no puede ser menos, también sería el suyo.
P. Como dentista, díganos honestamente qué planteamientos o qué reflexión piensa que tendría que hacer el colegiado antes de acudir a depositar su voto en las urnas.
R. Como estomatólogo, que es lo que soy (padre de dos hijos odontólogos), aconsejaría a los colegiados que voten a quien consideren oportuno, apoyando a los que ya conocen o dando la oportunidad a un equipo nuevo, entusiasta y con ganas de trabajar.
Les diría que no hay que tener miedo al cambio, que en democracia lo normal es que los equipos se renueven, porque, con el tiempo, los proyectos y la energía de las personas se desgastan, cayendo en la rutina y en la monotonía.
Somos una opción moderada y deseamos trabajar sin crispación. No queremos prometer lo imposible, pero sí luchar para hacer menos angustiosa la supervivencia de la que hablaba al principio, resaltando nuestros valores colectivos y potenciando el papel que nos corresponde socialmente.
P. Por último, ¿qué le pediría a la candidatura que finalmente salga elegida?
R. ¡Suerte, vista y al toro!