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«La industria y los centros privados ofrecemos una formación distinta a la universitaria»

Formación obligatoria

El doctor Rábago prosigue su intervención: «El tema de las especialidades está muy parado todavía, sin embargo, la formación continuada obligatoria se está empezando a plantear seriamente como una necesidad. Se trata de conseguir una serie de créditos cada cierto tiempo que permitan renovar la licencia de trabajo. Esto obligará a los dentistas a actualizarse y a reciclarse, lo cual es completamente necesario en las profesiones sanitarias, por lo que esta formación debería impartirse de forma gratuita a través de los colegios profesionales».

Al hilo de estas afirmaciones, el doctor Fernando Autrán manifiesta su sorpresa ante el perfil de los profesionales que acuden a sus cursos de formación continua. «Nosotros hemos comprobado que el panorama ha cambiado de forma espectacular en los últimos cinco años, y si antes teníamos a un recién licenciado (en un curso de 15 personas), ahora el 80% de mis alumnos son jóvenes graduados. Esta realidad nos hace plantearnos la necesidad de una formación obligatoria porque hay que tener un mínimo de créditos para poder ejercer la Odontología con seguridad. Esta labor no es responsabilidad de las universidades, sino de los colegios y sería lógico que los propios dentistas exigiéramos esta formación».

El doctor Rábago también ha observado un descenso en la edad de los asistentes a sus cursos de formación y afirma que «la media de edad se sitúa entre los 24 y 35 años en el caso de composite, y entre 32 y 45 en Implantología».

Otro aspecto que difiere de antaño, según el doctor Autrán, es que «en la actualidad la mayoría de los asistentes no tienen consulta propia, cuando antes todos la poseían».

Teoría y práctica

Otro aspecto a tener en cuenta, según el doctor Ismael Soriano, es el contenido práctico y teórico de un determinado curso porque «hoy en día ya está todo escrito en los libros y en Internet, por lo que los cursos teóricos carecen de sentido. Lo que la gente quiere es practicar y si puede ser sobre pacientes reales, mejor».

Según los asistentes, esta es una de las razones por las que los congresos dentales están perdiendo número de asistentes. Al respecto, el doctor Alfonso Oteo afirma que «ahora está surgiendo una alternativa muy interesante: los congresos on line. Esta opción formativa permite ahorrar tiempo, desplazamientos, hotel, dietas… y posibilita ver en directo las charlas que realmente nos interesan y guardarlas en el ordenador para acceder a ella cuando nuestro tiempo nos lo permita».

Sin embargo, el doctor José A. Rábago no ve futuro a esta plataforma porque la gente se cansa de estar delante de un ordenador. «Se aburren y se van», afirma este experto.

«Eso puede ser cierto –prosigue el Dr. Oteo–, pero si yo tuviese la opción de asistir a Europerio de forma on line y poder descargarme las charlas que realmente me interesen y verlas cuando tenga disponibilidad, ahorrándome el viaje a Londres, yo sí me apuntaría, y como yo muchos profesionales».

Pero el doctor Rábago no está carente de razón al afirmar que en los congresos hay dos componentes: «uno científico y otro social, y a la gente le gusta relacionarse con los colegas, algo que se pierde en los formatos on line».

María Albarrán comparte la visión de este profesional, pero a su vez afirma que «nos tenemos que mentalizar porque la formación va en esa dirección».

El Dr. Autrán añade que «siempre habrá cursos presenciales, puesto que el componente práctico es vital en nuestra profesión. Por eso ahora los congresos no tienen tanto éxito, porque la teoría nos la sabemos todos, y lo que la gente quiere es práctica clínica».

Formación a la carta

Llegados a este punto del debate, el doctor Alfonso Oteo nos revela la estrategia de su compañía: «Nosotros hemos querido diferenciarnos ofreciendo cursos avanzados para profesionales que ya tienen una base sólida. No enseñamos a poner implantes, vamos mucho más allá y diseñamos sesiones prácticas personalizadas en función a las cirugías que quiera ver cada profesional».
«Eso es formación a la carta y es algo fantástico porque optimiza el tiempo de los alumnos», manifiesta María Albarrán. «Yo también creo que las nuevas generaciones van a decantarse por cursos que tengan la doble vertiente, de forma que exista una plataforma on line, que asumirá la parte teórica de los cursos, combinado con las prácticas personalizadas que se adaptarán al calendario del profesional y a sus necesidades concretas. Ése es el futuro de la formación».

El Dr. Oteo hace un resumen sobre lo que, a su parecer, mueve a los profesionales a decantarse por un determinado curso: «La gente no es tonta y ante el exceso de oferta y los elevados precios existentes, antes de apuntarse a un curso se informa sobre el centro que lo organiza, sobre los medios con los que cuenta esa empresa, sobre la trayectoria de los dictantes y el tipo de formación que se imparte, es decir, sobre todo lo que hay detrás de esa formación. Exigen un respaldo de años, por eso a las nuevas empresas que nos iniciamos en este mundo nos cuesta empezar, porque el boca a boca es fundamental y requiere un bagaje. Nosotros llevamos dos o tres años organizando cursos y el que viene queda encantado, pero nos cuesta llenar las aulas».

Según el doctor Rábago, hay distintas variables que te hacen cubrir la plazas de un curso, pero lo más determinante para este experto es la publicidad. «Hay muchísimas empresas de formación y debemos mantenernos visibles –afirma–. Da igual los años que lleves en el mercado, si desapareces te olvidan. La pregunta que debemos hacernos es ¿cuál es la mejor forma de publicitarnos?»

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Los participantes incidieron en la importancia de la faceta práctica en los programas de formación continua.

Publicidad y marketing

El Dr. Alonso Oteo es el primero en contestar a la pregunta: «Lo ideal es una combinación de publicidad en todos los formatos: prensa escrita, on line, newsletters, participación en conferencias, boca a boca…»

El doctor Fernando Autrán declara que, en este momento, su publicidad básica es el boca a boca. «Es cierto que de vez en cuando hay que poner un anuncio para mantenerte visible y que se acuerden de ti, pero al final lo que mejor funciona es la recomendación de tus alumnos. Nosotros hace un par de años decidimos hacer más publicidad por Internet».

Al respecto, el Dr. Alfonso Oteo hace una puntualización: «Eso demuestra que te estás dirigiendo a un público más joven, porque como bien nos comentabas antes, en tus cursos la media de edad ha bajado exponencialmente y yo creo que ahí tienes el por qué de ese cambio en el perfil de tus alumnos. Yo creo que si te centras únicamente en Internet, automáticamente estás bajando tu porcentaje de odontólogos de mayor edad, que son más fieles a la prensa escrita».

«Probablemente tengas razón», comenta el Dr. Autrán. «Por eso yo defiendo la combinación –prosigue el doctor Oteo–, con la competencia que tenemos hoy en día, para llenar las aulas nos tenemos que dirigir a todo nuestro público y no podemos olvidar al profesional de mayor edad, porque es el que, seguramente, tenga más necesidad de reciclarse».

Por su parte, el doctor Ismael Soriano defiende que el verdadero aspecto que hace que se llenen los cursos «es ofrecer una formación de calidad».

El doctor Rábago toma el relevo de la conversación y afirma que «publicitariamente todos anunciamos que nuestros cursos son los mejores, por lo que es difícil para los alumnos, ante dos anuncios iguales, identificar los cursos que realmente tienen calidad».

Ante esta afirmación, el doctor Soriano afirma que «existen criterios objetivos que sí se pueden valorar, como son las horas de práctica, los profesores y una serie de aspectos que te diferencian del resto».

Pero María Albarrán también ve complicado saber quién imparte una buena formación en igualdad de condiciones. A lo que Ismael Soriano responde: «Todos los cursos son diferentes. No hay dos programas idénticos, ni dos profesores con el mismo currículum y esos criterios sí son valorables».

Para el doctor Rábago, «es preciso que la gente conozca la oferta, que compare con el resto y que, en función a esos criterios objetivos, tome una decisión».

«Y para ayudarnos a exponer estos criterios diferenciadores –continúa el doctor Alfonso Oteo– GACETA DENTAL nos ofrece ahora un espacio para darnos visibilidad que antes no teníamos y que nos permite llegar directamente a nuestro público: la feria Dentalus. Yo creo que ahí tenemos una importante oportunidad de contarle al alumno, en primera persona, lo que diferencia nuestra oferta formativa».

Laura D. Montalvillo

Los invitados, uno a uno

• Dr. José Alejandro Rábago. Profesor de Implantología en Ceodont.
• Dr. Fernando Autrán. Socio fundador y director médico de Autrán Dental Academy.
• María Albarrán. Directora de Relaciones Institucionales de Fomento Profesional.
• Dr. Ismael Soriano. Director médico de Formación en Implantología.
• Dr. Alfonso Oteo. Presidente y director clínico en PerioCentrum Segovia.

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