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Ventajas y desventajas de trabajar como dentista en la sanidad pública

A raíz del artículo del papel sobre el papel del dentista en la sanidad pública, analizamos las ventajas y desventajas de trabajar como dentista en el sistema público de salud. Estas condiciones pueden variar dependiendo de diversos factores como la ubicación geográfica, la carga de trabajo y las políticas de salud locales.

Ventajas

La Dra. Ma Dolores Temprano Maroto, odontóloga del CS Sierra de Guadarrama de Villalba y miembro de la Comisión de Atención Primaria del COEM.

Sentido de contribución social. «En mi caso particular, como dentista del Sistema Murciano de Salud,-cuenta el Dr. Óscar Castro-, valoro mucho la oportunidad que tengo de contribuir a atender a personas que realmente lo necesitan y que, en muchos casos, jamás han pisado la consulta de un dentista privado. Cuando puedes ayudar a personas con dolor orofacial severo, con problemas serios de infecciones orales, te sientes recompensado».
Trabajo en el ámbito multidisciplinar. Para la Dra. Ma Dolores Temprano Maroto, odontóloga del CS Sierra de Guadarrama de Villalba y miembro de la Comisión de Atención Primaria del COEM, «indiscutiblemente, la ventaja mayor es trabajar en un ámbito sanitario multidisciplinar.
Estar profesionalmente integrado en un centro de salud permite relacionarte con otras categorías profesionales sanitarias que también tienen como objetivo la salud del paciente de un modo integral, y nosotros participamos en ese cuidado desde la consecución de la salud oral, bien directamente con los compañeros del centro o con los de servicios hospitalarios de la zona de referencia».
Labor en la prevención. «Otro factor positivo del trabajo del dentista en la sanidad pública -comenta la Dra. María Dolores Temprano- es la facilidad que tenemos para poder incidir en los hábitos para la salud oral a nivel comunitario con talleres, educación para la salud, programas específicos, y también puedes desarrollar actividades preventivas con más facilidad, etc».
Estabilidad laboral. La estabilidad laboral del sistema sanitario público, acompañado de una rutina de horarios cómodos y sin nocturnidad, facilita la conciliación y es uno de los puntos positivos de este trabajo.
Menos presión económica. «Disfruto mucho trabajando en la sanidad pública, entre otras cosas, porque no estoy sometido a la presión económica -asegura el Dr. Eduardo Ruiz-. Gano un sueldo razonable para nuestra condición de especialista cualificado. Es verdad que todo el mundo quiere ganar más, pero yo no tengo la presión económica a la hora de trabajar y trabajo mucho más satisfactoriamente».

Desventajas

Limitaciones en recursos y equipos. Entre los aspectos negativos, el Dr. Castro destaca: «La sobrecarga de trabajo, la limitación en la disponibilidad de materiales y tecnologías de vanguardia, y la imposibilidad de hacer tratamientos que según el criterio profesional podrían ser necesarios, pero que no están cubiertos por la sanidad pública».
Falta de autonomía. Una de las grandes desventajas para la Dra. Ma Dolores Temprano es que «no tienes mucha autonomía para desarrollar una profesión tan liberal como es la Odontología. Eres un trabajador por cuenta ajena, sometido a muchos indicadores implantados que a veces cuesta ver la finalidad. No tienes libertad para elegir materiales ni de organizar tu trabajo, pues sueles tener una agenda con un modelo común implantado. En ese sentido, tampoco tienes la opción de desarrollar muchas facetas técnicas y terapéuticas de la profesión, pues nos tenemos que ceñir solo a lo que está comprendido en la cartera de servicios que esté desarrollada en cada servicio de salud, estando muchos tratamientos no incluidos en ella».
Esta falta de autonomía para el Dr. Eduardo Ruiz Marín «resulta frustrante, ya que ves a personas a las que le podrías ayudar y solucionar el problema en un momento y no puedes hacer nada, y le tienes que decir que se vaya a la consulta privada, cuando hay mucha gente que económicamente no se lo puede permitir».
Burocracia. «La jerarquía de la Administración es demasiado rígida y a veces eso hace que los proyectos de todo tipo vayan lentos y tarden en ejecutarse, terminando por no ver el camino o si merece la pena esfuerzo innovar y mejorar», advierte la Dra. Ma Dolores Temprano.
Salarios más bajos. En general, los salarios de los dentistas en el sistema público tienden a ser más bajos en comparación con la práctica privada, lo que puede influir en la satisfacción laboral y la motivación profesional.

De hecho, para la Dra. Temprano, «el salario base es muy bajo y los complementos son los que consiguen mejorarlo. Pero, aun así, hay mucha diferencia proporcionalmente a lo que se barajan en otros ámbitos del sector y también respecto a los emolumentos que tienen los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria, siendo todos de la misma categoría profesional».

Cómo son las pruebas de acceso para conseguir una plaza pública

¿Te gustaría conseguir una plaza fija de dentista en la sanidad pública? Para ello deberás prepararte para opositar. Una parte es un concurso de méritos y experiencia; y la otra es el examen tipo test, habitualmente.

«Cada comunidad autónoma decide la periodicidad, las bases, temario y baremo que aplicarán, en definitiva, el tipo de oposición y la frecuencia -detalla la Dra. Temprano-. Pero para acceder simplemente para trabajar en el sistema público, solo es necesario estar inscrito en la bolsa de trabajo de la comunidad en cuestión. Se evalúa el currículo del odontólogo que solicita incluirse en dicha bolsa de trabajo temporal según un baremo publicado en el Boletín Oficial de la comunidad en cuestión. Cuanto más alto estés en dicha lista, más probable es que puedas acceder a una plaza que esté vacante, que es lo que se llama «ser personal interino». En este caso la plaza no está en propiedad, pero sí que es el titular por estar vacante hasta que exista algún proceso para conseguirla como fijo. Hasta llegar a ese punto, es cierto que hay que hacer muchas suplencias y trabajos temporales que te permiten coger puntos y antigüedad»

También hay que tener en cuenta que actualmente se ofertan muy pocas plazas. «En Castilla y León -argumenta el Dr. Eduardo Ruiz Martín- solo existen 80 plazas y, a lo mejor, sale una oferta de 12 plazas. Estas oposiciones son duras y complejas, requieren de mucho estudio, precisamente porque hay mucha competencia. Por tanto, hay que prepararlo bien, normalmente con un año de antelación. Pero, además de trabajar lo máximo posible en la sanidad, también es recomendable recibir formación, que es otra de las patas rotas de esta profesión en el sector público».

Autores

Copywriter de salud y redactora web. Durante 13 años ha sido directora de publicaciones de una editorial dedicada a revistas sanitarias y profesionales y ha sido directora de comunicación de sociedades científicas.

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