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Un centenar de expertos en la II Jornada “La seguridad del paciente como motor de la innovación en tecnologías sanitarias”

Hacer de la seguridad del paciente una prioridad absoluta en las decisiones sanitarias es una de las principales conclusiones alcanzadas en la II Jornada “La seguridad del paciente como motor de la innovación en tecnologías sanitarias”, organizada por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) con la colaboración de la Fundación Gaspar Casal y que se celebró el pasado 10 de diciembre.

Los expertos coinciden en la necesidad de “aunar posturas” entre pacientes, clínicos, financiadores y otros protagonistas de la sanidad para unificar criterios sobre efectividad y eficiencia de las tecnologías sanitarias.

“El paciente es y debe seguir siendo el centro de la sanidad española de una manera cada vez más real y efectiva, y desde el punto de vista del sector de tecnologías sanitarias, es imprescindible que sigamos encaminando todos nuestros esfuerzos en este sentido, garantizando la calidad y la excelencia en todos los procesos de investigación, desarrollo y fabricación de tecnologías”, asegura Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin.

Según remarca Alfonsel, “las tecnologías sanitarias cumplen unos requisitos ineludibles de calidad, seguridad y eficacia, pero a la hora de evaluar las tecnologías sanitarias también se deben tener en cuenta ratios de riesgo-beneficio y de coste-beneficio favorables”. Por ello, destaca que las tecnologías sanitarias “no deben entenderse nunca como un gasto, sino como una inversión, ya que contribuyen a restablecer antes y mejor la salud del paciente y suele generar reducciones en otras partidas del gasto sanitario”.

En este sentido, Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, aseguró que “es necesario el impulso de estudios que demuestren el valor de la tecnología sanitaria para evidenciar hasta qué punto añaden valor en términos de calidad y esperanza de vida, seguridad y desde todas las dimensiones que impactan sobre el bienestar de los pacientes”. En este sentido, del Llano explica que sería conveniente la creación de una especie de una entidad evaluadora parecida al National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE), del Reino Unido, que evaluara en los 27 países de la UE los estudios que tuvieran que ver con los aspectos de seguridad, eficacia y eficiencia de las nuevas tecnologías sanitarias.

Por otra parte, el director de la Fundación Gaspar Casal señala que otro punto de debate son las diferentes tendencias existentes en el ámbito internacional en la evaluación de tecnologías sanitarias. Por un lado —señala— se puede ver que países como Reino Unido o Alemania (con el NICE y el IQWiG respectivamente) tienen sólo una agencia para todo el ámbito nacional. “Por otro lado —continúa— también existe la perspectiva de los gobiernos regionales, que tienen sus propias estancias de ‘expertise’ para determinar la entrada al mercado de nuevas tecnologías”, tal y como ocurre en España, en la que las Comunidades Autónomas son responsables de buena parte de la financiación sanitaria.

En España existen diferentes Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias creadas por iniciativa de la administración central (Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III) y de algunos gobiernos autonómicos: Agencia de Evaluación de Tecnología e Investigaciones Médicas (AATRM) de Cataluña; Servicio de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (OSTEBA) del País Vasco; Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía; Servicio de Desarrollo de Sistemas y Evaluación de Tecnologías de Galicia (AVALIA-T) y la Unidad de Evaluación de Tecnologías Sanitarias creada en la Agencia Laín Entralgo (Comunidad de Madrid).

Por otro lado, los expertos han coincidido en la necesidad de dotar a las agencias de más recursos, incluidos los humanos, para mejorar la eficacia y rapidez en la evaluación, especialmente cuando la igualdad en el acceso es un valor necesario que debe garantizar la sanidad española. En este sentido, el director de la Fundación Gaspar Casal apunta que pacientes, clínicos, financiadores y otros protagonistas de la sanidad tienen a menudo una óptica diferente de lo que constituye evidencia de efectividad de las tecnologías sanitarias, por lo que —según ha añadido Margarita Alfonsel— es necesario “aunar posturas” en este sentido.
“La industria y las Agencias de Evaluación de Tecnología Sanitaria tienen muchos objetivos en común”, afirma la secretaria general de Fenin, “si bien el principal es la mejora de la salud y de la calidad de vida de los ciudadanos”. Muestra de esta relevancia es el hecho de que “el sector de la tecnología sanitaria se ha constituido como un agente de primera magnitud en cualquier sistema sanitario ya que provee de innovaciones y desarrollos tecnológicos útiles para el paciente e interesantes para la mejora de la práctica profesional del médico”, destaca.

Fruto de este objetivo común, el director de la Fundación Gaspar Casal remarca que “existe una unidad de coordinación de las agencias, que viene impulsada por el Plan de Calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) “que tiene una dotación presupuestaria muy importante para las agencias de evaluación y que entre otras cosas, lo que han hecho los últimos dos años es crear esta unidad de coordinación”. Asimismo, apunta que en breve se a presentar una plataforma web donde se tendrá a disposición del ciudadano todos los informes de evaluación de todas las agencias de evaluación existentes en España.

En este sentido, Del Llano subraya que “sólo si los beneficios de las tecnologías sanitarias superan con creces a los riesgos clínicos, las agencias evaluadoras serán proclives a conocerlas, probarlas e ir extendiendo su uso”. Por ello, apunta que “la seguridad del paciente como motor de la innovación de tecnologías sanitarias, merece un debate profundo y sosegado”, y en este sentido ha señalado que la II Jornada ‘La seguridad del paciente como motor de la innovación en tecnologías sanitarias’, es un “marco inmejorable” para ello y seguirá siéndolo en futuras ediciones.

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