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Mesialización del sector posterior inferior mediante el uso de anclaje cortical-microimplantes

Resumen
El uso del microimplante se ha difundido, dentro de la especialidad, fundamentalmente en los últimos 7 años y, debido a la historia de éxito que ha demostrado, ha llegado para incorporarse a la práctica diaria definitivamente.

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A pesar de ello existen dos factores por los cuales los colegas no sienten plena afinidad por este auxiliar. Uno es la relativa rigidez que todos presentamos a los cambios. Sabemos que todo cambio implica un aprendizaje y esa curva de aprendizaje puede ser más o menos empinada. El otro factor que disuade de su uso es el temor a las complicaciones derivadas de su inserción.

En este primer artículo de una serie de tres exponemos el uso de microimplantes para mesializar una hemiarcada completa, los movimientos esperados y la aparición de los típicos movimientos parásitos asociados a esta maniobra.

Palabras clave
Microimplantes, mesialización, protrusión.

Paciente RM de 12 años de edad al momento de la consulta.

Motivo de la consulta: apiñamiento dentario superior
En las Figuras 1 A-H se puede observar un ligero apiñamiento superior e inferior y una falta de coincidencia de líneas medias motivada por el desvío hacia la izquierda de la línea media inferior. La vista oclusal nos muestra una arcada superior con su línea media coincidente con la línea media maxilar. La arcada inferior vista desde oclusal presenta una desviación hacia la izquierda.

De esta observación se puede inferir que se trata de dos arcadas que están dentro de parámetros normales.

Una vez completado el cambio de toda la dentición, se decide iniciar el tratamiento.

Se utiliza técnica de arco recto con brackets ovation, versión Roth Slot 022”, y se inicia la alineación y nivelamiento con arcos termoactivables neosentalloy 014”.

En las Figuras 2 A, B y C se observa, una vez instalada la aparatología, la manifestación de una Clase II canina izquierda muy marcada.

El objetivo será restablecer la clase I en esa hemiarcada mediante avance del sector antero inferior y mesialización del sector lateral correspondiente. Se toma esa decisión teniendo en cuenta el perfil del paciente y la coincidencia de la línea media superior con la línea media de la cara.

Solucionar la Clase II izquierda mediante la extracción del 24 implicaría dejar la línea media dentaria superior desviada hacia ese lado. Por otra parte, el perfil no permite el tratamiento con tres extracciones.

Finalizada la alineación y el nivelamiento, se inicia la segunda fase y se instala un arco utilitario inferior con fuerza de protrusión que se activa sólo del lado izquierdo. (Figura 3 A y B).

La Figura 4 muestra el progreso de la protrusión unilateral, que se manifiesta en la aparición de un diastema entre canino y primer premolar inferior izquierdo.

Nótese que en esta etapa el avance del canino se está realizando mediante la utilización de un resorte de presión instalado entre las piezas 33 y 34.

Las Figuras 5 A y B muestran la coincidencia de ambas líneas medias y la corrección de la Clase I canina izquierda. Se observa asimismo el aumento de la magnitud de la separación en 33 y 34. La Figura 5 C muestra lo mismo visto por oclusal.

En las Figuras 6 A y B se puede ver el aumento del diastema y el desplazamiento distal del primer molar izquierdo.

En la arcada superior se manifiesta la protrusión inferior en la aparición de los diastemas entre ambos caninos y ambos primeros premolares (Figura 6 C).

El simetroscopio nos muestra un distalamiento del 36 de 6 mm (Figura 7).

La magnitud del espacio generado y la labilidad del objetivo recientemente logrado nos llevan a la decisión de utilizar anclaje óseo con microimplante.

Se utilizan además elásticos cruzados en el sector incisivo con el propósito de mantener la coincidencia de las líneas medias (Figuras 8 A y B).

Se utiliza un implante autoperforante DEWIMED CROSS HEAD de 1,6 mm de diámetro y 6mm de longitud, instalado entre las piezas 33 y 34.

Se inicio la tracción del 35 con cadena elástica y una fuerza de 120 gr (Figura 8 A y B).

En la figura 9 se puede ver la tracción en conjunto de las piezas 35 y 36 utilizando un resorte cerrado de NITI de fuerza media.

Un mes más tarde notamos que el ritmo de avance era sumamente lento y se vuelve a la utilización de cadena elástica con la cual el proceso retoma el ritmo anterior, pero en este punto debemos aclarar que la cadena se instaló entre el microimplante y el 35 (Figura 10).

En el siguiente control se observa un desplazamiento hacia vestibular del segundo premolar y el primer molar de aproximadamente 3 mm (Figura 11).

Este es un movimiento parásito generado por la tracción desde el implante al último diente embandado.

Se instalan las bandas del 37 y 47 con el propósito de controlar la posición transversal de los sectores posteriores inferiores (Figura 12).

En la Figura 13 A vemos la aparición de una mordida abierta lateral, como consecuencia de la descomposición de fuerzas utilizadas durante la mesialización del sector póstero inferior (Figura 13 B).

En este momento se retira el microtornillo y se instala un arco BIOFORCE de 0215 x 0275.

Se logra en un breve lapso el asentamiento de la oclusión mediante la utilización de gomas verticales y arcos braided en la arcada superior y arcos de acero en la arcada inferior (Figura 14).

Las Figuras 15 A-H muestran el caso terminado.

Conclusiones
El anclaje esqueletal nos acerca una nueva dimensión en el tratamiento de los pacientes llevando más allá el límite conocido. A pesar de ello, este novedoso auxiliar obliga a un nuevo razonamiento de la mecánica.

En cualquier caso, la velocidad del tratamiento continúa siendo limitada por la biología del paciente. Sin embargo, los tratamientos pueden hacerse más cortos si evitamos la corrección de los efectos parásitos que aparecen con la implementación de cualquier mecánica.

Esto no es diferente con el uso del anclaje esqueletal. Los efectos indeseables son novedosos y únicos. Pero una vez identificados, son predecibles y repetidos. La expansión del último molar embandado cuando es traccionado desde el microimplante (anclaje directo), la apertura de la mordida lateral si existe algun vector vertical en la descomposición de la fuerza, etc., son algunos de los contratiempos esperados.

En este caso, hemos identificado estos dos inconvenientes al trabajar con los microimplantes. Para evitar la apertura de la mordida hemos diseñado un aditamento que elimina el vector vertical de la mecánica de mesialización (Figura 16) y para la mesialización del último molar embandado utilizaremos el anclaje indirecto (Figura 17).

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