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Antibióticos en el dentista: 3 motivos por los que no siempre son la solución

Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones causadas por bacterias y hay ciertos momentos en los que se puede necesitar ingerirlos en caso de una dolencia dental o un tratamiento en el dentista.

Pero muchas veces no es así y tomarlos resultaría incluso perjudicial. Según el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) 2019-2021, en toda Europa alrededor de 33.000 personas mueren cada año como consecuencia de las infecciones hospitalarias causadas por bacterias resistentes.

Este es un problema del que se está tomando conciencia en la atención sanitaria, incluida la profesión dental, por lo que en el caso de España, el Consejo General de Dentistas se adhiere al compromiso de la FDI contra el uso excesivo de antibióticos. Ya que según datos aportados, cerca del 10% de estos medicamentos son prescritos por los dentistas.

Pero no solo los profesionales han de concienciarse sobre cuándo se debe o no tomar antibióticos, también los pacientes debemos aportar nuestro granito de arena tomando antibióticos únicamente cuando sea estrictamente necesario.

Por eso, desde Teeth.org.au, la página de salud dental de la Australia Dental Association, enuncian algunas situaciones en las que tomar antibióticos en caso de dolor o infecciones dentales no es la solución.

El dolor no siempre es causado por una infección

Por ejemplo, en el caso de los dolores de muelas, que pueden ser consecuencia de muchas otras circunstancias que no son una infección. Entre ellas la caries, enfermedad de las encías como la periodontitis, un diente astillado, un empaste o corona rotos… Si no hay infección presente, es posible que no sea necesaria la toma de antibióticos.

Y si hablamos de un dolor de muelas severo, este es a menudo causado porque el nervio dentro de la muela se ha inflamado gravemente (pulpitis irreversible) y la única manera de solucionarlo es mediante un tratamiento del conducto o extrayendo el diente de la boca.

Otras veces, simplemente un resfriado o una gripe pueden causar dolor de dientes al presentarse acompañados de sinusitis.

Mejor ir al dentista que tomar antibióticos

La forma más efectiva de tratar un diente infectado o dolorido es aplicar un tratamiento dental, que dependiendo de cuál sea la causa de la infección o del dolor, será uno u otro. Y en este caso, los antibióticos solo deben usarse como una parte del procedimiento para detener la infección, pero nunca ser el único método de tratamiento.

Un cambio en las pautas

Las pautas y recomendaciones sobre cuándo tomar antibióticos van cambiando a medida que surge nueva evidencia científica. Es decir, incluso si una o más veces en el pasado la solución al dolor que sentimos ahora mismo fue tomar antibióticos, puede que a fecha de hoy, ese ya no sea el caso.

Siempre será el dentista quien conozca las pautas para poder recomendar cuándo se necesitan antibióticos.

Entonces, ¿cuándo hay que tomar antibióticos?

Una de las situaciones que lo aconsejan es cuando una infección dental se ha propagado a otras partes de la cara, se tiene la cara hinchada o hay signos de que la infección dental está afectando la salud del cuerpo, por ejemplo si tenemos fiebre.

En todas las circunstancias, lo más importante es recordar que si se cree necesario tomar antibióticos, estos deben ser recetados por un profesional, para que pueda proporcionarnos el que realmente necesitamos.

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